Detrás del hombre siempre hay un espacio imperfecto que late como la luz y llora para parecer más grande, hoy me ha llamado mi conciencia para arreglar las cuentas de ayer con la pizca de realidad que nos rebosó en la estantería de los libros leídos, no estuve imaginando una vida para esto, no me atreveré a buscar agua en los acuíferos cuando sea mayo y pase de largo por mis ojos el sentimiento, si los jueves me amas llenemos de jueves los calendarios, me han prometido desde la oficina del correo un pergamino con un poema, una diadema azul, un lirio y unas cerezas.
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