Una palabra.
Para llegar a esta alegría
embarqué mil veces mis deseos en desencantos,
rompí mis velas amarillas y mis rutas,
descuidé el horizonte de los aplausos,
tracé meta en cada puerto y me hice pronóstico
hasta morder desolaciones,
hasta rezarle a dios con insultos de diablo.
Soy una palabra, una sola palabra
que me hicieron de hojas y de barro.
Ramón Llanes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario