ESA PAZ QUE
NO SE DEJA QUERER
Yo
quisiera llevar la paz en mis rodillas,
tener
siempre un poco de Paz a mano,
estar
en posesión de la paz,
amaestrarla
en casa, domarla y quererla
pero
la Paz que busco es esquiva y terca,
nunca
viene a mis sitios,
nunca
está donde yo la deseo
y
siempre se me escapa de las manos,
hasta
que un día la sorprenda
y
la agarre con mi ternura y la haga mía
y
la acostumbre a vivir con nosotros.
Ramón
Llanes.
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