UNA
BODEGA DE PAZ
Imagino
el mundo
en
una infinita bodega de Paz y genios
donde
se diseñen malabares de concordias
y
sueños posibles. Una venencia de amor,
barriles
de recuerdos, catavinos transparentes,
poetas
erectos con sus compromisos líricos por la verdad,
músicos
aligerando la enseñanza de la vida,
paredes
atentas a los versos, danza armónica
con
exclusiva estética y culto a lo bello,
indicios
de justicia, complicidad de pies descalzos,
quijotes
enredados en utopías
y
sanchos adorando las tierras y las consabidas palabras.
Una
bodega de Paz infinita con abrazos pintados en los bocoyes,
la
luz entrando por las vigas,
el
tejado custodiando el interior pacífico,
los
nombres de los artistas tatuados en el suelo,
el
vino trascendiendo de los labios,
una
bodega infinita de Paz con raza nueva,
cualquier
locura admitida,
cualquier
vicio permitido,
todo
abierto en zalemas sin morder,
la
querencia por la Paz dominando la estancia
y
al poco del sueño
imaginar
también la mirada admirativa
de
Neruda, de Juan Ramón y de Cervantes,
hasta
que se hiciere crédula la imaginación del poeta.
Ramón
Llanes. Para Bollullos (Bodegas Iglesias), 21.5.2016.
No hay comentarios:
Publicar un comentario