SI ME PREGUNTAS.
Si
me preguntas qué sueño tuve anoche podré contarte cuatro de ellos, en ninguno
estaba la guerra, en todos estaba la gente que se manifestaba contra la
posibilidad de la existencia de una guerra. Y era gente de postín, ese tipo de
gente tan sencilla y tan hermosa como las flores que gusta de oler, vivir, amar
y emocionarse pero son contraria a los conflictos. No se trata de cualquier
tipo de gente, son gente sensible, pacífica, libre. Gente de andar por casa sin
miedo a que el vecino venga a robarte los libros ¿sabes?, este tipo de gente.
Si me preguntas con quién estuve ayer, te diré que hice
lo de todos los días, una conversación sabrosa con los amigos en aquella bodega
de la esquina donde ponen una exquisita manzanilla. Y hablamos de lo de
siempre, en la clave de humor de siempre, con el sol que nos acompaña estos
últimos días y mirando arder el día y mirando a los amigos. Se nos fue el rato
y nos fuimos a casa con un nuevo sentido en el paladar.
Si me preguntas qué haré esta tarde, te diré que he
quedado con el informático para que me vea algo del ordenador, no puedo dejar
de escribir todas las cosas que se me vienen a la memoria y disfrutar
contándolas. Y luego haré hogar y lectura, como siempre. Queda tiempo para la
palabra, en casa la usamos a menudo y con frecuencia diaria, la adornamos, la
mimamos, la protegemos.
Si me preguntas por la vida te diré que no observo que la
máquina esta de mi país este, supere los traumas y los dolores, parece que debe
estar con intervenciones quirúrgicas cada día, en debido reposo, con
anestesias, con rehabilitación constante. Podrás preguntarme cuanto quieras
pero tráeme la voz esa de la parte de ahí, de lo que amamos y así hacemos para
el fin de semana caluroso una sombra de palabras que más nos agasaje. Y luego
ya veremos.
Ramón Llanes.
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