EL INSULTO DE SER POBRE
Luego llegaron pobres y mendigos cargados de tristezas nuevas y viejas, mutilados de tanta mala vida y hechos a la miserable condición del olvido y entonces fue cuando nos enseñaron a desconfiar de ellos con descalificaciones personales que aludían a su peste, a que nunca se lavaban ni se preocupaban de la decencia; dijeron que la pobreza es una actitud de habilidad para despertar compasión, ser atendido y vivir sin necesidad de trabajar, y una mayoría creyó la enseñanza y la otra minoría puso en duda la realidad de la pobreza. Lo decían con gráficos, estadísticas y libros, lo repetían desconfiar de la pobreza, es falsa, así nos alertaban hasta librarnos de todos los efectos nocivos que la sociedad sufría como consecuencia de gente tan inútil como los pobres.
Ramón Llanes
No hay comentarios:
Publicar un comentario