TRAMPAS
Vuelvo a advertir la enemistad
existente entre lírica y finanzas. En un mundo ordenado por las finanzas pueden
caber estas hipotecas trampas de interés variable que diseñan un negocio
mirando solo para uno de los lados, arbitrando fórmulas que encajen en una
legalidad ininteligible y beneficie más (desordenadamente más) a quien presta
que a quien paga. Sépase que los prestadores también solicitan el dinero que
han de prestarte pero al calor de un interés bajo lo compran y al calor de las
respectivas subidas lo venden. Comprar a dos y vender mañana a tres, pasado a
cuatro, etc, ¿lo entendí? ¿o aún quedan más trucos de por medio?. No, en un
mundo ordenado por la lírica empezaríamos hablando de versos y terminaríamos
hablando de emociones, no cabrían estos enjambres de engaños, cabrían sueños,
utopías, pasiones.
De ahí, de ese galimatías de pagos, nacen bien amparados los estrés,
los infartos, las rabietas, las letras pequeñas de los préstamos avaros y la
injusticia financiera. De la lírica, del poema, del verso, de un sueño, del
atardecer, de un rato con un libro, de una conversación, nacen los proyectos
humanos, la concordia, la esperanza, la solidaridad, la paz, la vida. Sépase el lugar
que nos ocupa el pensamiento en la fórmula que elegimos para vivir y sabremos
si escogimos la mejor de las opciones, sin trampas.
Ramón Llanes.
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