COLUMPIARSE O VIVIR
Denota indigencia.
Escribo, escasamente de vivir,
la pared de atrás
el número de la calle,
se saluda a la desolación
cuando el columpio cambia sus colores
por óxido. Ni flores ni ortigas
solo el resplandor de un sol caído,
solo una ráfaga de aire
que se columpia en la vida aquella
que por suerte no es la mía
y se parece.
Contar los placeres ahora es impropio,
más impropio resaltarlos,
más impropio volverlos a vivir.
Conforme al estado
valga un vaivén de columpio
imaginando que la luz se encendió
y huele de nuevo a nosotros.
Ramón Llanes.
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