DISTINCIÓN A RAFAEL PÉREZ FUENTES
(II JORNADAS LITERARIAS POR UN TIEMPO
DE PAZ)
Nosotros los poetas tenemos una científica
explicación para distinguir a Rafa Pérez. Nos basamos en su talante abierto,
generoso, activo y alegre; guardamos de él un montón de hojas que las habíamos
escrito para nuestro cajón y él se encargó de elevarlas a nuestras bibliotecas;
conservamos en el mejor de nuestros armarios cien poemas hechos libros y muchas
historias convertidas en papel encuadernado que luego sirvieron para que otros
nos leyeran, nos entendieran e incluso nos amaran por esa sola razón de la
magia de Rafa.
Para un escritor todos los editores
eran mitos inalcanzables hasta que apareció, en un día de Niebla, un señor de
Aracena que a pesar de su buena titulación académica en el bolsillo gustaba de las
palabras, de ponerlas en un espacio nuevo, de empoderarlas y de hacerlas llegar
a los sitios más extraños. Con él no podemos afirmar que empezara en Huelva el
amor a la literatura pero sí nos atrevemos a decir que realzó y dignificó la
lectura, que creó páginas de vida con un sentido más social, que magnificó la
idea de la importancia del libro. Rafa, entonces, nos vino a despertar, nos
puso alfileres en la conciencia y lealtad en los modos, nos llamó a su fila
para enseñarnos que no era imprescindible pertenecer a una élite para publicar
una obra, que su método consistía en abrir la vida de otra manera, con una
dosis de aprendizaje y un fundamento de actitud creativa distintas hasta ese
momento.
Y para nosotros comenzó una era
apasionante, nos aligeró los sueños ese viento ábrego y dúctil que la Sierra
nos ponía en la cara hasta hacernos olvidar tiempos imposibles. Y rompió los
mitos y se confundió con el paisaje profano y con la humildad y fomentó la
valentía y promocionó la osadía y se fueron con él cayéndose al suelo las
utopías soñadas.
¡Qué bien que llegaste!, ¡cuánto de
menos sería este surco sin ti!; estarían aun las tierras sin labrar, las lievas
sin agua, el paisaje sin versos, la ciudad perdida en los acomodos de los
señoritos de las letras y no tendríamos a mano un pan de libro para el alimento
de los noveles que suspiraban con que alguien llorara o se durmiera con su
libro. Este trance quedó superado con tu presencia, tu amabilidad y tu saber.
Editorial Niebla ha publicado muchos
libros en estos 9 años, ha hecho hogar con ellos, ha librado las batallas de
las tragedias y las comedias en sus páginas, ha sido fiel a su ideario de
acercar el papel impreso a los ojos de una mayoría y aquello que tuviera
ensoñación es ahora una práctica de habituales que se restriegan con dignidad
por universo de los escogidos.
Te admiramos por eso, Rafa, pero te
queremos por otras muchas cosas que tú no sabes y que te voy a decir, en nombre
de mis compañeros de Poetas de Huelva por la Paz, a la cara para que a nadie se le olvide y para que a ti te
sobrepasen las entretelas del alma. Eres, Rafa, un gigante del abrazo, una
abuela en el cariño, un amable servidor de la buena convivencia, un honesto ser
humano sin trapíos interesados, un ganador de carreras de afectos, un
sentimental difuminado, un sonriente de culto, un propuesto por nosotros para
patrimonio de nuestra pequeña humanidad y un empedernido bético.
Te lo he dicho a la cara con
sinceridad absoluta, ten cuidado con ese carácter tan noble y esa manera tan emocionante
de vivir que puede ser que algún día te encuentres con la desagradable sorpresa
de que la vida te reclame como ejemplo y tengamos que estar haciéndote
homenajes cada tarde.
En el Rinconcito te estaré esperando
siempre para tomar contigo las próximas manzanillas. Te queremos.
Ramón Llanes. Huelva 13 marzo 2024.
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