RAMÓN LLANES

BLOG DE ARTE Y LITERATURA

domingo, 17 de marzo de 2024

MAÑANA SERÁ VERANO

 


MAÑANA SERÁ VERANO

 

 

            En un ejercicio de observación alguien más osado que la naturaleza pronostica la inminente llegada del verano a través  de su estudio y de los indicios que el tiempo le ha concedido; las nubes juegan en un sitio preferente distinto del invierno, la calidez no es la propia de la fecha. Examen detallado a la empírica razón hasta consentir que las estaciones se mueven al capricho de los deseos, mil veces la solicitud de un deseo, un millón de mil veces pidiendo un deseo, el cumplimiento de un deseo, los astros se mudan, cambian sus órbitas y están por complacer.

            Acuden los pájaros migratorios a los humedales para sondear alimentos y ritos de sofoco  en los níveos trances de la época fría. Y se encargan de anunciar el trámite del estío sin necesidad de una publicación en redes o de un artículo en prensa, acaso solo con la fuerza del deseo; los pájaros vuelan el aire invernal animándole a marcharse. No bastará, por poco, la figura del tiempo, que se mantendrá sorprendido en la línea más oculta de la tarde esperando aconteceres y calorías.

            Las estaciones no son intolerantes, se detienen o aceleran el paso cuando los sucedáneos de la tormenta empujan las espuelas y a otro remedio que continuar no les obliga la complacencia; son abstractas, no sometidas, nunca míseras, instruyen a los hombres, tiemblan, sueñan, compaginan una tarde de lluvia con un apunte de calor y un arcoiris con un sobresalto. Estíos esperanzados, otoños baldíos, inviernos indemnes a la luctuosidad, primaveras embargadas de flores, un calidoscopio adivinando las propuestas de la luz, las yeguas en sus partos, el tiesto de la ventana oliendo a fantasía. Otro alguien de la esfera mágica silba un trino y se hacen los hitos en entrañas de deseo, otra vez los deseos; qué sería del cauce natural sin deseos, qué tiempos no vendrán al agrado. Y los pájaros queriéndose en las ramas y en el aire; y un manantial que cimbrea las adelfas. Ahora llueve con rabia y el viento sopla sin miedo, mañana será verano solo para la imaginación del poeta.

 

 

 

            Ramón Llanes

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