QUIÉN APOSTARÁ POR TI
En
esta última tendencia social que marca un molde de rechazos generales a lo
natural, quién apostará por ti, culto marginado, desmerecedor de atenciones
límpidas y animador de enredos; tú, columnista solo de tu vida en “do menor”,
perdido en el pueblo más remoto del tiempo donde te llega la megafonía solo
media hora de la tarde y donde tus músculos son puro enjambre de pureza porque
te cultivan las avispas de la tierra; quién apostará por tí, que has nacido en
la familia de los omnímodos y te apuntaron en la sociedad de las mariposas,
para mejorarte en algo la estancia en este espartano hornero de insidias.
Quién, - en estas alturas del
involucionismo- apostará por ti, hombre crecido en la soledad de ponerte los
pechos detrás de la blusa y la sonrisa sin una reliquia de vellos para no
mancharte la inmaculada faz que siempre ansiaste y ahora tienes; quién apostará
por tí, enamorado de él, tú, enamorada de ella, sencillamente con amor de por
medio, sencillamente pretendiendo vivir sin sobresaltos y con el carnet de
ciudadano/a en el mismo bolsillo constitucional que el resto de los mortales.
Quién, gay de cuño cierto y sobrio en honradez, experto/a en volver la cara
para no enseñar las lágrimas, ejemplo de modal y educación, de ternura y
entusiasmo, de entrega y compromiso; quién te apostará razones para liberarte
de esta caverna de meapilas y dogmáticos celestes.
Has de contar con la apuesta de quienes
pensamos a la manera de saber que tú eres el nuestro/a misma voluntad sin
enmiendas ni correcciones, tal como estás y eres te apostamos el presente y
todos los futuros. Somos muchos, demasiados, quienes nos pondremos en tu fila
para darte la sombra que otros te niegan; somos más de los pensados quienes
estamos en el orden inverso de esta ilegítima sociedad que te ha puesto rechazo
con tinta roja en sus carteles. Nosotros, te compartimos desde la solidaridad
contigo, desde la convivencia contigo, desde todos los modos posibles, porque
eres -sin quizás- el miembro más importante de nuestro cuaderno de
sensibilidades.
No te olvides de engancharte, de no
volver a llorar, de peinarte y ponerte los tacones que quieras; no te olvides
de ser como tú has soñado ser y, sobre todo, no te olvides de amar a quien te
arda la vida. Deja lo demás de nuestra cuenta.
RAMÓN LLANES
No hay comentarios:
Publicar un comentario