BUSCANDO A MARILUZ
Busquemos
a Mariluz en la duda que aún tenemos sobre esta sociedad que no
contiene valores para resolver esta ambición, este desacato, esta
injusticia, este acto miserable. Busquemos a Mariluz en la falta de
respeto que reina en este aire que respiramos, busquémosla en la
desfachatez de algunos, en los vicios de otros, en la intolerancia y
en la radicalidad de los programas que destruyen lo creado. Hagamos
una reflexión conjunta y universal para encontrar a Mariluz a través
de un sistema educacional que prepare e inculque méritos adecuados
capaces de evitar un solo pensamiento sobre esta barbaridad.
Encontremos
a Mariluz, para siempre, en la concordia, en el afecto, en los buenos
modos, en la excelencia de una sociedad escasa en estos complementos.
Encontremos a Mariluz y a todas las niñas y niños que se nos
pierden, en nuestras conciencias, en nuestro deber, en nuestro
compromiso de colaborar para conformar un escenario de vida más
justo, más capacitado, mejor dotado de valores y más garante de
todo aquello que precisamos para ser íntegros, integradores,
integrantes y, al fin, felices.
Encontraremos
a Mariluz y jamás volverán a quitarnos un eslabón de nuestra
solidaridad si nos empeñamos en entendernos.
Ramón
Llanes. 18-1-08.
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