DEL
AMOR Y OTRAS OSADÍAS
Para
no desviar la mirada que la insignificancia del destino deja en el
sitio justo, para buscar esa extraña sensación que rompe los
huesos. ¿Será original quien no ama?, la ruta del deseo está
escrita en el primer cuaderno de la vida; dicen que las motivaciones
se suceden en el entorno del camino; a quién amar, a quién
entregarle un sentimiento nuevo, para que no sea entendido. La prenda
no es la virginidad es el propio sentimiento, que se ha guardado con
pulcritud de sagrario para cuando se hubiere de solear y se
encontrare destinatario perfecto capaz de compartirlo; será más
íntimo el sentimiento.
Del
amor hablamos en la trena y en el campo, del amor son la palabra y el
verso y las muchas verdades y la soledad; del amor es la osadía de
vivir con hambre amorosamente desnudo en el golpeo de la lluvia y del
amor la locura, todo cuanto arranca la valentía del entendimiento
para perseguir o estar con la persona amada. Del amor son las utopías
y el alpinismo, el orgullo y la insensatez. Qué haremos los gremios
incivilizados si en el alimento del cotidiano vivir se desprecia el
amor y las sopas son solo sopas que sorprenden en el primer calentón
y después se enfrían por la incontinencia. A qué estarán
predestinados los seres que han creado mil formas de amarse, en qué
mundo cabrán los desechados de la orgía sensual que produce la
emoción de vivir en apareamiento.
A
estos perplejos consignatarios de placeres les minará de
inconsciencia el predictor de amores y acabarán por huir calle abajo
del mundo con la sola intención de desaparecer de algo tan inútil
como su casualidad de saberse inocuo para amar, para ser
exageradamente amado. No será posible, mientras la pasión tenga
protagonismo en este teatro fugaz, llamado vida, no será posible que
los humanos renuncien a tal sublimidad, cuando pende tanto bienestar
sin más osadía que la entrega, sin otra joya que una mirada.
Ramón
Llanes. 14.2.14
Publicado 15.2.14. en diariodehuelva.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario