QUERÍA HABLAR.
No distingo el sol que
alegra, se pierde en comisuras de humos allá por los sitios lejanos donde un
tiro acaba con un millón de miradas, se pierde el sol del sentimiento, el sol de la libertad
destrozado en una cuneta con turbantes blancos, ya manchados de sangre, el sol
levantándose triste, oscuro e inválido, con muletas, dormido entre montañas de
fuego a donde ni siquiera le dejan calentar.
Empieza
un sonido de bomba al alba, que lo asusta. No hay sol en Kabul. Rllanes
No hay comentarios:
Publicar un comentario