SEBASTIANA
ÁLVAREZ MEDERO.
Ella
nació inquieta como el viento
y
como el viento trabajó la vida,
ni
una hora le quedó perdida,
ni
un minuto se paró su esfuerzo.
Ella
nació para empujar, viviendo,
para
ganarle el pulso y la partida
a
los desánimos y decaídas
que
a cada paso fueron sucediendo.
Jugó
su suerte sin mucho equipaje
y
ha sido para todos un ejemplo
de
autoestima, valor y de coraje.
Y
es como la divisa o el paisaje
la
queremos porque es mucho nuestro
por
eso le damos este homenaje.
Marzo/2005.
Como nuevo testimonio, ahora, cuando ya hace
algún tiempo que nos dejaste.
R.llanes.
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