A
MONTEJARA EN EL 2º ANIVERSARIO.
Dedicado
a los habitantes del
Geriátrico
Montejara de Tharsis.
Ya
me suenan los tambores
con
himnos de aniversario
ya
se aligera el cortejo,
el
hombre viene despacio
por
el corredor perenne
que
abre la puerta del patio.
Ya
se mastican las risas
de
las mujeres hablando
y
se van entreteniendo
con
celadores de blanco,
y
la prisa no les llega
que
son satélites lunas
de
luz de trenzas de nardos;
andan,
como si fueran
nueva
sonrisa estrenando,
corren
al primer aviso
se
asustan y preguntando
arriman
calor y afecto
al
misterio del anciano.
Nunca
presos, paraísos encontrados,
sedales,
fiesta, esperanza,
vivir
sin amor pagado
y
esperar como quien sabe
que
es una espera sin llanto.
Ya
me suenan los tambores,
ya
rechinan los milagros
y
detrás de cobre y jara
sin
rarezas ni quebrantos
un
hombre dice “te quiero”
una
mujer dice ¿cuándo?
y
los dos entre piropos
se
confirman por encanto
en
esta tierra, su amor,
huele
a yerba de barranco.
Y
los pinceles que pintan
las
cosas que van pasando
tiritan
sin comprender
edades
de enamorados.
Se
cura un cuerpo,
y
el otro ya dice que está curado
y
pretende pasearla
por
la fila de naranjos
junto
a la puerta de enfrente
donde
le están esperando
los
tambores de la vida;
y
cogidos de la mano
se
prometen, cuchichean,
se
prenden en un abrazo
y
la soledad se queda
sola,
como sin hermano.
Cosas
que pasan sin pena
y
que seguirán pasando
cosas
sin “mentiriquillas”
sin
compromisos forzados
gracias
a la voluntad
de
este cielo limpio y claro
y
a quienes prestan la vida
por
los más necesitados.
Ramón
Llanes. 25-4-98
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