RAMÓN LLANES

BLOG DE ARTE Y LITERATURA

domingo, 19 de enero de 2014

...Y VOLVER


Y VOLVER.

Al honor de Calañas.
Al devocionario de Coronada.

Con pisadas de tristeza se andará la vuelta, sabiendo que el dolor no ha podido con las ganas, pudiendo más, a veces, que lo imaginado. Un devenir indeleble desde el cansancio hasta las vísceras mismas de la gloria, en dos jornadas que se multiplican por idas y venidas de ermita-Madre a tierra-pueblo, como repartir en trozos por igual un corazón que a nadie pertenece y a todo ha de acudir; incluso en un desafío de gallardías y guapuras. Allá o aquí Calañas para siempre, como tesoro de los antepasados y germen de cada célula; y allá o aquí Coronada, como trapecio de tránsito hacia el cielo que cada cual se proponga alcanzar. Y siempre de una a otra llegar y llegar, estar en el patio seco, con las ramas altas; y volver, con vista al infinito, perdiendo lo vivido, por guardado para el siempre de la eternidad.
Galán el atrevido de costal y sueño, galana la moza en traje y espíritu, lozanos los equinos, galanes parabienes por tropezar un año más con Ella y ser capaz de traerla calle la fuente arriba o de llevarla sin prisa, y ufanos en la propuesta del volver, volver hasta que la sangre tenga cuajos para aguantar o se mustien los rosarios de médulas de hombre que nunca se gastan.
Reina el rumor acalorado de la vuelta cuando los ojos se han ido a los espacios del pensamiento y el cántico se reanima a golpe de lloros y el tractor avanza como esquivo. En la soberbia, el tiempo desdeña la facultad de los mayores que han soportado años en aquella ingesta de penas, volver puede valer una ida más o quizá un adiós de nunca, pero vale más la mirada.
A volver vinieron las aguas de siempre, las primaveras nuevas, el chamariz, la tórtola, la paz y nosotros, porque de Coronada, ya se sabe, es la constancia.


Ramón Llanes

No hay comentarios:

Publicar un comentario