PACO
JIMÉNEZ
Paco
ya ha cumplido las edades del tiempo pero no las edades de los sueños, le queda
aún un largo trecho para acabarlas; porque sigue en el empeño de las utopías,
sean de fuera del alma o de dentro de la lírica. Enseñó lectura y ansias de vida
durante varios lustros y ahora es más poeta que siempre y más cantor que nunca.
Su música es el poema y su limitación no existe, al ponerse en el tajo del
flamenco añade el signo particular de lo “almonteño”, con el deje, el son, la
chispa, el compás y la magia especial de la marisma.
Estuve
con él una noche rara, de esas de tertulias y le pusimos radio de por medio y
allí contuvimos algunas emociones y desplegamos otras tantas. Paco es claro y
no pretende notoriedad si absorbencia; es evidente y no se conforma con
parecerlo; es normal y lo ejerce. Ahora le ha dado por entretenerse, otra vez,
en su tiempo de luz y anda absorto en todos los ricos resquicios de ella con un
traslado insinuante al libro. Y ya es un libro más, para su patrimonio, para su
deber de contribuir como poeta a ensalzar para el mundo la mejoría que
necesita.
Y
sobre todo Paco es un tipo noble que ennoblece toda la amistad que toca y por
tal motivo es más merecido. Os lo dejo.
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