QUÉDATE
Quédate,
mi
puerta abre siempre hacia adentro,
la
cerradura es una flor,
la
llave no es de oro.
Quédate,
el
ruego lo encontrarás en la mesa,
el
pan está adornado de hormigas,
la
casa huele a mar de noche.
Quédate
hasta
que rían los cristales,
hasta
el encuentro
con
ropa sin atar.
Quédate
yo
llegaré con el alma.
Rll.
8/2011.
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