SONETO A LA BODEGA RAMIREZ
Huele
a mar de mistela y manzanilla,
a
búcaro, barril y salazones,
al
rito de tener conversaciones,
a
duelas, a venencia y a morcilla.
A
gente de sosiego, a paletilla,
a
cántaro, solera y mejillones.
Huele
a barro de luz de bodegones,
a
sal, marisco, cal y ensaladilla.
Y
huele, por oler, a casta vieja,
a
lugar de templanza y “Piterilla”,
a
palio de bohemios y parejas,
a
queso huele, a vino de capilla,
a
Vito, malecón y enredadera,
con
Paco en el recuerdo, ¡a maravilla!.
Ramón
Llanes. 15-3-1996.
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