RAMÓN LLANES

BLOG DE ARTE Y LITERATURA

lunes, 28 de febrero de 2011

CALAÑAS. CASA DE LA MÚSICA JOSÉ LIMÓN. 28.2.2011

domingo, 20 de febrero de 2011

AROMOS DE THARSIS. FEBRERO 2011

A JUAN ANTONIo


Aún no era tu tiempo,
el tiempo no estaba en su sitio,
los Reyes de Tharsis vinieron a traerte
y te llevaron.
Y no contaron con tus padres
ni con Caty ni con Sandra ni con Lorena
ni siquiera contaron con Yolanda ni con nosotros
que te creíamos en otra tierra
y no en la eternidad.

Te has llevado contigo el sabor de lo dulce
y el misterio del dolor
para enseñarnos, quizá, que te faltaban
treinta y seis años más de vuelo y esperanzas.

Que el existente Dios tenga la valentía de tenerte
en un lugar más apreciado que este
para que no le tengamos en cuenta
que te haya destrozado la vida
sin ponerle toda la luz de futuro
a quienes tanto amabas,
inestimable amigo Juan Antonio.





Escrito por Ramón Llanes
y leído por Miguela Fernández de la Cueva
en el Pregón a Santa Bárbara
en Huelva el 6 de mayo de 2009.

SAN CALENTÍN 2011. AMIGOS DE S.D.

miércoles, 9 de febrero de 2011

TARDE DE LARA

TARDE DE LARA


A José Manuel de Lara, en su homenaje de Huelva.

Este momento ya lo habían imaginado mis ojos. Ha sido largo el tiempo lírico del poeta para concluir que alguna vez habrían de llegar los minutos de gloria que cada cual merecemos, y más a los versificadores y a los pragmáticos de la palabra, y ya estaban inquietas mis delicadezas como barruntando cuando abrazara a mi profesor José Manuel de Lara como tal, como poeta y como amigo; pero abrazarlo desde este púlpito al que solo los privilegiados alcanzan, no por la heredad de la estirpe, que quizá también, sino por los méritos contraídos en versos y vida.
Para él todos sus tiempos fueron de gloria porque su gloria fue escribir y describirla y para nosotros cualquier tiempo que nos acercaba a su letra, era tiempo de gloria, por el significado de su obra, por la formalidad tan excelsa de sus maneras. Como el tiempo no llegaba me permití hacer un manojo de poetas “Laras”, como una biznaga de “Laras”, y los planté en un espejo que tiene la facultad de trasladarse a través del aire, en una tarde de no hace tanto, para que los tres juntos: José Manuel, Manuel José y Juan Carlos, a quienes me precio de conocer, entender y seguir con la pasión de un soldado de estos vicios, llenaran de poemas suyos, juntos, todo el espacio de Huelva minado por ondas mágicas que llaman visionarias y luego te llevan la imagen a casa en otro espejo negro donde aquel día salieron en color las vidas de los tres cálidos “Laras”, que sin apenas haber preguntado la fecha de nacer han escrito para ellos con los bolsillos silentes de luz y las margaritas en catarsis. Y tuve, en aquella mesa grande que también parecía la vida, tuve versos en Lara Mayor, para cuanto nos queda de supervivencia y algo más.
José Manuel siempre ha caminado huyendo de la dejadez, arrinconando a la prisa y con más prontitud que ella; tiene un paso ligero como quien sabe que alguien le espera; tiene más humildad que tiempo y no es dado a hacerse notar, le ha ido mejor la mecedora que el escaparate. Es, aún, un sueño sin acabar, porque de un gramo de palabra escribe una antología y sin embargo se ve más puramente reflejado en sus silencios. Como ya había imaginado que tendría que llegar el día en que la Onuba literaria y agradecida se rindiera a Lara, escribí, como ahora digo, que José Manuel de Lara es un poeta de culto. Y es también un hombre de culto, un ser casi inconcebible e irrepetible a quien hemos tenido la suerte de conocer y a muchos se nos ha concedido el don de su amistad. Nació en Motril y nació en Huelva, aquí se ha mojado los pies, aquí se enroscó su alma, aquí se volvió loco de amor y aquí está, como la luz o la sombra de un trozo de paisaje de esta tierra a la que pasionalmente ha amado y ama.
Alguien, esta tarde, tendrá que bajar a reclinar todas las miradas de excelencia, desde los pedestales, los jardines de Babilonia, las jarchas, los ornatos, la indomable juncia del sur; alguien del postín de un bohemio, de la riqueza de un solitario, de la bondad de un músico o de la solemnidad de una gaviota, tendrá que venir a ungir este lugar que desde ahora será tiernamente lírico por la presencia eterna del poeta Lara, quien diera honor al lugar, al espacio y al tiempo. Ese alguien será seguido por nosotros, los indígenas de esta lontananza, e iremos a los sitios del futuro a recitar versos de Lara, como quien hace papel, quien presta arpegios o quien reparte sal en el embarcadero.
Y todo esto viene a cuento de José Manuel de Lara cuya biografía cabe en dos renglones, imaginen: “José Manuel de Lara Carrasco, natural de Motril (provincia de Huelva, solo por hoy), casado, dos hijos, hombre, profesor y poeta”, no llega ni a dos renglones y casi ha bastado, con esto el mundo ya le identifica. Y existe otra biografía, aún más pequeña, apunten: “José Manuel de Lara Carrasco, poeta”, punto. Una inmensidad. Existen un millón de biografías más, “todos sus desnudos versos”, otra inmensidad.
Por apurar, por apurar, existe aún otra biografía, que comienza en el Motril de la provincia de Huelva y que no acaba, no tiene final, nunca, una biografía infinita, por donde merodean, besos, desencantos, miradas, tristezas, gozos, nostalgias, hijos, nietos, palabras, melancolía, madre, niños, escuela, plaza de las monjas, estíos…así hasta todo el imposible que es el inacabado ser de un poeta que acabó siendo poeta por propia voluntad y con el beneplácito reconocimiento de los suyos y de quienes hoy le tributamos un homenaje con orgullo por convertirse en referencia viva para soportar todos los venideros envites.
Este homenaje, hecho en prosa y verso, a su estilo, es un homenaje también con el punto indeleble del corazón de por medio; es un homenaje sin ombligo, sin vanidad, sin bambalinas, sin carteles de pared a pared porque es un homenaje del alma literaria de Huelva al alma inagotable de Lara. Mañana saldrá en la prensa una reseña para que no le olvide el olvido pero a partir de mañana mismo la reseña volverá a hacer raya pura en calidad sonetista entre todo ser que guste de poesía y otras jergas. Y nuestro Lara, desde la solícita creencia de la amistad, andará verso a verso los tejados de nuestras memorias y desde la búsqueda traerá el placer que conlleva saborear su obra con la emoción de saber que es nuestro.
Amigo José Manuel, a principio de los sesenta me enseñaste las primeras normas de la poesía, ya en los setenta nos encontramos de nuevo e iniciamos el mimoseo de la buena amistad y desde siempre he sido discípulo de poeta, bebiéndome tus sonetos, con la rabia de un principiante, quedándome la satisfacción de haber aprendido, al menos, a decirte hoy que me entusiasma estar aquí, contigo, con los tuyos, con los poetas de Huelva y con la gente de este ritual, para nombrarte con agradecimiento y grandeza, con la cercanía de un amigo del alma.

Ramón Llanes. 3 de febrero de 2011.