RAMÓN LLANES

BLOG DE ARTE Y LITERATURA

viernes, 29 de enero de 2021

QUÉ ES LA PAZ

 

 

QUÉ ES LA PAZ


Qué es la Paz si no la misma vida

completa de concordia y emociones,

sujeta en los extremos por razones

y exenta de conflictos y de heridas.

 

Qué es la Paz si no savia atrevida

en sentimientos y pura en condiciones

libres magnificadas de pasiones,

con solvencias de amor enriquecidas.

 

Qué es la Paz si no el mejor sustento

del alma,  olvidado de violencias,

sin sustos, sin malditos pensamientos.

 

Qué es la Paz si no la dulce experiencia

del bienestar y del conocimiento,

 qué es la Paz si no nuestra conciencia.

 

Ramón Llanes

30 enero 2021.

Día Internacional de la Paz.

VEN

 


 

          VEN


Ven, súbete al estero

y hagamos juntos barquillos de papel

con versos y palabras,

vente un rato al aire,

desde allí son distintas las distancias

y distantes los barcos,

ven a remar el primer sueño

de tu nostalgia,

súbete a la luz, deja tu rompeolas

y tus mareas, déjalas quietas

en la sombra del miedo,

vente a la tierra

sin zapatos de fiesta,

solo con el pudor y la esperanza,

ven a conocer  cómo nos amamos

y cómo nos sorprendemos

con una mirada.

Ven, y lo demás

déjalo de mi cuenta.

 

 

Ramón Llanes. MAR IN VERSO.

CONCUMIDORES DE SUEÑOS

 CONSUMIDORES DE SUEÑOS

 

                Aún a estas alturas de la vida, con la longitud extrema, la altitud infinita, la medida larga y los recuerdos acumulados, existen razonables dudas sobre la exacta determinación de dos conceptos que persiguen los gráciles eventos del gremio humano; no aparecen definidos los parámetros que identifican con nitidez realidad y fantasía. Los ensayos sobre estos dos conceptos aportan innumerables conclusiones que no vienen al caso porque de cierto el mundo se mueve apaciblemente entre ambos sin desmerecer al primero ni acoger al segundo o viceversa.

                Por este lateral de enero, con frío al trapo y abrigo al uso, se cuelan los cuentos con sus cargas ruidosas de fantasía, se preservan sueños ingenuos, miradas únicas, abrazos íntimos y emociones vestidas de ropaje mágico para solventar  acaso que es invierno o quizá que la historia inmortalizara modos de realzar la vida. De ahí la proliferación de invenciones amables que inyectan ese mínimo de estrés optimizado que produce favores de sonrisas, otorga animosidad para continuar la senda y enseña una expectativa que confirma la complicidad en el reparto de las actitudes benignas. Es así: realidad y fantasía hechas desde la conspiración de los deseos formando ese consumismo de sueños que tan celosamente conservan los tiempos sin apenas defecto y con la virtuosidad de la sorpresa.

                De hecho vinieron seres a poner prendas en la ilusión y regalos en el alma y de hecho el giro del globo olvidó magia en otros lugares; el capricho de la extravagancia en la distribución de los sueños suele traer olvidanzas y descuidos. Y de aquellos que duermen en la loa de una realidad desahogada dependen los contratos solidarios para aquellos otros que la sueñan. Se echa en falta aún mucha realidad para extender la fantasía o acaso a la viceversa.

 

                Ramón Llanes

jueves, 28 de enero de 2021

LAS CIUDADES SON LIBROS

 LAS CIUDADES SON LIBROS

Vivo con el deseo abierto e imposible de recurrir otra vez al festín andariego por esta Onuba humilde y cálida que nos envuelve la estrategia del vivir de una manera tan subyugante como tierna, que más que ciudad parece cuna acogedora, que está siempre abierta para nosotros y nos tributa la calma y nos enciende sus luces de la mañana poniendo cada brillo en cada esquina, cada esquina en cada brillo. Y se ha entristecido.
Esta, mi ciudad, mi Onuba tranquila, mi mecedora y mi tambor, mi sueño y mi estampa, esta mi ciudad con tantos reflejos de tantas gentes que me gustan, esta ciudad es la que admiro, adoro y me emociona.
Me apetecería - siguiendo la consigna metafórica de Quintín Cabrera de “las ciudades son libros que se leen con los pies”- hundirme en los huesos corpulentos de mi ciudad y dedicarle mis horas a leerla con los pies, a manosearla con mil miradas, a intentar detenerla en la claridad del tiempo para mi íntimo hedonismo.
Y tenerla en cercanía, distinguirla en los geranios de la calle botica y en sus bellezas; Onuba es una conspiración religiosa y es, como no, un enjambre de luces; huele a café recién hecho, suena el agua de la fuente, Colón mira hacia su horizonte, las palomas buscan el continuo tonteo de su picar, el cielo es un mantel subido de azul y los colores mastican las ensoñaciones del paseante. Será mi festín conocer de nuevo los pensamientos ocultos de mi ciudad Onuba, que alguien me cuente su amor, las plazas me cuenten su armonía, el silencio me cuente su bulla, las páginas en blanco me cuenten su ansiedad.
Mi propia apetencia quiere volver a hacerlo.
RAMÓN LLANES

lunes, 25 de enero de 2021

TODO

 

            TODO

 

 

Todo agua y azul,

todo azul y agua,

todo constante y fiero,

todo jalón y estero,

todo saber de calma

todo sin agujeros,

leva sin minutero,

espacios sin algas,

planicie sin oteros,

con horizontes nuevos

solos el mar y el alma.


Ramón Llanes (De Marinverso)

domingo, 24 de enero de 2021

EL RETORNO

 EL RETORNO.

 

Estoy hecho a la melancolía

de tanto cenar tristeza;

convengo perder la tarde o pararla

o devolverla. La noche lastima

cuando no es festín,

cuando todos se dejaron el recuerdo

en la sombra, todos ellos, los buscados,

las ninfas, las ráfagas de aire.

Huele en la mesa a restos de crisantemos

y adquieren un color parduzco

las hortensias, ni se oye la vida.

 

De leyes son aquí, digo en el estrado

inquieto del alma, las alfombras

para desentumecer los tilos que trepan

por los nervios y las escamas. No alcanzo

la hora del retorno, la memoria

me nombra las letanías del pródigo

y me tiende tu nombre sin manos,

sin aviso de llegar. Y se me hace

todo tan alto y se me olvida tanto

la distancia que han usurpado tu linde

las demás pertenencias.

 

Se resume mi equipaje

en  melancolía.

 

Distingo el horizonte solo por la luz

que se difumina entre las sombras,

el extraño fugitivo que huye de huir,

se tumba en la carga del destino

y araña las líneas rojas

de un perfume perdido

en la contienda de esperarte.

R.Llanes 

MI PADRE

 

MI PADRE

(A la ternura sabia de mi padre)

 

 

Murió una sola vez mi padre

y tengo en la memoria

como si hubiera nacido

treinta siglos cada día.

Al pulso calmo

de su calmada conciencia

prendo esta libertad

de no olvidarle.

 

 

Ramón Llanes.

sábado, 23 de enero de 2021

CIUDADANO DIEZ

  

 

CIUDADANO DIEZ.

Desde casi el principio de la democracia, -cuando conseguimos el derecho a elegir a nuestros propios gobernantes-, ando metido en esa difícil reflexión de que los políticos reflejan el nivel exacto de cada sociedad, que dan talla o desmerecen de acuerdo con la procedencia o la genética social. No es exigencia lícita pretender políticos diez en una sociedad de nivel seis, tampoco es lícito la viceversa. A este hilo me aumenta en el usufructo del pensamiento la reflexión cuando capto en noticias las manifestaciones ciudadanas en muchos foros, pueblos, ciudades y medios en protesta por la escasa calidad de los políticos que nos rigen, mostrada la incompetencia por las innumerables tramas urbanísticas y chanchullos en que se encuentran implicados. El ciudadano se queja de la alteración social que los dirigentes provocan y entienden que están elegidos exactamente para lo contrario.

Me pregunto si a nuestra sociedad le corresponde cuota más alta de excelencia en políticos y si la actual se refleja desde la propia sociedad representada. Me asalta la duda, en momentos me inclino por pensar que tenemos una sociedad limpia y en otros me decepciono. Indico que aunque así fuera el representante debería ser el elemento ejemplo y ejemplarizante de la misma pero al ciudadano también. Si una exigencia mutua de heroicidad.

Es aceptable y lógico que la ciudadanía aspire -en ella y en políticos- a ciudadanos diez en todas las partidas, es lógico que se exprese el descontento, que se requiera una gestión exenta de corruptelas y aprovechamientos personales,   que alguien ponga chinitas en los zapatos y se alíe con la excelencia. No es así aún a nivel general pero llegará el momento de las rebeldías de los consumidores, de los autónomos, de los propietarios de vehículos, de los fumadores, de los desempleados, de los honestos y de la parte más decente de la sociedad, llegará el momento de una conspiración democrática para evitarlo.  Esto puede valer para  un viernes o una elección pero debe valer para todos los días.


                                                                                               Ramón Llanes. 

viernes, 22 de enero de 2021

LA COMPRA

  

LA COMPRA

 

         Una visita al mercado nuevo que se atestó de compradores desde bien temprano, algunos simulando curiosidad y otros desabrochándose la prudencia. El bullicio no se consumía con el tránsito y el público era el espectáculo. Como una obra, un teatro de comedia traído al escenario menos usual, decoración de frutas, fondo de carnicerías, frescura en la inercia y vendedores de avío que entonaban una canción de súplica que más parecía el reclamo de las aves en tiempos de celos. El montaje se perfeccionaba con las miradas atentas, las colas en los puestos limitaban libertad y la escena transcurría al hilo de un argumento con el mismo guión de todos los días.

         Emocionalmente la compra no aportaba estímulos ni quitaba adrenalina, el entusiasmo estaba en la escenificación. Todo en el sitio real, todo abierto, propicio para la espontaneidad, sin previsión de un resultado  y sin causa ni reglas. Una obra sin planteamiento nudo y desenlace pero con toda la ortodoxia requerida; una obra sin drama ni comedia, sin protagonistas ni aplausos. A merced de la improvisación pero con la armonía singular de la sorpresa.

          Un lenguaje unívoco personado en la emblemática consistencia de lo cotidiano sonando en tono mayor, perceptible y grato que parecía la banda sonora de la obra; luces naturales colándose por enmedio de la plaza, un olor fuerte a salud haciendo de perfume del foro, los actores imaginarios, los precios, los encuentros, los colores tan excitantes de las especias, la dulzura de la mañana del sábado; el entorno tan parecido a la vida, tan perfecto, tan poco solitario y tan seductor.

         Endulzados los compradores por la persistencia del cumplimiento del deseo -por merecer una excusa-, este ágora medio irreal se hizo leyenda al poco que las puertas del mercado silenciaron la escena, el director inexistente ordenó bajar la claqueta, la tramoya se oscureció y la función dio paso a la otra realidad, supuestamente más imaginada.

 

         Ramón Llanes. 

jueves, 21 de enero de 2021

BAILAMOS?

 ¿ BAILAMOS?

 

 

         El baile ha comenzado. Los asistentes visten de un riguroso blanco, las paredes son altas, transparentes y con preciosas cortinas, la orquesta tiene un director de agrado. Hay muchas gentes, muchas, una lista grande de gentes que aspiran a entrar en la danza, y quienes han organizado este evento del baile  permiten más personas y la música rompe gratamente el silencio y se hace solemnidad de convivencia en la sala; todos visten de un riguroso blanco, todos han quedado lejos del murmullo lloriqueado de la infamia.

         La vida ha comenzado. Hay un hilo sin límite que une unas historias con otras hasta llegar a un punto de extensión inusitada, todo atado a un sueño. Han entrado en la vida de aquí, -en esta de pintores excelentes y humanos en general con altos grados de inteligencia-, gentes de otra gleba, de la de arriba, que no conocen cómo se enmienda un entuerto ni de qué color son las miserias; y han empezado a romper sueños, a callar la música y a imponer una melodía de palacio ininteligible para estos soñadores.

         Y el baile se volvió un caos de trampas que los sonrientes y soberbios poderosos de la gleba alta pusieron en las escaleras, en las puertas y en los asientos; aquello enloqueció, y era la vida más que un baile de tristes, se confundía la vida con el baile, el baile con el paisaje, la trampa con la vida, se confundían ellos que creían pertenecer a la solución y chocaban con el problema hasta que el baile y la vida acabaron siendo miles de problemas para los asistentes al salón. Había gentes, muchas, muchas personas en clases de desolación de cuatro a diez pidiendo otra danza para otra vida; ellos acosaban y mandaban y suprimían y amenazaban con matar el baile y nadie pudo enseñar sus pasos y sus movimientos; y nadie pudo avivar su melodía de vida y sus sueño de bienestar y capacidad para participar en la canción que iniciaba la alegría del baile de sus vidas. ¿Bailamos otra vez?.

 

 

         Ramón Llanes. 

martes, 19 de enero de 2021

EL DULCE ENCANTO DEL RECUERDO

 

EL DULCE ENCANTO DEL RECUERDO

 

 

         Pasear o divagar por la nostalgia conduce a un tiempo anterior, ya consumado, desde donde viramos con cierto placer nuestro timón de vida y desde donde ponemos ahora la sutilidad en el engranaje que quizá faltó cuando ocurrió. El tiempo tiene la extraña capacidad de convertir todos los acontecimientos, los envuelve en un paño especial y nos lo presenta en una nebulosa blanca para que parezcan un regalo; a nosotros nos altera la memoria y nos desfigura el gesto, nos traslada al recuerdo de un día de besos o una tarde de risas, nos lleva del error al amor con idéntica magia, nos sostiene todo el pulso del futuro como si de una estructura se tratara.

         Y recordar se nos hace agradable, dulcifica el semblante, alegra la corpulencia del espíritu y domina gran parte de los sentimientos. No existen sentimientos ni proyectos ni voluntad ni odio ni envidia ni maldad ni provocación ni mentira ni amor, sin recuerdo. Y es sin embargo la memoria la que, sin inventar, guarda lo genial y lo trágico, quizá en la misma neurona; quizá  si ellos mismos supieran podrían entenderse en ese interior o quizá lo hagan.


Ramón Llanes.

lunes, 18 de enero de 2021

ALGO TAN ABSURDO COMO EL HAMBRE

 ALGO TAN ABSURDO COMO EL HAMBRE

 

 

            Anda por ahí el hambre estrangulando vidas sin dañar siquiera una simple conciencia. Los estudios demográficos y sociológicos apuntan que es suficiente el alimento que se produce para satisfacer todas las necesidades de la población, que solo la falta de imaginación y solidaridad evitan una redistribución más adecuada de los recursos; significa, según los estudios aludidos, que el planteamiento primigenio deba modificarse a fin de conseguir lo que las organizaciones humanitarias vienen demandado. El destino de las riquezas, que es la plusvalía que genera el trabajo, ha de ser aquel otro mundo que parece juega a morir en nuestro anverso, sin una atención preferente ni una gota de nuestro compromiso.

            En nuestro estado de bienestar las cosas se discuten hasta la saciedad menos el hambre de los otros, ese distintivo no lo llevamos puesto, se nos olvidó en la mochila que hace tiempo dejamos en nuestra indiferencia. Para qué nosotros!, nosotros no somos poderosos ni gobernantes, no tenemos responsabilidades, no podemos exponer nuestros valores; que busquen a otros con perfiles distintos, que busquen entre los héroes que se gastan los sueños luchando contra mil mundos como el nuestro para solucionar el hambre en un mundo maldecido por la ignorancia.

            Mañana llegarán inmigrantes a nuestras playas, se habrán puesto de frente al miedo y habrán conseguido alcanzar una parte pequeña de ese sueño grande; mañana mismo el sentimiento de muchos habrá cambiado desde su propio valor y nuestra sociedad mirará el noticiario a la hora del almuerzo para acaso derramar un suspiro de pena hacia los recién llegados; mañana mismo nos habremos desocupado de ponerle valentía a la esperanza. Somos muchos, demasiados, y tenemos un poder económico repleto de fórmulas capaces de acabar con toda esta lacra indigna que algún día nos soplará el cuello y nos colgará la culpa personal para descrédito de las generaciones venideras. No entendemos de responsabilidades pero sabemos entender cuándo el hambre nos avisa. Solo era eso.

 

 

            Ramón Llanes

domingo, 17 de enero de 2021

AHORA QUE NADIE ME VE

 

AHORA QUE NADIE ME VE

 

 

            “Es temprano, el mundo está dormido, la Navidad consiguió encender los sueños de altas horas hasta que y se infectó de cansancio la alegría. He salido a la poca luz del alba a esperarla con impaciencia, estoy sola y puedo hacer y deshacer a mi modo; ahora que nadie me ve me apetece hacerle algunos retoques al mundo, a ver cómo me queda.

            Le daré la vuelta, los polos serán el centro de la tierra, las aguas ocuparán los espacios inertes, las montañas serán valles profundos, los valles se llenarán de nieve blanca todos los veranos, la luz se hará dulce todos los días y amielará los campos y las conciencias, pondré al sur toda la vida, reuniré los animales para una fiesta épica en los aledaños del entendimiento. Los hombres se conocerán y sus tiempos serán calmos y apacibles, no existirán la valentía ni el desánimo, acabaré con los odios y las contiendas, será obligatorio respetar los sueños pero se acabarán las utopías por lograr cosas imposibles porque todo será posible; seremos del universo y de las constelaciones, formaremos parte de los ciclos siderales y se limitarán las desesperanzas y las hambrunas hasta desaparecerlas; moldearemos el tiempo a nuestro único antojo, mañana podrá ser también ayer y “nunca” dejará hueco a “siempre”.

            Volcaré la verdad, -una única posición de la verdad- en los pensamientos y en las actitudes, preveré la inacción de la oligarquía, la dictadura, la dogmática y la fe;  se irán de esta esfera los cobardes y los valientes, ni cielo ni invierno limitarán las conductas, ni avaros ni esclavos ni dóciles tendrán sitio resguardado; ampliaré la decencia hasta la satisfacción plena.

            Una cadena de pensamientos recorrerá de lado a lado las inteligencias humanas para dotarlas de los emblemas necesarios, será todo como más nuevo, con adicciones obstinadas por la razón. Y olvidaré concederle estrados y poder a quienes nos faltaron al respeto creando diferencias y aumentando desconsideraciones por nosotros.

            Cubriré así la primera página y prepararé tiempo y esquemas para la próxima vez que se duerma el mundo y se me permita diseñar”. Pensó el hada.

 

 

            Ramón Llanes

sábado, 16 de enero de 2021

DON NADIE

 

DON NADIE

Muerto pero mío, encerrado, tímido, loco; perdió los papeles del paro, acarició la escalera, volvió a sus sueños y desapareció luego de haber comprado pastillas para el olvido.

De pronto durmió tres noches en la soledad de la ausencia, calle arriba, sin cansancio ni futuro. Ahora piensa que ha llegado a ser un importante Don Nadie en el suburbio de los miedos y canta que se ama, muerto pero mío; su decencia le impidió deshacerse de presente y tiempo. Su educación, depurada y técnica, como una obra de Velázquez, le aprisiona en ámbitos de bienestar que tal vez tuviera en vidas anteriores; es un genio de la falacia, un trincón honesto con tripas de algodón que no acusan los golpes de la calle, es un bufón de los credos pero sigue con su cartel de don nadie colgado en los ojos.

Si hubiera elegido ser cartero, aún estarían las cartas en el buzón, sin entregar, sin abrir, solo observadas y vistas por él; si hubiera sido payaso contaría las verdades de sus semejantes y las mentiras suyas; si hubiera aprendido a leer sería un inculto con certificado de primaria; si se hubiera dedicado apasionadamente a la política habría llegado a lo más alto, sería senador, portavoz, presidente de varias comisiones, llevaría su nombre una plaza del pueblo y se jactaría en los foros más íntimos de cobrar dietas dobles y tener cinco amantes. Pero eligió vivir y se ha quedado en carcelero de sí mismo, más don nadie.

Ni a dormir que se pusiera le respetaran las moscas; ni para romper un plato han de llamarle al brete. Está , pero es opaco, inocuo, pusilánime, aire.

Ni le envidian ni envidia; ni le buscan ni le aprecian ni le echan de menos. No le vieron en la segunda instancia rellenando la página del placer, se quedó en los renglones de saber sonreír y a eso se apega, fanático. Acaso usted le viera en la tarde semipálida del jueves, esbozando palabrerías repetidas, anunciar que había decidido ser galán en un documental sobre El Serengueti; no existe otra constancia de su marcha salvo un graffitis en rojo a la puerta del último lugar que fuera su paradero, donde imprime “muerto pero mío”, con una firma que dice “don nadie”, y olvido.

El público se ha desentendido de su existencia, - en el transcurso de su sueño-, claro.


Ramón Llanes.

jueves, 14 de enero de 2021

IMPORTANTE

 IMPORTANTE.

Hoy, que no celebramos cumpleaños ni onomásticas, que no es el día del patrón de nuestro mundo, que no tuvimos la suerte de cara con la primitiva, que nadie nos ha dicho “te quiero” esta mañana, que aún no se escapó la sonrisa que llevamos guardada, que las noticias recibidas son un terror, que la mirada que se espera viene con mucho retraso, que los amigos siguen ocupados, que no es luna llena, que no tenemos algo importante que hacer, ni decir, ni cantar, hoy que es un día normal, de invierno, camuflado, frío y medio tristón, un día para casi nada, hoy, que amanece anunciando sol y que será corto, hoy tiene la culpa de que estemos aquí con el futuro en el pensamiento, sin saber que nada sería igual si tú y yo no estuviéramos, que sería quizá de otra manera pero no así, como es, porque tú y yo ocupamos este espacio y somos hoy muy importantes en la normalidad de vivir, de amar y de encontrarnos. Hoy que es buen día para no olvidarte.
Ramón Llanes

martes, 12 de enero de 2021

HORAS MUERTAS

 

HORAS MUERTAS

 

 

         El tiempo, ese prodigio de la vida, criba toda memoria; el tiempo es el dueño de la anarquía y de la soledad. Las horas le transitan y le miden las distancias, siempre ajenas a la libertad y al acomodo; las horas nunca bostezan ni se retrasan ni se quejan, cumplen con el devenir en un absoluto silencio. Están vivas hasta que una exigua pereza dominadora las hace muertas para conformar idiosincrasias del ocio.

         Horas muertas en los entornos de las tardes del estío, como rito y adoración  a las dolencias del sopor que alientan la apatía y convierten en inocuas las esperas hasta que al sol se le ocurre desenfrenarse y colaborar en la inercia para rumiar la actividad y desadormecer los músculos, tan ineptos en las sombras, tan placenteros en el sosiego. Parece que todas las horas son muertas en momentos determinados, que el tiempo se ha dormido y los solícitos humanos dejan de actuar al compás exigido, ajenos a la importancia de la escena y cansados de dedicarse a solventarles el bienestar a unos pocos, tan tardíos en despertar y tan calmos en el vivir.

         Dicen los mayores que las horas son para el confort, para domesticar los fracasos y distinguir mejor lo soñado de lo real. Las horas -supongo- intervienen en los ciclos y los hacen extensos o cortos, los desafían, los deterioran o los dignifican.

         Yo no sé de las horas muertas más de lo vivido. Sé que intento huirlas aunque no con desespero; sé que la farándula de este circo viviente se alía con excesivo apego a su culto y las conciencias no resaltan precisamente por el descubrimiento de nuevos caminos y los modelos ejemplarizantes no se insisten hacia el bienestar colectivo; y dicen los mayores -que saben mucho de esto- que las horas muertas duermen amargamente a las memorias y fortifican el desconsuelo pero que ellas mismas tienen su mágico antídoto para fundirlas en tiempos de ajetreo apretando un solo botón de la voluntad.

ENCUENTRO CON LAS LETRAS.

 ENCUENTRO CON LAS LETRAS

 

 

         Mi profesión de individuo me obliga a estar ligado a la costumbre de leer, escribir y hablar, todos los días, en todos los trazos del día, en todas las crecidas de luz o llovizna que presente el día, cualquier día. Soy una especie de noria dando siempre vueltas al mismo círculo. También a ratos, vivo otra armonía, con la misma pasión.

         Luego de ver reportajes de ostentación me pongo en mínimos. La sociedad que comparto es luenga y culta, menesterosa y alegre, vital e imprescindible, pero la sociedad que me enseñan en el noticiero no tiene estos cánones, se desenvuelve en la prepotencia, la insatisfacción, la obsesión por el copiado de seres de aquello que poseen otros seres. Y se me viene el alma a los pies. Mientras ellos acumulan soberbias y palacios yo, -y mis colegas de foro y calle- acumulamos letras, palabras, miradas, una copa, un resultado, un mecanismo de defensa para sobrevivir con lo justo entre los justos.

         Ya tengo edad para darme cuenta que habré sido un poco tonto dedicándole tanto tiempo al alma y muy poco al “tener”; que aquello poco que se alcanzó reunir fue más con capital prestado que con inversión poseída. Habré sido, insisto, más tonto que Abundio y en cada día que me falta, -ahora que ya no tiene remedio porque ha mermado mi capacidad de ganancia- me propongo cambiar. Pero mis amigos de culto, con quienes desmenuzo mis sentimientos y la vida, están en idéntico plano, se han vigilado más en el “adentro” que en “afuera”; y eso me hace continuar en esta misma onda, aunque de vez en cuando me venga un arrebato de conciencia capitalista y mande las letras al garete. Los tantos nombres que pueblan en rojo de afecto mi agenda, los tantos consuelos que llevan las palabras y las tantas satisfacciones que me han dado los versos me hacen desistir de  buscar un mundo que no sea onírico y que esté más allá de las letras que comparto con los míos.

 

 

         RAMÓN LLANES.

domingo, 10 de enero de 2021

DEL AMOR Y OTRAS OSADÍAS

  

DEL AMOR Y OTRAS OSADÍAS

 

 

            Para no desviar la mirada que la insignificancia del destino deja en el sitio justo, para buscar esa extraña sensación que rompe los huesos, ¿será original quien no ama?, la ruta del deseo está escrita en el primer cuaderno de la vida; dicen que las motivaciones se suceden en el entorno del camino; a quién amar, a quién entregarle un sentimiento nuevo para que no sea entendido. La prenda no es la virginidad, es el propio sentimiento que se ha guardado con pulcritud de sagrario para cuando se hubiere de solear y se encontrare destinatario perfecto capaz de compartirlo; será más íntimo el sentimiento.

            Del amor hablamos en la trena y en el campo, del amor son la palabra y el verso y las muchas verdades y la soledad; del amor es la osadía de vivir con hambre amorosamente desnudo en el golpeo de la lluvia y del amor la locura, todo cuanto arranca la valentía del entendimiento para perseguir o estar con la persona amada. Del amor son las utopías y el alpinismo, el orgullo y la insensatez.  Qué haremos los gremios incivilizados si en el alimento del cotidiano vivir se desprecia el amor y las sopas son solo sopas que sorprenden en el primer calentón y después se enfrían por la incontinencia. A qué estarán predestinados los seres que han creado mil formas de amarse, en qué mundo cabrán los desechados de la orgía sensual que produce la emoción de vivir en apareamiento.

            A estos perplejos consignatarios de placeres les minará de inconsciencia el predictor de amores y acabarán por huir calle abajo del mundo con la sola intención de desaparecer de algo tan inútil como su casualidad de saberse inocuo para amar, para ser exageradamente amado. No será posible mientras la pasión tenga protagonismo en este teatro fugaz llamado vida, no será posible que los humanos renuncien a tal sublimidad cuando pende tanto bienestar sin  más osadía que la entrega, sin otra joya que una mirada.

 

 

            Ramón Llanes. 

LUZ

 

LUZ

 

                Si ayer te llamabas Carla, hoy te llamas Laura y mañana te llamarás Marina no te tomaremos en serio, te diremos loca, veleta, irresponsable o inmadura, nunca nos fiaremos de tu belleza, de tus palabras ni de tus citas, te entenderemos como un juego que tú misma inventas para jugar o burlarte de nosotros.

                Como tú, Luz, que te has llamado abuso, puerta giratoria, promesa;  hoy te llamas precio y nunca has sido derecho; hemos dejado de confiar en tu limpio calor, estás a años luz de sernos la calidez que merecemos, te han violado el nombre en todas las batallas políticas y ahora eres el juego comodín adonde cualquier imbécil fracasado tiene su asiento ardiente de pócimas de euros como premio a la ineptitud. Y te lo crees y regalas prebendas y te has olvidado de alumbrarnos con dignidad. Seguimos aquí, cerca del frío, por tu desorientado sentido del deber.

 

                Ramón Llanes. 10 enero 2021.

sábado, 9 de enero de 2021

AÑO DE NIEVES

 

AÑO DE NIEVES

 

                El ciclo avaro nos lleva al frío y es una condena, un desespero agónico se hace en el adentro más fértil de nuestro rechazo, el pasmo ocupa las colas del tren, hasta el panadero se enrosca para evitarlo; y mientras todo esto ocurre aquí donde los pobres tiritan yo me acuerdo de quienes, en el otro meridiano, sufren la inclemencia dolorosa del tórrido calor y se aclimatan con quejas al terror de la playa porque el verano se pronuncia más severo que otras veces y se achicharran creyéndose también castigados por la cruel naturaleza. No distingo para quiénes se destinan los bienes del refrán.

 

                Ramón Llanes. 9 enero 2021.

jueves, 7 de enero de 2021

FALTA ALGUIEN

 

FALTA ALGUIEN

 

                Una mesa preparada al uso de las opíparas cenas de antaño, el mantel guardado en el cajón de oro de la abuela, la cubertería de plata, el rigor en el vestir con los grandes escotes y la petulancia, podría ser el paraninfo de una efemérides definitiva en el acto de vivir. Todos fueron llamados en la parentela y los añadidos adláteres, el boato propio, el cuerpo esperando el festín, las lámparas de mármol y las paredes de cristal; ni una escasez, la ocasión requería el buen gusto y la disciplina imponía una teoría conductual afín al momento. Antes se pretendió inmortalizar la escena con una foto y nada se escribió de cuanto pasó después, solo que al revelar el carrete se observó que faltaba alguien en la mesa y se tardó un siglo en determinar que el ausente que no aparecía en el reportaje era el fotógrafo.

 

                Ramón Llanes 7.1.2021.

VERSOS DE BITÁCORA

 VERSOS DE BITÁCORA

Es la misma travesía,

los mismos átomos, los recuerdos,

el cajón de las herramientas, la cola,

los mismos pensamientos.

Hoy más larga singladura, más severa,

va quedando menos tiempo

escasean las fuerzas,

el agua es aún la misma.

El horizonte ha mermado el interés

del navegante, casi no ambiciona,

casi existe solo en la ilusión

mientras la ilusión es apenas una ola,

un semicírculo corto,

un gesto de la mar del deseo.

Desde la proa de la nada

asigno mis versos a bitácora

añadiendo la bandera del perdedor

con un jazmín al desespero.

Traen las aguas un triste olor

de atonía y miedo.

 Ramón Llanes.

 

miércoles, 6 de enero de 2021

NAVIDAD

 

NAVIDAD.


         Me dirigía tranquilo a mi quehacer diario; era Navidad y las gentes mostraban el mismo rostro de siempre salvo algunas excepciones; nos deseábamos felicidad de manera distinta a como lo hacemos el resto del año. Encontré hombres y mujeres que pedían una limosna para comer, un indigente dormía en el zaguán de una entidad bancaria con los pies al descubierto, llovía, tenía la cabeza tapada, eran poco menos de las once, nadie le prestaba atención.

         En el bar alguien pidió un desayuno con vehemencia amenazando coger una metralleta, nadie le prestó atención y se fue sin desayunar; llovía, muchas gentes caminaban sin paraguas, se mojaban sin pretender ser románticos; un chico joven, bien vestido vendía calentadores de marca desconocida, nadie le compraba; en una esquina estaba, como siempre, el vendedor de cupones que lleva un año sin dar buena suerte, la señora del kiosko de prensa tenía frío y estaba aburrida, con cara de tristeza, los bares son un reguero de público a la hora del desayuno, toman café con tostada, (muy típico); Una chica alta y rubia hablaba con su novio por el móvil, pasábamos, la oíamos, nadie le prestaba especial atención. Un moro vendía alfombras de las que no vuelan y nadie le compraba.

         Las conversaciones tienen exclusiva referencia a los desastres de la actualidad,  mi amigo se enfada; al salir, un hombre muy mayor me detiene y me pide que le preste dos minutos de mi tiempo, le hago poco caso pero le atiendo. Me ofrece, gratis, su mensaje para esta Navidad: “quiero ser feliz” y ni siquiera me pide que le sonría y nos despedimos sin creernos.

 

         Ramón Llanes.

martes, 5 de enero de 2021

SOY REY

 

SOY REY

 

                Me he despertado con una evidente sensación de realeza sin pretender dosificar tal figura y creerla como máximun  de ejemplaridad o mitificación, solo como una referencia “real” de mi pasión onírica. Soy rey de mis sueños perpetuos por un mundo sin reyes, sin alfombras rojas ni coronas ni privilegios. Rey del reino dependiente de mi vida de compartimentos libres para la estancia de la humanidad y la catarsis hacia un futuro sin desequilibrios. Y rey también de mi propia identidad como adjetivo del amor.

 

                Ramón Llanes. 6.1.2021

POR QUÉ NO SOY EL HOMBRE MÁS RICO DEL MUNDO

 POR QUÉ NO SOY EL HOMBRE MÁS RICO DEL MUNDO

Por mala suerte no soy el hombre más rico del mundo, lo he intentado un millón de veces con la carrera, con la guitarra, con la poesía, con los chistes, con las amistades, con los los cupones, con la lotería y con el amor; no lo he conseguido y al final he acabado siendo el hombre que más veces lo deseó. Y vengo a enterarme que el más rico se hizo vendiendo calcetines, incluso si se me hubiera ocurrido ahora sería el hombre con el almacén de calcetines no vendidos más grande del mundo. ¡Cuando se está de mala racha todo sale al revés!.
Ramón Llanes 5.1.2021

INVITACIÓN

 INVITACIÓN

 

                La época se presenta propicia para los eventos; en cualquier lugar hay una fiesta, cualquiera prepara algo en casa e invita a los amigos, las comidas entre compañeros se prodigan, las celebraciones son frecuentes, las bodas están reservadas para este ciclo; existe una maraña de acontecimientos que desentraña esa vida menos ajetreada convirtiendo en causa de cierta alegría este inmenso tropel de gentes.

                Pudiera parecer que se trata de promocionar las relaciones humanas que acaso estuvieran oxidadas después de un hosco tiempo de afrentas lluviosas, vientos incontrolados y sustos de tormentas, y es así la realidad, sin discusión, considera la experiencia. Algo de incerteza tiene la citada conclusión si a las tierras nuestras referimos o consignamos en tal apartado de haber vivido en clausura estaciones atrás; nada más lejano a los hechos, que por mucho que establezca lo dicho, de empírico o real, la verdad se sustenta en otras premisas. La sociedad donde habitamos, nosotros, los de aquí, hace vida callejera. Es todo el año un fluir de relaciones, de contactos colectivos desde donde se promulgan las leyes de la convivencia sin una imperfección. Es así, con soltura se destilan las amistades y se divierten el cuerpo y el alma a través de estas fórmulas tan sencillas de compartir conversaciones, cantes, comidas o fiestas con los más allegados que son quienes componen la piel que nos cubre el sentimiento y nos aporta la vitamina necesaria para continuar con menos espasmos solventando el placer de vivir.

                Que la invitación siempre traiga un arraigo o una agradable consecuencia depende del estado de recepción que cada cual formule pero se dan los acordes justos para que la sinfonía salga a pedir de boca. Que siempre en nuestras tierras son exageradas las ocasiones para la solemnidad de un encuentro o la delicadeza de un buen acto con amigos, y siempre acaparan tanta consistencia que ayudan a sobrellevar la fusta ingrata de los vicios crónicos que crecen en la otra parte de nuestras realidades, aquellas que en tales supuestos nunca nombramos.

                Me parece que escribí esto hace mucho tiempo y además en estío, ¡qué memoria!.

 

                Ramón Llanes. 

sábado, 2 de enero de 2021

GENTE LINDA

 GENTE LINDA

 

            A un aventurero que recorrió el mundo de manera casi precaria le preguntaron qué paisaje le sorprendió más y cuál fue la mayor de las emociones sentidas. Las gentes son lo mejor del mundo –dijo-. Y luego añadió las ayudas recibidas, las sensaciones compartidas, las sonrisas de los menos favorecidos. No encontró caníbales, gentes de mal, perniciosos, malvados, miserables; encontró amabilidad, humanidad, afecto.

            El mundo del aventurero es más extenso y amplio, nosotros discurrimos en un entorno pequeño y conocido, las personas que nos cruzamos pertenecen a nuestro magma de vida, somos los mismos seres con distintas casas pero ¡cuánta gente linda tiene nuestro pequeño mundo!, ¡cuánta mujer entregada, cuánto hombre incansable, cuánto niño alegre!. Bien pensado y bien valorado, el ser humano de nuestra cercanía es el más excelente patrimonio del que podemos gozar. El don preciado que complementa nuestra dignidad; ¡qué hacer sin él!.

            Los pueblos están repletos de complicidades, siempre existe alguien para consolar un desencanto, otro alguien para comprender un dolor, otro alguien para un aliento. La conciencia de estos seres imprescindibles no tiene parámetros ni niveles de exactitud, actúa con el impulso de los sentimientos y acude a una llamada no escrita de la ética. La gente linda mantiene el paisaje y consolida el amor.

            La parte más íntima de nuestra individualidad se alimenta –puede parecer- de autoestímulos personales pero siempre precisa de un empuje común que solo la colectividad aporta. Y la predisposición del ser como único y como colectivo es suficiente para diseñar, consolidar y restaurar todo lo que concierne al universo de las emociones y cumple a la perfección su función solidaria y reparadora. Gente linda.

 

            Ramón Llanes

viernes, 1 de enero de 2021

DE LO NEGADO

 DE LO NEGADO

Me han llevado los ciclos a la cima del tiempo, desde esta altura todo se distingue, se avanza en óptica y panorámica, es ocasión para negar lo efímero y lo amable, para deshacerse de criptas barrocas y de sentimientos acomodados, hemos dejado de ser los conformistas de la historia, conviene el cambio hacia un rumbo de rebeldías, un siempre NO a los esquemas, a los límites, al compromiso, a la distinción, a la elegancia, a la pesadumbre, al vicio de olvidar; el resultado de la bondad fue maligno, se nos extinguió el derecho a conservarnos imperdurables, rancios, esquivos a los mandatos y a la soberanía de cada sistema. No al propósito de mejorar, de gastar, de consumir horas sin límites, merecemos negarnos a lo sabido y montar andamios desde donde el mundo no parezca evolución, negarnos a poseer y a progresar a través del combate. De lo negado, del estío cálido, del humano amorfo, de lo estricto, huir, a lo ignoto, a la transversalidad, no queda misión más imposible y mejor antídoto para la vida.
Ramón Llanes. 1.1.2021