RAMÓN LLANES
domingo, 31 de octubre de 2021
MOMENTOS QUE AGITAN EL ALMA
MOMENTOS QUE AGITAN
EL ALMA
Fue en Moguer adonde fui citado
para realizar el brindis final en el 14 Encuentro de Verdes Escritores y
Creadores, fue allí cuando el muy ilustre y admirado José Manuel Alfaro tuvo la estimulante osadía de otorgarme El
Premio al Merecimiento Cultural de 2021, llenándome de más complicidad con la
cultura que a mí me viene de “perillas” porque la amo desde todos sus ángulos.
Por lo bien que me siento hoy y por agitarme el alma, gracias José Manuel y
gracias a Mairena y a cuantos conformaron el acto y dieron sentido poético a la
lluvia de ayer.
Ramón
Llanes. 31.10.2021.
LO QUE LA NOCHE LE DEBE AL DÍA
LO QUE
LA NOCHE LE DEBE AL DÍA
Me he fijado en tu cara de
sorpresa al verte llegar acomodado ya a esta finura del pensamiento haciéndote
en la gama impresionista del verso como un entendido más; me he fijado cómo un
casi neófito como tú, no hecho a esta extraña aventura de coquetear con la
lírica, ha desarrollado su ciclo experimental; me he fijado cómo habrán sido
los pasados momentos con el libro en el
armario y los amigos incitándote con la jerga de la impaciencia con aquello: de
qué va el libro, desconocía que dominaras también el arte de escribir, en qué
te inspiras, habrás escrito del amor, y tú con la media sonrisa, calle
abajo con un entripado de pudor en el ombligo y una mucha dosis de satisfacción
en el alma sabiéndote dichoso y respondiendo con un ya verás, no te lo
pierdas; me he fijado en estos últimos momentos de tus preparativos con la
encuadernación, las correcciones, celular en mano controlando los ritmos y te
he imaginado corriendo de acá para allá, con tus nervios a medio hacer y tus sueños
cumpliéndose; me he fijado en aquella tarde de cuando aun era estío y andábamos
con calzón corto por los andurriales del tiempo y me llamaras para solicitarme
opinión y yo te la diera poco después con un alegrón casi de susto por la
coincidencia y la complicidad en el sumidero de los versos; me he fijado en
todos los ciclos tuyos del antaño reciente, de cuando habláramos tanto de que
el arte está en las personas sin necesidad de uno u otro disfraz de escritura,
pintura, música o escultura; me he fijado en tus prolegómenos de zagal con un
montón de ilusiones que ahora reflejas en estos pájaros al vuelo; me he fijado
en tus colecciones de prosaicas verdades en la vida y de cómo en tus cercanías
de pueblo pusieras los mejores afectos; me he fijado que ya está todo dispuesto
en esta liturgia de la libertad de la palabra, la escena con sus sentimientos,
la efeméride condensada en el homenaje a ti mismo y a la obra que acabas de
finalizar y hoy presentas a los tuyos más leales, amantes de estar contigo y de
tus cosas; me he fijado en los motivos tan nobles que te han empujado a
empeñarte en esta grata aventura; me he fijado que aquí están todos, tus
familiares, tus amigos, tus zalameños queridos, las luces propias, los asientos
ávidos de gentes, la armonía que transmites; me he fijado que tu Carmen y tu
Vicente ocupan la primera fila y sonríen de placer aunque estén llorando por
dentro. Y yo aquí hablando y hablando.
Ramón
Llanes. Zalamea 28 octubre 2021.
viernes, 29 de octubre de 2021
MUJERES
MUJERES
Cada
vez más oscurecida la conciencia de los violentos, parece; cada día se abre una
tumba más, producto de incapacidades e intolerancias, parece; el mundo no
aprendió los mensajes de la vida, los hombres maltratadores no aprendieron las
consecuencias de la muerte, las mujeres siguen estando solas en la protección,
parece. No han ocurrido venganzas para que aumente en cada minuto la hostigación
y el miedo, las culpas no están repartidas y se centran en los mismos
ejemplares, parece; el hombre pierde valentía por momentos, se ciñe el terror a
una causa equivocada, las llamadas de atención son inocuas, parece.
Hay
un mundo por hacer, delante de los ojos se destrozan los amores a base de
insultos insoportables y los caciques de la brutalidad pasean su inmunidad por
las narices del universo sin esperar siquiera un reproche o una bofetada; es
significativa la luz que descubre los golpes y los arañazos que la noche pone
en el bello rostro de la mujer dormida. Nadie sabe hasta cuándo la omisión de
la sociedad por erradicar estas soledades, esta lacra extendida que destruye
sueños sin importar; hasta cuándo la incivilización sostenida con sus moldes
casi aceptados.
Apenas
un asomo de maldad debería aparecer el resorte social de condena, como un
mecanismo automático que respondiera antes del primer guantazo para enmudecer
el siguiente y nunca llegar al emblema del dolor. Existen medios para conmutar
la crónica intranquilidad por certidumbres y calmas. O habrá que inventarse
otra dinámica activista que incardine esta hiel maldita a momentos de
felicidad. Quizá se atreva el hombre a luchar contra sí mismo en terrenos que
nadie debe pisar y en respetos que otros no deben hundir.
Esto
es un almacén de convivencias necesarias donde a cada cual toca un día misión
de ser bueno o mejor y donde ningún cada cual aprisionado por la diablura de la
violencia contra otros seres tiene cabida para estar en los elegidos. Han de
saber de la repulsa anterior y la inmediata y la posterior y tener firme
conocimiento de convivir con seres iguales. Ay, si fuera posible fumigar
diariamente el aire contra la insidia de los pensamientos!. Acaso ellas
pudieran continuar soñando.
DE LO HUMANO
DE LO HUMANO
Arriesgarse
a escribir del temple en la calle treinta y dos de la manzana este del barrio
nostálgico de una ciudad vieja, con ojos en el puente que indica el paso del
río, los nubarrones en el sitio de siempre cortándose intencionadamente la luz
a la hora más fría del día más frío, costando una inmensidad poder calentarse
la única cacerola de la subsistencia, quedando helados los niños en el salón
sin cortinas y lleno de miedos, arriesgarse es notorio. No hay luz en casa,
vinieron a desarmarla, se llevaron el calor y dejaron más miedo, se quemaron de
indiferencias, cerraron las puertas para que no entrara el frío que ya vivía
allí y tropezaron también con el hambre de enero en aquel almacén de cuerpos
inanimados por la dureza de la insolidaridad.
Falta sangre de cero negativo en un
hospital del barrio nuevo, aquel que se divisa cuando se cruza la rotonda de la
escultura de un militar condecorado, un sitio donde se padece la multiplicidad
del dolor que se quema y contagia de dentro afuera como una cascada de fuego,
allí mismo, en ese hospital donde tantos sueños se quedaron, donde no han
cortado la luz porque falta sangre de cero negativo y esperan que llegue un
compromiso con urgencia.
Avisan, mientras, en los plasmas,
que la vida se pone cada día más fácil, que es una realidad encontrar un hueco
en cualquier hueco, que se acabó el deshonor en el salario y se acabó la
tristeza en los hogares. Y avisan que, pronto, por esta condición de progreso,
por este estado de gracia venido a más, por tanta dulcificación en el entorno,
por las penas pasadas, por la voluntad de los gerifaltes, anuncian convocatoria
de elecciones para sorprender al enemigo -que es el ciudadano-, para concederse
un nuevo baño de multitudes a los victoriosos, para deleznar con más poder las
ejecuciones, para que se pueda cortar la luz sin riesgo jurídico, para que siga
faltando sangre y medicamento de hepatitis, para que la sociedad apruebe las
conductas y para que todas las cosas tengan un soporte de justificación
suficiente como para evitar una manifestación, una protesta, una demanda o una
cárcel.
Ramón Llanes.
jueves, 28 de octubre de 2021
LAS CONSIGNAS DEL ARTE
LAS CONSIGNAS DEL ARTE
La velocidad no evita el arte, tampoco
la calma es su presagio. El arte tiene ese don de misterio que deviene fiel al
orden, al pensamiento, a la inspiración, a la habilidad y al conocimiento. Me
interesa el arte humano, el arte de la perfección en la humanidad de los seres
que nos habitan la parcela donde nos habitamos. Respiramos arte o mediocridad
dependiendo de quien tengamos en la convivencia; somos fugaces o perennes según
aquello que estemos pretendiendo desde el inicio.
Mi arte admirado proviene de sueños
bien cumplidos, de delicadezas en el trato, de educación en las relaciones
-todo esto es arte-, de servicio a la comunidad en todos los planos, de
compromiso en la mejora de la sociedad, de ...miles de formas que empiezan y
acaban siendo puro arte. Un cuadro que emocione puede ser arte, un beso que
exprese amor, también; una buena fotografía puede ser arte, un detalle de
honestidad también; una escultura puede ser arte, un abrazo también; un buen
poema puede ser arte, un impulso de generosidad, también. Y toda la vida amando
es la más alta distinción del arte.
El arte como medio para lograr mejores
cotas de bienestar y felicidad, en todos los sentidos que dejo en esta cartera
abierta de pensamientos, pretendidamente artística.
RAMÓN LLANES
martes, 26 de octubre de 2021
EL VERTIDO
EL VERTIDO.
Hago acopio del vertido,
primero las hojas escritas, las palabras,
el entusiasmo. De aquella templanza
traída en los ojos, de aquella forma del abrazo,
del propósito que precedió al equipaje
hago acopio. Es, como quisiera, memorándum
de un calígrafo que todo lo escribió con besos,
con letra indígena y vanidosa.
Hago también acopio del vertido del tiempo
que nos apeó de la distancia,
nos alertó del miedo, nos montó
en el tren de los invitados, en el vagón
especial de las pasiones. También de lo vertido
a la nada, hago el acopio
para reservarlo del olvido. Del impulso
entregado a la libre voluntad del amor,
de los sentimientos, hago el más íntimo acopio
por si un acaso estrena la puesta de largo
que tanta vigencia tuvo en nuestros sueños.
De ti hago acopio, en toda tu reserva
que te convierte siempre en esperanza
para la casa del hombre
que se volverá tierra en cualquier vertido.
lunes, 25 de octubre de 2021
DE CÓMO GESTIONAR LOS BESOS.
DE CÓMO GESTIONAR LOS BESOS
Puestos a pensar, desde la comisura
izquierda del labio de abajo, las sales que provocan los placeres sensuales del
beso están formadas de una infinitud de moléculas ricas en azúcares que se
reproducen con el contacto entre labios y otorgan una delicada fragancia de
bienestar, especies extrañas que circundan la piel hasta imprimirla de todos
los sabores exquisitos que caben en la exageración pura de un encuentro llamado
beso.
La gestión de semejante fórmula de
placer se lleva a cabo solo con las personas que están configuradas en el más
cercano ámbito de intimidad. Las sociedades -avanzadas o no- censuran los
contactos tan plácidos y atractivos entre labios de bocas no ajustadas a unos
cánones morales o costumbristas por entenderse como formas de posibles
transmisiones de enfermedades latentes que se propagan con las glándulas
salivarias con probable provocación de infecciones. El beso no ha sido sinónimo
de constante transmisión vírica ni figura como acción que la medicina expresamente
rechace en evitación de tales trastornos.
Las reglas del beso son
consuetudinarias, exentas de tratados y disciplinas; el beso es un signo
inequívoco de afecto, de entrega, de amor -en el mayor de los casos- y está
desajustado de las normas para su necesidad. Mas qué dulzor y complicidad
produce, qué deleite para quienes se enfrascan en prácticas intensas de su uso.
Y el beneficio colateral que deja, en su espiritual órbita, no admite
comparaciones con otras opciones de estrechamiento de sentimientos entre
personas. El beso es el prototipo del amor, el signo de la pasión.
Instaurar el impulso de los muchos
condimentos positivos que contiene el beso, qué mal endémico o trasnochado ha
de traer a esta criatura moderna llamada sociedad actual, qué desorden, qué
miseria. Como tener un pasaporte para visitar los mundos, gestionar la
utilización del beso en términos menos intimistas, será señal de evolución y
avance en la difícil tarea de vivir.
Ramón Llanes.
domingo, 24 de octubre de 2021
AMOR CONTADO
AMOR CONTADO
Cualquier
sentimiento de felicidad, alegría o emoción experimenta un salto cualitativo y
aumenta si es contado o compartido con alguien, de igual manera que cualquier
sentimiento de dolor o pena disminuye al ser también contado o compartido.
Dedúzcase que a pesar del arraigo como seres individuales que somos, tenemos
esa cuota impresa de solidaridad de la que unas veces hacemos gala y otras
reprochamos.
Cuando
pienso en mí, me cuento cosas que me elevan mi nivel de autoestima y las menos
de las veces, al pensar en mí, me vienen recuerdos o pensamientos que me
derrumban. Estoy en esa línea irreal de la incomodidad unos momentos y en la
otra de placer, otros momentos. Cuando pienso en tí, amada mía o tierra mía o madre mía o sueños míos o patria
mía, recupero mi estado más natural y acuno todas las formas de esperanzas,
todos los proyectos, todas las palabras de buenas entrañas y lucho o escribo
por agradarte; eso intento cuando pienso en tí.
Cuando
pienso en nosotros le pongo un subrayado en rojo cálido para que podamos
prescindir de flecos que hielan el alma de todos y de sustos y soberbias que
sacuden nuestro interno suburbio de paz. Y sé que nosotros somos el alimento
germinal de este amanecer llamado vida.
Este
sedimento de amor o millones más que se están convirtiendo en felicidad ahora
mismo en lo más honroso de los sentimientos míos o en los tuyos o tal vez en
los nuestros, es mi cuento de ahora para conseguir que compartiéndolo, se
exceda en aumento y eleve el sentido más puro de nuestra realidad. Hagamos
constar nuestro desprecio por el hedor de la pena que nos subyuga o contémosla
también para que se desmerezca a sí sola, disminuya y desaparezca de nuestro
panorama de luchas.
sábado, 23 de octubre de 2021
EL FRACASO DEL TORERO
EL FRACASO DEL TORERO
Maestro, andamos un poco perdidos en naturalidad y cordura; fíjate que me ha recordado el escenario actual de nuestra connivencia a una corrida de toros -a la que nunca fuí pero imagino- donde se dan cita buenos aficionados que gustan de observar faenas con arte para aplaudir y gozar; también acuden quienes se sienten atraídos por el rango social que representa y otros que se sientan -sin entender- para estar con amigos y pasar la tarde. Sin entrar en otros detalles de perversidad que no vienen al caso, sé que el torero se juega la vida y que el toro la pierde, sé que los aficionados aplauden o abuchean según convenga pero siempre con una relación entre emoción, disfrute, desencanto, etc y sé que al torero se le exige para premiarle; también sé que incluso en tardes aciagas siempre el torero merece un aplauso como reconocimiento a su valor y porque en algún momento le sale un pase que levanta un olé en el tendío.
Pues aquí no, maestro, aquí existe un grupo de indolentes y enemigos que también son del gremio y que están arriba, sin implicarse, que nunca aplauden, que vienen a chinchar y esperan que el torero fracase y se ríen de su valentía y permanecen quietos sin un hálito de compasión viendo el desenlace y solo desean que sea el toro quien mate al torero para su morbo particular y para bien de su ganadería. Así es aquí, maestro, por eso creo que andamos muy perdidos y que no tenemos mucho remedio, ¿qué te parece?.
Ramón Llanes.
viernes, 22 de octubre de 2021
EL TIEMPO, MI VIDA: EL GRAN REGALO
EL TIEMPO, MI VIDA: EL GRAN REGALO
Mucho se ha escrito, tanto por educadores como por psicólogos y profesionales de los recursos humanos, sobre los ladrones del tiempo, es decir, sobre aquellas circunstancias propiciadas, unas, por nosotros mismos y, otras, provenientes de los actos de terceros o del ambiente circunstancial que nos rodea, y que nos distraen de la tarea que hacemos en cada momento, para descentrarnos y hacer que perdamos parte del tiempo que empleamos en una actividad. Un elemento, el tiempo, que no es otra cosa que la vida misma, que vuela, se nos escapa, casi, sin darnos cuenta y que no podemos recuperar.
El tiempo perdido es una parte de nuestra Vida que pasa sin que apreciemos su sabor y su grandeza. Ser conscientes de ello y de que estamos viviendo ese preciso instante, de que pisamos el suelo que está debajo de nuestros pies y respiramos el aire que nos mantiene en pie, ayuda mucho a ello. La Vida, el tiempo vivido, es un bien de valor incalculable que, cuando se pierde, no se puede recuperar.
Efectivamente, el tiempo es un regalo del que disfrutamos, sin darle, la mayoría de las veces, la importancia que tiene. Solía decirnos el sacerdote del colegio donde estudié hasta los trece años que el tiempo es oro y el que lo pierde es un bobo.
Del tiempo del que disponemos podemos sacar mucho provecho, tanto para nosotros mismos, como para las personas que amamos y más nos importan, como para el resto de quienes viven a nuestro alrededor, día a día. Dedicar tiempo a otras personas es un magnífico regalo que podemos hacerles.
Mi profesora de Historia del Derecho nos animaba a ser “traperos del tiempo”, a aprovechar cada momento del día hasta el punto de sacarle el máximo partido, y “robarle tiempo al tiempo”. Tampoco hay que obsesionarse con ello, pero, sí, ser conscientes del uso que hacemos del mismo.
Por último, hace unos días escuchaba una oración que, con palabras parecidas, pedía a Dios que nos diera Misericordia respecto del tiempo pasado, para saber perdonarnos nuestras faltas y perdonar a los demás; Amor y Alegría, para vivir el presente en plenitud, pues es, realmente, el único tiempo con el que contamos; y, Esperanza y Confianza para afrontar el futuro de su mano, sin miedos ni prejuicios.
Si el tiempo no es otra cosa que nuestra Vida en su fase actual, es decir, el momento vivido, y que queremos administrarlo con acierto, lo primero que debemos tener claro es aquello a lo que queremos dedicar nuestro tiempo y tomar precauciones para que no se nos escape.
Hay una parte de nuestro tiempo que debemos dedicar al estudio, a la formación, sobre todo, en los primeros años de nuestra vida, pero también de mayores, porque la formación continua y permanente nos hace más libres.
Asimismo, en todas las etapas de nuestra Vida es importante dedicar otra parte de nuestro tiempo al ocio y al disfrute, pues, sabemos de buena fuente que, no sólo de pan vive el hombre, y esto contribuye a nuestra felicidad. El deporte, mantenernos en forma y cuidar nuestra salud requiere, asimismo, su dedicación.
La familia y los amigos engrandecen la propia vida cuando compartimos y nos damos a ellos, muchas veces, con la dedicación de parte de nuestro tiempo. El Amor, en sus diversas manifestaciones, es una relación recíproca que hace que, al amar, recibamos amor de los demás.
A nosotros mismos también debemos dedicar un tiempo de interiorización, en el cual dejar la mente en blanco, contemplar la grandeza de la Creación, navegando en nuestro propio interior y descubriéndonos, poco a poco, a nosotros mismos, sin prisas, aprendiendo cosas nuevas de uno, cada día.
Para llevar todo esto para delante, tenemos que planificar el tiempo que queremos dedicar a cada actividad y organizarnos bien, no permitiendo que los ladrones del tiempo hagan de las
suyas. Ayuda mucho planificar al final del día lo que queremos hacer al día siguiente. Será levantarnos y empezar a vivir.
Los llamados “ladrones del tiempo” nos desvían del objetivo de dedicación que, en cada caso, nos vayamos proponiendo.
Las interrupciones, muy frecuentemente hoy a través del móvil, Internet, las redes sociales o el correo electrónico, la mayoría de las veces, para cuestiones menores, debemos aprender a evitarlas, por ejemplo, apagando el móvil o el ordenador mientras estudiamos o estamos reunidos, y preocupándonos por encontrar el mejor ambiente de estudio donde menos puedan molestarnos.
Ser puntuales al empezar una tarea y al terminarla, una vez dedicado el tiempo que, razonablemente, hemos decidido dedicarle, es un punto a nuestro favor.
Muchas veces nos encontramos con actividades, asignaturas, trabajos o la toma de una decisión importante que nos apetece muy poco hacer, o que nos gustan poco o nada: da pereza. Otras veces nos cuesta mucho trabajo afrontarlas: no encuentro las fuerzas. Puede, asimismo, que exijan un mayor esfuerzo intelectual, o contar con la colaboración de otras personas: ¡ ... puff!
Muchas veces decidimos posponerlas, aunque sepamos que estas tareas no van a desaparecer. Ya lo decía Charles Dickens: “No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”. Inicialmente, postponer tareas puede proporcionar descanso al cerebro. Lo que suele ocurrir es que el tiempo liberado lo rellenamos con tareas de menor importancia, consiguiendo que las tareas pospuestas se conviertan en urgentes algo más adelante, provocando sentimiento de culpabilidad, mermando la propia efectividad durante más tiempo. Un viejo aforismo castellano nos anima a coger al toro por los cuernos, afrontando esa pequeña dificultad con determinación y valentía.
Por último, hacer referencia a que, normalmente, en nuestra vida familiar, en nuestros trabajos, en muchas actividades académicas o, con ocasión de alguna iniciativa comunitaria o social, debemos contar con otras personas. Saber manejar bien las relaciones personales nos puede ayudar a no perder tiempo y a sacar el mejor partido a reuniones que no tienen por qué alargarse indefinidamente. Siendo claros y concisos, yendo al grano, y aprendiendo a moderar y reconducir posibles opiniones o posturas distintas, ganamos mucho.
Estas notas no pretenden más que abrirnos los ojos a un ejercicio personal de toma de conciencia de aquello que nos hace perder el tiempo y que podemos gestionar para dedicar parte de nuestra vida a actividades que pueden hacernos muy feliz y a personas que nos necesitan y nos quieren, lo cual reporta mucha alegría y paz.
Como conclusión, apunto unas ideas que pueden hacernos pensar:
-
- Aprovecha el tiempo y haz que tu vida sea extraordinaria, aquí y ahora.
-
- Dedica tu tiempo a quien más quieras, a quien más te necesite, sin esperar nada a
cambio.
-
- Hay asuntos y actividades que se te dan mejor, con los que te sientes más a gusto o eres
más diestro. Centrándote en ellos, puedes ayudar más y mejor a los demás, y con mayor
satisfacción propia, aunque no sea esto último lo que debas buscar.
-
- En general, no es cuestión de trabajar más, de realizar más tareas, sino de hacerlas
mejor.
-
- Céntrate en una actividad y no pretendas hacer varias, a la vez.
-
- Acaba lo que hayas empezado.
-
- Tómate tiempo para ti mismo, te lo mereces y lo necesitas. Sintiéndote bien, puedes
darte más y mejor a los demás.
Te aconsejo que vivas tu hoy y estrenes lo que tienes guardado, no esperes, tanto esas zapatillas chulas que tanto te gustan, como los mejores tesoros que guardas en lo más hondo de tu corazón.
“¡Quizás, para mañana, sea tarde!”, dice José Luis Perales en una canción.
jueves, 21 de octubre de 2021
HOY TE DIRÉ
HOY TE DIRÉ
Hoy te diré compadre, amigo, colega,
amor, bienvenido, amable,
auténtico, deseable, interno, sensato,
imprescindible.
Te diré amiga, madre, tierra,
mecedora, pasión, mina,
consoladora, amada, indiscutible,
fascinante, deseada, auténtica.
Y te diré todo cuanto no te dije,
lo que nunca pudimos completar,
lo que se me quedó en el alma.
Te diré que nos seguimos necesitando,
que no es tarde para seguir siendo
complementos,
te diré que nada ha cambiado
nuestro sentido de la libertad para
tenernos.
Te diré que hoy no acaba el tiempo que
nos debemos,
que hoy empieza el tiempo que nos deseamos.
Hoy te diré que no existe el fracaso
para nosotros,
que existe el éxito porque nos sabemos
imprescindibles.
Con un beso.
Ramón
Llanes.
miércoles, 20 de octubre de 2021
INDICADORES DE RESPETO
INDICADORES DE RESPETO
Yo sé de estas cosas lo justo. Incapaz
de escribir un tratado y ni acaso un artículo de opinión que refleje la parte
de intención que me empuja a este desliz de expresión sin intento alguno de
convencer. Pero ando, y el andar levanta polvo, y el polvo provoca hilaridad o
sofoco y después de andar, de observar al polvo en sus muchas dimensiones y de
comprobar que la hilaridad y el sofoco no conjugan con sosiego -o algo
parecido-, después de todo eso y lo que se olvida, se me meten como huellas las
grescas intencionadas que hacen quebrar
las aristas del societario privilegiado que vivo y entiendo que, a todos, nos
distingue.
Las manías por la descalificación de
los seres que más miramos a través de los medios se ha convertido en honorable
manera de mostrar disconformidad con sus formas y la asamblea de los curtidores
de faltas de respeto ha minado el escenario. Se ha creado un tratado de
chistología burlesca que se utiliza con descaro ante cualquiera que tenga cuota
de pantalla superior a la normal. Los políticos y la corona, los presidentes de
los bancos tales y los concejales de cualquier causa, congregan la casi
totalidad de los verbos insidiosos y la maledicencia que se descarga en ellos
como premio a sus desvergüenzas, quizá; presumo. La institución de la libertad
de expresión domina a la otra no menos constitucional y natural institución del
respeto.
Como no sé mucho de esto ni siquiera se
me ocurre la solución pero abogaría por el respeto a todos, quienes sean
-políticos o reyes, ricos o vanidosos, capitalistas o alcaldes- a todos; ya
sean de la forma de gobierno contraria, del emblema contrario o de la bandera
de otros colores; abogaría más por la buena compostura que por la
descalificación aunque los destinatarios no se lo merezcan. Podría ser también
un matiz para seguir creando escenario social mejor, intuyo.
Ramón Llanes.
martes, 19 de octubre de 2021
EL PECADO
EL PECADO.
Don Juan José se desvistió
precipitadamente de la casulla roja y sin realizar la genuflexión ante el
altar, como era costumbre en los ritos eclesiásticos, corrió hacia la puerta de
entrada de la nueva iglesia, aún con feligreses en su interior, perdiéndose en el llano tosco
que rodeaba el recinto sagrado donde Mariano intentaba perderse del acecho
intuitivo del cura, sin poder huir más de lo previsto en un niño de ocho años.
Don Juan José tenía unas enormes piernas largas, un cuerpo atlético y, sobre
todo, una desorientada pulcritud que le dió alas en aquella aventura de cazar
al niño una vez terminada la misa de la tarde.
Y Mariano cayó en las manos blancas del
párroco, llevado al confesionario por obligación, ante la sorpresa de las beatas y confesado y perdonado de
todos los pecados que le cabían en su conducta. Tres padrenuestro, el avemaría
de rigor, el arrodillado ante la imagen de la virgen de Fátima y dos lágrimas y
media para despistar fueron la condena católica al pobre niño Mariano, famélico
y travieso más por devoción que por edad.
En la misa de tarde los monaguillos no
cortaban la armonía de sus juegos por la preparación de los corporales o las
vinajeras y seguían ritmo de travesuras,
mientras Don Juan José rezaba en su breviario negro escrupulosamente manoseado
y no reparaba en los entresijos de la sacristía; cuando este llegaba para
iniciar la vestimenta los monaguillos
escondían la risa y el murmullo presentando la cortesía propia del momento,
dado el carácter irascible del cura en las cuestiones del orden y la disciplina
en torno al altar. El templo era lugar de reverencia y adoración a Dios, lugar
sagrado, lugar de silencio, -solía decir-.
Las tardes de mayo, largas y sabrosas
en correrías para los niños, permitían algún desliz de escondite antes de
comer, después de la misa. Para ellos todo era rapidez y desasosiego, querían
salir a la tarde a enfrascarse en ella y acabarla, les importaban poco la
ración mística, los latines y los sermones, estaban allí por prescripción paterna
y había que cumplir el expediente de la forma menos llamativa, que don Juan
José era generoso pero tendente al enfado con mucha facilidad.
Finalizada la misa de aquella tarde de
mayo los monaguillos advirtieron al cura que Mariano comulgó sin confesar.
Pensó Mariano que el pecado era también una continuación de los juegos de la
tarde.
Ramón Llanes.
lunes, 18 de octubre de 2021
PRESENTACIÓN DE MANANTIAL DE AUSENCIAS DE EMILIO MARÍN
PRESENTACIÓN DE MANANTIAL DE
AUSENCIAS
DE EMILIO MARÍN.
Antes de abrirse el libro se
encuentra el lector con el primer poema que se esconde en el título, el
MANANTIAL DE AUSENCIAS está formado con letras puestas a conciencia con la idea
lírica del autor; un manantial es un nacimiento continuo de agua abundante, las
ausencias dan a conocer el dolor, las carencias, lo deseado no tenido, lo
perdido, lo añorado, ese es el poema que el libro pone al descubierto antes ser
leído, para que no haya lugar a equívocos y se prenda al lector en un
conglomerado de necesidades que evoca el poeta para sentirse más libre y quizá
más amado o al menos más tenido en cuenta.
Antes de abrirse el libro vuelve a
encontrarse el lector con el segundo poema que es el cuadro de la portada que
simboliza el desorden de lo bello de una librería en uso en el arte de Juan
Carlos Castro, quien deja una abertura de fondo para que al curioso lector le
agrade entrar, ahí se fragua la armonía del poemario vista con ojos de
pintor-poeta para que ninguna fragancia se escape de las páginas sin ser olida
con prontitud y sosiego.
Antes de abrirse el libro se abre el
día con el testimonio de una Niebla presente que además de ser un andamio que
soporta la biblioteca es una Editorial que custodia los pensamientos de los
seres humanos de Huelva que gustan de mirarse en el espejo de los versos que la
Ría produce y es de Niebla cada empujón al agua, cada puente tendido, cada
aliento para los amantes establecidos en las paredes de la vida con su dignidad
versificada; antes de abrirse el libro Niebla es un tercer poema.
Antes de abrirse el libro acaricia el
lector la textura de su envoltorio y lo encuentra amable, noble, suave y
seductor, como si fuera su tacto una sensualidad que sorprende y se convierte
en el cuarto poema; antes de abrirse el libro su halo espiritual está lleno de
poemas.
Abierto entonces el libro, una
pequeña foto en la solapa izquierda nos muestra a un hombre con barba blanca,
gafas y temple que simula ser un hombre bueno con todas sus apariencias de
elegancia, educación, generosidad y garantía; y es la viva imagen de Emilio que
ha reflejado en su aspecto un compendio de poemas de paz, de entregas, de
virtualidad, de ensoñaciones y de transparencias y es ahí donde se pueden leer
todos los poemas, como queriendo advertir que no es necesario continuar
abriendo más el libro; toda metáfora, todo mensaje y toda lírica están en la
placidez de la mirada que Emilio le ha puesto a la foto que no es distinta de
su mirada original. En plenitud, el hombre traspasa la fogosidad y el poeta
magnifica la poesía.
Más adelante siguen los versos
volando intimidades y tiene la grandeza de dedicarlos a sus padres,
promocionando aun más la honestidad y el homenaje a los suyos tan amados; luego
el amor en sustratos pequeños: esta mañana encontré/ tu nombre/ entre las
sábanas/como una voz,/un grito desgarrado/ que me llamaba. Y va de la
búsqueda a la memoria como un niño juega al escondite para no ser encontrado y
escribe que de pronto el otoño/nos inundó/de aire brusco y lluvioso/ que
hizo olvidar/las plácidas tardes/ del estío vivido,/ahora/es recuerdo.
Y el lector continúa con sus dedos
repasando las hojas y las tardes se echan encima y el poema trasciende de lo
bello a lo profundo y se hace cómplice de un estado febril y acaba sabiendo
cómo la desnudez humilde de Emilio no pretendía enseñarle más que un manantial
de vidas.
Ramón
Llanes.
Huelva
18 octubre 2021.