Ya está la luz casi hecha,
los moldes toman las formas
como si fueran personas
para caminar dispuestas.
Se nos abrieron las puertas
de un amanecer que colma
las miradas que se asoman
por las rendijas abiertas,
vida será la propuesta
que el día nunca traiciona.
Ramón Llanes.
Le llamé para una foto, quise inmortalizar a la tarde con el jarrón dentro o al jarrón con la tarde, quise cuanto no pude porque al primer asomo de brisa, justo en el sitio deseado, con sus flores secas y sus lindezas cayó en un susto hasta romperse del todo. Más que pensar en tragedia recordé su vida, le tuve en memorias de adorno desde tiempos largos, pasó por las manos dóciles y tiernas de varias generaciones, presidió acontecimientos importantes y en muchos días fue regazo de dádivas de unos seres a otros; ahora llenaba de trozos el suelo y seguía siendo bello, cada pedazo era una evocación de virtuosidad, en cada uno de ellos estaba su gloria; parecía roto mientras asomaban cien jarrones más con la delicadeza de sus recuerdos en el pequeño hemiciclo de su alma. Incluso le intuí la última sonrisa cuando le acaricié al recogerlo para llevarlo a la otra quietud, ya sin boato, sin ocupar el rincón preferido de la casa, ya sin miedo a volver a romperse y nos despedimos sin apenas olvidarnos de la complicidad amable de nuestras existencias; pasará conmigo también -le susurré- me caerá la brisa del tiempo y me llevarán al borde del olvido.
Ramón Llanes. 31 julio 2021
He oído quejas por el calor y está de moda la sombra, buscan un antídoto para esta ola de sofoco que nos desfigura las entrañas, ¿para qué sirve?, preguntan los niños; otros pregonan que el calor está mal “repartío”, que en unos lugares agobia y no aprisiona, que no tiene solución, que se quitan las ganas de todo -dicen-, que no se puede dormir, que hacemos menos de lo normal, que es peor que el hambre, que mejor el invierno. No se habla de otra cosa y la vida se traslada a un segundo plano y el tiempo habla y la atmósfera condiciona los espíritus. Son las 6,35 y tenemos 21 grados en nuestra cercana tierra de Andévalo, los pájaros van a lo suyo, la libertad se muestra muy cauta en algunos lares, los pueblos siguen con escasez de recursos, en las misas se rezan jaculatorias para salvarnos del calor y en los parlamentos se discute la temperatura de los aparatos de aire acondicionado; técnicamente todo parece perfecto, así es el mundo, pero humanamente continuamos perdiendo cada vez con más premura el don de la ubicuidad para poder gozar de calor y frío según nos convenga. No ha dejado de ser lindo el verano.
Ramón Llanes 29 julio 2021.
ANTIGUO
Al mirarse descubrió sus últimas arrugas, la palidez de la cara, la calvicie, las manos con menor movilidad, los pies desobedientes, el cuerpo encorvado, la risa a intervalos, y se sintió relegado a ser un antiguo en la fila; tuvo miedo del nuevo rol y se tapó las arrugas con apariencias, simuló la palidez de la cara con unas cremas de colores, se probó una peluca rubia preciosa a pesar de haber sido siempre un moreno subido, se ocupó en ejercicios para recuperar la perdida movilidad de las manos y de los pies, trató de enderezarse con ejercicios de gimnasia, reaprendió a reír a carcajadas y se presentó con nuevas cualidades en los foros propios de su estatus social a fin de presumir de moderno con la creencia fiel de no ser reconocido por los compañeros de tertulia; había dejado de ser antiguo -pensó- y se sentía orgulloso de mostrar una identidad más acorde con los tiempos. Todos le saludaron, nadie advirtió sus cambios, acaso uno dijera ¿te has cortado el pelo? y otro le comentara pareces más alto; y nadie más, ni siquiera el conserje, reparó en su físico. Quizá fuera que olvidara actualizar los pensamientos.
Ramón Llanes. 28 julio 2021.
FUTUROS
Hoy mismo se puede hacer un futuro
más armónico usando las memorias,
los afectos, la rebeldía y las libertades,
lo intentaremos y nos volverá a salir
otra mentira, como cuando hicimos
el futuro que hoy es presente
que nos salió esto tan absurdo
y desorientado que es un desvivir.
Ramón Llanes.
CALCETINES
A la izquierda del cajón de la mesilla hay un oscuro placer de rebuscos silenciosos, todo parece muerto o perdido en una nada destructible; pasan minutos y días y años y la soledad no se inmuta ni el miedo le inquieta, el trajín está en otros lados de la casa y en otras partes de la alcoba. Cuando la mano solícita toma cuidadosamente la ración de calcetines para la jornada, el ambiente se muestra alegre, pierde su opacidad, se despereza; los bultos toman formas de luz y pierden el color a sombra sostenida. Los calcetines vuelven a la vida, a una vida de abajo, a restregarse por la piel despierta, a calentar las manos de los pies y a preservar de insolencias la humanidad más oportuna del amo.
La tarea requiere movimientos previstos y danza intensa; la calle impone lentitudes y prisas, pisadas y calmas, la calle tiene sus códigos que los calcetines conocen y se adaptan al tedio y a la armonía con toda dignidad. Antes de cerrados los ojos la mordida del tiempo conspirará contra aquello entendido como perverso en tal relato, sin corresponder con la docilidad aparente de los ajenos calcetines a tanta treta. Ellos están en su mundo de complicidad: a no romperse en el trayecto, a permanecer en su altiva humildad y a callar las dudas de dolor durante la querencia.
Salir del cajón de la mesilla pudo ser un débito de la libertad que al amo correspondiera, merced a sus tratos tácitos y a sus atenciones. Luego se verán en el lavado con otras prendas para más amenidad y a la postre regresarán a su hábitat después de dejarse acariciar por la tierna paciencia de la madre y el deber habrá sido menos agónico, salvo que la picadura del uso haya deshilachado las puntas y deje herida y dolor hasta el próximo cosido. Los calcetines observan los modos de las personas con una perspectiva gigante, son ellos los reposaderos del camino y asueto imprescindible para esta supuesta manera de vivir.
Ramón Llanes. EL CAJÓN DEL SASTRE.
FUIMOS (XVI)
Nos pasaron los días dando saltos
por esta somnolencia del espejo
dejándonos de lágrimas reflejos
con muchas alegrías y un espanto,
que el precio de vivir se hizo viejo
y el vicio de morir se hizo largo.
Distancia entre el futuro y el pasado
es el presente a modo de bosquejo
con líneas amarillas y arañazos
con mácula, sin gloria, sin gracejo,
nosotros fuimos vidas a pedazos
a golpes de lecciones y complejos
y fuimos como moldes sin consejos
confusos entre un beso y un abrazo,
por eso nos lloraron quienes fueron
la réplica mejor de nuestros trazos.
Ramón Llanes.
APENAS CUATRO VERSOS (XV)
Estábamos en libertades cuando esto,
en sueños decididos, en dignidades,
en cambiar los planos del proyecto
y acabar con hambre y soledades,
en muchas utopías y en verdades,
en cómo no sufrir ni merecerlo,
en deslindar abusos a los nuestros
y alcanzar en paz las igualdades.
Estábamos con los ojos recién puestos
cuando se nos robaron los afanes
y ahora somos apenas cuatro versos
sin lírica, sin agallas, sin mensajes.
Ramón Llanes.
A LA MUERTE DEL POETA JUANMA Rojo: Clavel sangrante en la arteria rota y seccionada de un poeta: Pequeño surtidor de vida extenuante y acabada. ¡ Nada que impidiera tu impulsiva voluntad de héroe..! En el atardecer agonizante.., se hace vibrar el tañir de una campana. ¡ Y todo ! Todo parece morir contigo... ¡ Tu espíritu ! Arcano invisible de profusos sentimientos, se ha perdido por siempre en el cáliz de las rosas.., Y la lírica Fantasía de tus sueños azules.., emerge eternamente en el aire suave.., casi imperceptible de las cosas... Tus poemas., tensan el alma de lo tétrico y sublime: Así la flor del loto se consume y marchita por el sol... ¡ Sólo la esfinge delicada de lo que tu fuiste, nos queda.! JUANMA Juan Manuel Feria Chaparro
Era de Valverde y cojeaba un poco
Había un grupo Literario de unos 15 jóvenes, la mayoría como JUANMA unos 10 años mayores que Francisco que era de los más jóvenes.
A casa fueron a por él la Guardia Civil y la Falange Lo llevan a la cárcel y al poco más del año, lo condenaron a muerte, allí él se cortó las venas con una cuchilla de Afeitar, antes de que lo fusilaran, a los 35 años aproximadamente. Él había sentenciado antes:
“ Antes de que intenten quitarme la vida.., no lo lograran “
él era del comité Revolucionario, del Valverde que se hizo cargo del Ayuntamiento eran 7, personas, a los 7 se lo cepillaron los Fascistas, mejor o peor dicho fueron 6, pero... a JUANMA lo recogieron desangrándose aún a la mañana siguiente, aún con un hálito de vida, lo cogieron dos uniformados Fascista por brazos y piernas y lo echaron al camión, en espera de que muriera, dijeron que en el cementerio, le pegaron un tiro de réquiem. El amigo Francisco Llánes estuvo con JUANMA 7 u 8 meses antes de morir, los dos dormían juntos en el mismo jergón, hasta el día antes que sacaron a JUANMA para juntarlo con los otros 6 la noche anterior al previsto fusilamiento. |
HUMANOS
Al observar las fotos de ahora y mirar atrás con apego a la nostalgia, nos encontramos, nos reconocemos y somos los mismos, hemos cambiado en casualidad, tiempo, circunstancias y aspecto, casi que hemos agotado la pulsación y la impaciencia, somos mayores en libertades y libres en pensamientos, quizá no lográramos la felicidad soñada ni llegáramos a ser lo pensado por nuestros creadores, y aun así somos una conjunción humana de valores, mujeres y hombres pasados por el tamiz de la juventud y por todas las añoranzas. Me recuerdo, nos recordamos, nos llegó entonces -en aquella puntual tarde de julio de hace 55 años- la suerte con alma, nos llegó Gregorio que venía a cumplir una misión espiritual que luego se extendió hacia lo social, hacia la complicidad, hacia la amistad, hacia todo; y nos hizo bien tenerlo como aliado en trances comprometidos; entendimos su mensaje y el mensajero nos entendió, nos cuidó y nos amó. Al escribir de nosotros, escribimos de él y siempre se nos agolpa la emoción, no la hemos perdido, continuamos siendo horizontes por descubrir, quizá el hombre Gregorio sea el más admirado culpable de nuestro particular regocijo. ¡Serás siempre patrimonio de nuestra humanidad, amigo!.
Ramón Llanes 20 julio 2021.
Los pestiños son borrachos quietos que adornan platos efímeros e inquietas gargantas, solicitud melosa para rozar la excelencia en el ofrecimiento a invitados y curiosos; no se sabe el por qué de las propiedades sociales de este manjar de dulce pero a muchos alienta la sonrisa más que una terapia o un paseo; en los acontecimientos importantes, cuando algo notorio merece celebrarse, como una guinda de recuerdo presiden la mesa los pestiños y al momento han volado a los ojos para bien del comentario expresivo ¡qué buena pinta tienen!; cumplen con los más gustosos y alegran a quienes ni siquiera pueden probarlos, culminan su parte en el bodorrio desapareciendo poco antes de acabar el agasajo. Un pestiño es una debilidad más de la mirada y un gracejo útil de la prosaica gastronomía de los humanos. Cuando escasean los requiero.
Ramón Llanes. 19 julio 2021.
Rosi es buena en todo, en la amabilidad, en el trato, en el cante y en el hacer de exquisitas perrunillas de almendras que cada cierto tiempo comparte con nosotros y nos llena de regocijo el rato de las tardes; por nuestro ámbito sabemos el significado de entremezclar sabores con entrega y le damos una importancia magna a los detalles pequeños -como el regalo de una bandeja de perrunillas- que vienen a testimoniar la esencia del afecto mutuo entre personas. Notamos el privilegio que Rosi y José Antonio nos ofrecen desde el momento de abrirnos la puerta hasta nunca cerrarla, nos contamos los asuntos de la vida, nos reímos, hablamos de maderas, de artesanía, de tomates, del huerto, de los nietos, de los huecos repletos de momentos vividos con el índice del entusiasmo, del todo de aquello y de la nada de esto, hablamos como si hablar fuera también una forma de querernos; y las perrunillas y los tomates toman luego su rumbo a otro hogar y en su casa nos dejamos el agradecimiento y nos llevamos el honor de la bienvenida con las palabras del alma. No otra cosa debe ser la felicidad que saberle sacar tanto placer a las perrunillas.
Ramón Llanes. 18 julio 2021.
Somos ascetas del mismo universo los pájaros y nosotros, cómplices desde el primer suspiro hasta el último, nos enseñamos, nos intentamos entender y a veces les faltamos a la ética de respetarlos. Están en el árbol ofreciendo músicas mientras desconfían de nuestros ruidos y vuelan, se van a otros escenario, desaparecen, tienen la facultad de la rápida huida porque el aire es de ellos; son parte del ámbito, son la parte más pacífica, han evolucionado, se han adaptado al medio, viven y son determinantes para configurar la naturaleza. Un día se fueron, comenzaron a marcharse y dejaron de volver, predijeron que les habíamos quitado los derechos a estar y pocos quedaron pendientes de la charca, del olmo o del tejado; ahora, sin embargo, han vuelto, supieron que por aquí andábamos encerrados y vinieron otra vez a ocupar sus sitios, sus humedales, sus solanas, sus baldíos, a poblar más que nunca las dehesas y a suspenderse en las ramas con sus cantos usuales. Nadie distingue entre pájaros e insectos, nadie ha reparado en su vuelta, nadie habla de la importancia de los pájaros para la vida, nadie?.
Ramón Llanes 17 julio 2021
Me acude a la memoria la rosa de miel como poema cierto de sabor y estética que los seres humanos de mi tierra elaboran con la paciencia en los ojos y la prisa en las manos, que la resucitan de la nada como presagio de veleidad a modo de pueblo; la rosa de miel sabe a calleja, a temporal, a calma, viene y va por los cestos poniendo asombro en las casas, desde siempre, desde que me conozco, desde que me permitieran el primer lametón siendo zagal; ahora se me acostumbró a estar conmigo. La rosa de miel, misteriosa y solemne se sostiene en la repostería de las grandes orzas, exacta y perfecta para ser dulcemente devorada por cuanto aporta y engrandece. Este manjar, que parece que no se hace sino que nace de complicidades entre mujeres, esconde una simbología emotiva en Puebla de Guzmán cuando los Mayordomos de la Peña tienen la mística misión ancestral de invitar al pueblo a las funciones de celebración y comparten con cada uno de los vecinos su gozo enviándoles en canastos de mimbres unas rosas de miel hechas en la casa con rituales de devoción. Así se testimonian a la vez la convivencia, la amistad, la alegría y el amor. Gestos que el tiempo conserva como oro en paño y que los puebleños adoran y custodian como un rico patrimonio. Honor a la rosa de miel y a las personas que la nacen.
Ramón Llanes 16 julio 2021.
O BOLO
As crianças gostam de pãozinho e mastigam-no com prazer e devagar como querendo que não se lhes acabe; as mulheres acham primordial, guardam-no com excesso de cuidado na bolsa, oferecem-no com esmero e fazem-lhe o seu rito devocional de mães ou esposas; os mais velhos querem o toque da sua ternura e degustam-no molhado no café, simbolizando a necessidade de mais ternura e mais sabor.
Faz-se com sabedoria, como se fazem as coisas que nos sustentam a vida e nos livram da fome e se come com paixão. O pãozinho é redondo como um pequeno universo e não tem fim.
Ramon Llanes. 15 julho de 2021. Traducción de Joao Cruz.
De sabrosa frescura viste la ensalada de orégano (también llamada por aquí ensalada cerreña) y de una capacidad nutriente altamente natural; con tomate maduro rallado, pimiento picadito, algo de pepino en lo alto y su buena porción de orégano se hace este manjar de pobres que nunca probarán los ricos. Su aceite, su sal y su vinagre y ni acaso otro condimento que las ganas. El Andévalo nos deja en herencia esta joya culinaria para ayudarnos a disminuir el fragor del caluroso estío y a su vez nos sirve de alimentación para dar paso a la almohada donde la siesta esperará con sosiego el trance de las horas ardientes. La arritmia entonces se evade, el estrés se pierde y el sueño deja entrever que merece la pena rodearse de sabores. A esta humilde ensalada se atreve mi modelaje de hoy hacerle el monumento lírico para que sepan los tiempos cómo se nos acumulan las emociones con estas delicadezas tan sencillas y tan necesarias. Si aun no probó una ensalada de orégano, no tarde en hacerlo, se sentirá mejor y mirará la vida con más agrado. Ya me dirá.
Ramón Llanes. 14 julio 2021
Es utilizado en Villanueva de Las Cruces el vocablo tumbo para definir el vuelco de la pringá sobre el plato en los “potajes con tós sus avíos”; no tiene fórmula escrita pero conserva desde los siglos una liturgia amoldada a las comidas familiares donde todos sus miembros estaban presentes y compartían juntos las delicias del almuerzo y la conversación y donde el tumbo era el premio, lo mejor de la olla, la causa para poder expresar aquello de “estoy jarto” tocándose apaciblemente la barriga. Tal como se usa en este pueblo andevaleño se recoge en nuestro Real Diccionario, con idéntica acepción, sin embargo solo sus habitantes han sabido conservar la palabra, el significado y el ritual convencional y disciplinado para que la riqueza del lenguaje no pierda lustre y de camino para que jamás se olvide la importancia gastronómica de una pringá y la grandeza sociológica de una convivencia humana alrededor de la buena mesa. Quizá por eso sea hoy sábado.
Ramón Llanes 10 julio 2021
CHIRIPA
Este extraño y bello vocablo vive entre los demás de nuestro lenguaje con la fortaleza de su actual desuso y la incógnita de su futuro; antaño fue golpe de casualidad y de suerte en su mayoría, estuvo en las bocas y en los cuadernos casi como si fuera elemento intruso porque solo tenía vigencia activa en algunas zonas rurales. Para engrandecerla y redescubrirla la Academia Española de la Lengua admitió Serendipia que viene a significar lo mismo pero con más rango; mientras chiripa es la casualidad, serendipia es el hallazgo importante que de chiripa se encuentra cuando se busca otra cosa. A esa similitud me refiero porque ayer, de chiripa, no me tocaron los cupones y porque, también ayer, rebuscando en las redes a un amigo perdido desde hace mucho encontré a otro de quien nunca tuve noticias y hablamos y me produjo una enorme felicidad y me vine a convencer de mi suerte con ese valor que me produce esta linda serendipia que fue incorporada a nuestro diccionario al ser anglosajona de origen. Las palabras son seres vivos que nos ayudan a comunicarnos y entendernos. ¡Qué mejor¡.
Ramón Llanes. 9 julio 2021.
PERDER
La previsión en fútbol se escapa de la lógica, anoche mismo nos eliminan sin perder un solo partido, con un nivel altísimo de posesión del balón, con una aceptable cualidad deportiva y ofreciendo rasgos de interés. ¿Se deduce de ello que todo esto no importa?, ¿que la posesión es banal?, ¿que la estancia en el área no es necesaria?; ¿se deduce de ello que para la próxima competición será más adecuado elegir a once buenos defensas que sepan tirar penaltis?; o acaso sacarle mejor utilidad a la posesión o acaso incidir en la eficacia más que en la posesión o acaso inventar estrategias capaces de desmoronar la libertad del adversario. Parece que para alcanzar el triunfo no basta solo con ganar sino también con no llegar a la tanda de penaltis. ¿Es eso factible?, ¿sabe algún técnico cómo conseguirlo?, ¿será más razonable cambiar estas reglas?. Me queda la indisoluble dicotomía de haber asistido a una absurda contienda con apariencia infantil donde no existen ganadores ni perdedores y el premio, como en los juegos de niños, es una onza de chocolate para cada uno porque todos fueron los mejores. Pero no, esto sigue siendo imprevisible, como el fútbol.
Ramón Llanes. 7 julio 2021.
Ayer degustaba un paisaje seco y áspero, me pareció que estuvieran con punta de alfileres los matojos y fueran las ovejas sombras lejanas huidizas de la hostilidad; hacía mucho calor, apenas el barranco conducía su agua, el fragor prestaba más indulgencia a los riscos, nada por un horizonte, nada por el otro; aquí nadie viene a robar -dijo el hombre- estamos en un lugar exacto adonde las piedras del camino impiden el tránsito, aquí nadie viene. Cuando divisamos el huerto abrimos extrañados la sorpresa, allí estaba el sopor y una mancha verde de pocos metros cubría la tierra ocre y le daba utilidad. Nos hicimos a la recolecta de verduras, el niño acarició por vez primera un tomate en el campo, chorreaba agua, germinaba por allí un tiempo distinto, incluso pasaron unos ciclistas y pasó también la generosa actitud del hombre que nos rebosó los cubos con productos de la primera necesidad a modo de manjares únicos; por aquí nadie viene, acaso ni los pájaros se comen las brevas, el vergel sin embargo aumentó nuestras expectativas de agrado; pareciera que por tales pagos fuera imposible un momento de felicidad y se nos presentó de pronto sin llamarla con cara de deleite y sonrisa de paisaje inhóspito. Y casi no quisimos volver de donde nos fue difícil llegar.
Ramón Llanes 4 julio 2021.
La disposición genética natural de los seres vivos es la supervivencia, esta se convierte en la primordial esencia, se complementa con matices, enredos, parsimonias o deleites, los humanos pretenden el dominio, los animales la destreza, las plantas la germinación. Es el orden establecido, nada menos de esta línea ni más de la otra, estamos equiparados a vivir pero como un arrojo continuo de coraje y un examen en cada segundo. Vamos, venimos, tenemos luchas, poseemos bienes, nos dormimos, nos matamos, queremos ser independientes unas veces y sumisos otras veces, lloramos o reímos según la conveniencia, aprendemos a ser más grandes, más ricos, más guapos, más soberbios; tomamos los trenes de dos en dos, hemos perdido la noción del camino, un día menos es un día perdido, una moneda más es un día ganado. La supervivencia tiene esos extraños rasgos capaces de alimentar o desnutrir, de nacer o de aniquilar, de sufrir o de ordenar, es la estrategia montada. Unos desean marcharse y otros buscan vida, el control es un mando inocuo sin moldes o una caricatura sin rostro. La aspiración propiamente humana ni con todo se conforma. En esto estaba pensando.
Ramón Llanes. 3 julio 2021.
Alberto confundió la cordialidad con la entrega, anduvo y estuvo de misión en misión humanizando teatros y plazuelas, disfrutaba siendo cordial y a tal agrado se prestó durante la larga posición de su vida, duró casi un milenio en plena efervescencia de cordura, aun permanece, se le ve en otros, reencarnado en la solidaridad, en el empleo y en las altas cornisas de la bondad, lo recuerdo. Ha vuelto a ser un hombre vinculado a un espacio, el espacio a un método y el método a una idea, se le han saltado las primeras lágrimas al ver que no mintió para ser libre, se posiciona a favor de los bohemios y de todas las mujeres, le critican por no saber entonar canciones y le culpan de la fatalidad de sus sueños. No será de este mundo porque hoy ha escrito que no le llamen los bizcos ni las monjas ni los heteros ni los calvos ni los avispados que se creen tener pensamientos cuando por él es sabido que los pensamientos solo son suyos. Lo recuerdo.
Ramón Llanes. 2 julio 2021.
