RAMÓN LLANES

BLOG DE ARTE Y LITERATURA

martes, 28 de febrero de 2023

POEMA DE MADERA


 POEMA DE MADERA


De madera el tonel que empresta solaz al sarmiento,
de madera estatua de estirpe presidiendo
la simbología
en el paso del hombre.
De madera se hacen las finuras y las fortalezas
y las manos se convierten en caricias acariciadas
cuando vierten mundo al respeto del tronco
y se conjugan en simpatía y sacrilegio,
en esa adoración mutua;
después o al tiempo, la mirada,
la creación completa en una tabla vieja
que antes fortaleciera la techumbre de la alcoba.
Allí está todo,
nada falta al esculpidor que le busca,
sin apariencia de espeleólogo,
una tira de felicidad,
un momento heroico a la astilla
y la secciona de parte a parte
aprovechando el hilo con precisión de relojero.
Madera en badajo, en aldaba, en cornucopia,
en vino, en sorbo de aire próximo al serrín
y madera en el fuego, último intento al agrado
y penúltima utilidad.
Madera viva
en la vida del tiempo,
indeleble, insurrecta y cálida.

Ramón Llanes

lunes, 27 de febrero de 2023

FANDANGO. CON RESPETO


 

ANDALUCÍA

 
ANDALUCÍA
 
 
A esta tierra amarrada por el cuello, a veces,
y otras encumbrada, solícita y generosa,
abierta y carismática,
a la inteligencia de sus habitantes
que son el espíritu de ella.
A esa parte de quimera y genio de utopía,
con la parte sensible de misterio
de dentro afuera el don de ser, sobre todo, ante todo, hombres de sur, secados y húmedos,
cariñosos y sentimentales;
al SUR con tres mayúsculas
que escribe y sabe y siente
también con mayúsculas a los demás pueblos,
que los pueblos todos tienen raíz y genes de gloria,
que no solo nosotros somos la emoción
pero al menos somos nuestra propia excelencia.
A nuestra puerta, a nuestro hogar, al mundo.
Al oficio de amarnos evocamos con la pasión intacta.
 
Ramón Llanes. Andalucía 28 Febrero 2023.

domingo, 26 de febrero de 2023

EL PLACER DE NO VIVIR A LA MODA

 EL PLACER DE NO VIVIR A LA MODA

 

                La sociedad nos obliga a vivir ajustados a las modas porque son las estrategias del capital para un desenvolvimiento mayor de sus estructuras para el valor añadido de los productos que se convierten en un beneficio más sustancioso para quienes dominan los sistemas, este tipo de sistemas de venta, compra, financiación, comisión, etc. Y casi no tenemos otro remedio que aceptar la imposición modal si queremos huir de ser señalados en términos peyorativos por los demás. Claro que las modas son solo de vestimentas nunca de ideas, de conciencia, de actitud, nunca de verdad o sentimiento.

                Vivir en contra de esta demagogia,  -no aceptar los flujos que imperan para la forma de las solapas, el color del pelo, el ancho de los pantalones y otras menudencias- supone quizá un quebranto a la norma, una especie de discordancia con los cánones pero produce un estímulo en la dignidad que pocos entienden. Los placeres del ser humano son infinitos, el placer de vivir fuera de los contextos que las modas obligan contiene la doble emoción de la rebeldía que proviene de una personalidad más versátil sin que deba considerarse como radicalización. Con las ideas, el compromiso, la solidaridad, el deber y la pasión sí nos debemos a los tiempos.

 

                Ramón Llanes. 

NI TIERRA


 
MI TIERRA
 
Mi tierra me dio lo que soy
y me prestó lo que tengo,
se me pegó útil
a mi vicio de romántico.
Mi tierra es la causa
del cuerpo, la custodia del alma,
la conspiración amorosa
que recita versos desde la cuna
en mi piel de azogue.
Mi tierra permanece con los puños cerrados
y la furia en la mirada,
mi tierra no se ausenta de la verdad
ni desfallece. Mi tierra
planifica mi vida,
conduce mis ojos,
enardece mis sentidos
y me ama.


Ramón Llanes.

viernes, 24 de febrero de 2023

IDENTIDAD DE PATRIA

 
IDENTIDAD DE PATRIA


 
 
Aquella verdad ronda
las colinas -sobradas de siglos-
que pueblan nuestra memoria;
aquello eterno es el sur sin caricaturas
ni sobranzas,
aquel es el padre que nuestra patria
nombra en cada pregón,
aquellas son las mujeres
que hacen que amen los espejos,
este aire sabe nuestros nombres,
las espigas son nuestras palabras,
las voces del  agua llevan nuestro acento.
Tú eres el monte,
ella es la mar entera,
nosotros somos la esperanza
de esta longitud
que acuna nuestra dignidad.
 
 
Ramón Llanes.

jueves, 23 de febrero de 2023

EL MENDIGO

 
 
EL MENDIGO


El poema del mendigo es su miseria
que la arrastra hasta hacerla
catorce versos catorce veces
y componer catorce sonetos
pobres, míseros y bellos.
Para él, solo para él
es histriónica su miseria
porque es su vida, su patrimonio,
su decencia, su destino. Y la combina
con melancolía y ternura,
y le otorga más belleza a su miserable
forma de poetizar,
más belleza que un dios a su obra,
que un ladrón a su robo,
más belleza que una mujer a su beso.
Apura el mendigo su hora de gloria
y siempre le comienza otra y otra
hasta que todas las horas,
todas sus horas de miseria
son la mejor gloria soñada.
Nosotros volvemos a mirarlo
y volvemos a desentendernos
por no saber si el poema
es la miseria o el mendigo.


Ramón Llanes.

miércoles, 22 de febrero de 2023

SEREMOS


 SEREMOS 
 
 
Qué arrogancia ser futuro
acostumbrado al pasado
después de un presente a nado
entre mares inseguros,
qué valentía volar
en medio de la tormenta
sin alas, en aire oscuro,
la ilusión como herramienta
y el arrojo como escudo,
qué grande la libertad
y qué libre la conciencia
si se consigue llegar
disfrutando la experiencia.
Seremos caldo de amar
y no fallarán las cuentas.
 
 
Ramón Llanes

martes, 21 de febrero de 2023

AÚN


 AÚN.
 
 
No has de preocupar tu alma
aún no desconecto los sueños,
Aún está la vida
poniendo cara azul a los contrastes,
criando merengues,
haciendo melojas,
aún intacto el amor
que no se ha perdido en la locura
de esta tempestad, que no es olvido.
Aún el pensamiento sin lástima ni rencor.
Aún el hombre que te diera
está ardiente por darse.
Aún el poeta en estos versos
y en la puerta de tu espera
presenciando el recuerdo con ojos calmos.
Aún el propósito de todos los hombres
que se crean dentro de este envoltorio de tierra
requieren la gloriosa realidad de un beso.
 
 
Ramón Llanes. 

domingo, 19 de febrero de 2023

DE CÓMO ENTENDER A LA PAZ

  
DE CÓMO ENTENDER A LA PAZ
 
No basta con escribir de la Paz
y alabarla en el recreo
y nombrarla en casa y pintarla en el cuaderno,
a la Paz es necesario masticarla,
tenerla, abrazarla, no dejarla escapar, protegerla
y desesperadamente amarla.
 
Ramón Llanes. 

ESTOS VERSOS QUE TE ESCRIBO

ESTOS VERSOS QUE TE ESCRIBO (XII)

Me gusta abrir el cauce de los ríos
y cerrar las compuertas de la noche
para oler los geranios que me oyen
y hacer cantar al viento del estío,
me asusta la pandemia de los pobres
eterna como todos los amores
de quienes se aman y no se han ido,
pintar de corazón los corazones,
enfilar las adelfas por colores,
ponerme a calentar el poco frío.
Me asomo hasta tí, si me conoces
abrázate a estos versos que te escribo.

Ramón Llanes.

viernes, 17 de febrero de 2023

UN SÁBADO DE PRIMERA LLUVIA

                    UN SÁBADO DE PRIMERA LLUVIA.
 
 
Sonríe, te haré una foto,
me gustas, ya no quedan mujeres como tú,
así tan pulcra, tan femenina,
tan sobradamente bonita.
Tengo para tí el disparo de tu vida,
éste que te definirá eterna
¿quién podrá borrarla?,
o al menos nadie podrá borrarte de mi memoria.
Siempre estoy con tus gestos en mis manos,
cuando caminas, cuando vendes,
cuando conduces, cuando limpias,
cuando me ves y me huyes,
cuando vuelves la cara por pudor.
Todos los gestos los guardo en la retina
de la cámara oculta que es mi memoria.
Estás detrás del olivo, debajo de los ribetes ocres
con nueve números delante,
con la efímera virtud mía de mirarte
a destajo sin futuro, sin progresión en la mirada,
sin respuesta de cercanía, sin apenas un impulso.
Ayer, camisa a cuadros, primera lluvia,
olor a tierra mojada y aseo en la cornisa.
Los dos en la línea abierta de la comunicación
y solo uno habla y siente
y solo uno se vuelve míope de intentarlo.
Te haré una foto desde mi cárcel
en el color que te apetezca
y para mi colección de memorias.
Sonríe, no hay para mí mujer como tú.
 
 
                                              Ramón Llanes 

jueves, 16 de febrero de 2023

NACIMOS

 
 
NACIMOS
 
 
Nacimos de casta transparente
de subsuelo y árbol, de líquido,
crecimos de pan, de canción, de verso,
de trapío suelto, de aceite los domingos,
de sorpresas y entre bondades,
                                                            nacimos libres
de mordazas y de lujos, abajo nacimos,
no cabíamos en las nubes.
De ahí mis consecuencias, el lápiz, la mirada,
el paisaje, la risa, el traspiés,
la medio llena botella del deseo.
Querrás oír dónde parió mi madre,
en un camastro de valentía,
claro que, entre besos.
 
Ramón Llanes.

EL RETORNO

 
EL RETORNO.
 
Estoy hecho a la melancolía
de tanto cenar tristeza;
convengo perder la tarde o pararla
o devolverla. La noche lastima
cuando no es festín,
cuando todos se dejaron el recuerdo
en la sombra, todos ellos, los buscados,
las ninfas, las ráfagas de aire.
Huele en la mesa a restos de crisantemos
y adquieren un color parduzco
las hortensias, ni se oye la vida.
 
De leyes son aquí, digo en el estrado
inquieto del alma, las alfombras
para desentumecer los tilos que trepan
por los nervios y las escamas. No alcanzo
la hora del retorno, la memoria
me nombra las letanías del pródigo
y me tiende tu nombre sin manos,
sin aviso de llegar. Y se me hace
todo tan alto y se me olvida tanto
la distancia que han usurpado tu linde
las demás pertenencias.
 
Se resume mi equipaje
en  melancolía.
 
Distingo el horizonte solo por la luz
que se difumina entre las sombras,
el extraño fugitivo que huye de huir
se tumba en la carga del destino
y araña las líneas rojas
de un perfume perdido
en la contienda de esperarte.
Ramón Llanes

EL ANDÉN DE LOS NIÑOS

 EL ANDÉN DE LOS NIÑOS

En cada plácido andén
juegan los niños a buscarse
y antes de hundirse la luz o de encenderse la noche
se miran ajustando sus deseos
a la trivialidad de los días,
se agazapan en un abrazo
y se devuelven la sonrisa envuelta
en amistad grande.
Y accede la paz
a restregarse por la explanada
sin apenas una voz alta ni un reproche,
mismo como la naturalidad
del tiempo.

Ramón Llanes.

martes, 14 de febrero de 2023

YA QUE HEMOS LLEGADO HASTA AQUÍ

 YA QUE HEMOS LLEGADO HASTA AQUÍ

 

 

         Desconocemos qué número tenemos en la lista del mundo y si pueden premiarnos o ejecutarnos en cualquier momento cuando a alguien mandón se le empine el bigote; incluso desconocemos la relevancia y notoriedad que hemos alcanzado en la tribu o en la estirpe, y por desconocer desconocemos con exactitud nuestro primigenio origen de vida. Así las cosas, en mi discurrir de este día, considero que ya que hemos llegado hasta aquí no es faena ética recoger bártulos, cerrar los ojos y volver a empezar o cruzar la orilla hacia el páramo desierto; y tampoco promocionar la destrucción de lo hecho, salvo perrerías y felonías de nula garantía para el engranaje humanitario que soñamos. Creo que buscando rebeldía en los bolsillos, socavando en la memoria y siguiendo otros modelos de anteriores pobladores, nos deberíamos comprometer  a intentar encalar las paredes del mundo.

         Nadie somos y nadie seremos en la gresca o en la serenidad, en la guerra o en el miedo, pero sí nos entendemos desde el espíritu de la constancia y la limpieza como miembros de la misma colmena. Una vez limpias las paredes del mundo -o al mismo tiempo- tocará acicalarnos y emprender la misión de seguir andando los caminos, un paso, otro paso, un horizonte, un empuje, una solución, un avance. Algo debemos hacer.

         Cuando miremos atrás, estarán solo los árboles, quietos, mirándonos partir, agradeciéndonos la colaboración y quedarán otros ojos con lección y ansiedad que se consentirán con nuestro tajo. No tengo aún la estadística de logros precedentes pero casi lo más loable que me concierne en el halago tiene clara referencia a que pertenezco a alguna célula que me fertilizó los deseos   de búsqueda de una singladura más limpia y menos cómoda que condujera a conseguir algo, -un paso más, una huella, un verso, algo- para mí-para nosotros- o para quienes hereden nuestras  actitudes.

 

         RAMÓN LLANES. 

ALGO PARECIDO A LA ALEGRÍA

 ALGO PARECIDO A LA ALEGRÍA

 

 

         Me contó la vida cuitas y versos. Designé para las cuitas un lugar reservado de mi armario íntimo, busqué para los versos un paso de peatones por el cual divagaran a diario los mendigos, los ácratas y los poetas. Al cabo del tiempo las cuitas, que fueron secretos poco importantes, se fueron a los olvidos, ni me atrevo a precisar cuáles de amor o cuántas de desengaños; la jerga fue similar en ambas confesiones. También con el tiempo los versos adquirieron fortaleza, se hicieron inmensamente comprometidos, se entendieron sus fondos, se captaron sus mensajes y alertaron convivencias y mundos.

         Aquellos muchos versos fueron, son, serán, parte del cuaderno donde un vagabundo guarda sus alegrías y a donde cualquier engreído de turno no osa escudriñar. En este silencio de capacidades, ya a las horas del sentido común que el atardecer le imprime a las cosas, no importa recordar los secretos que me dejara el destino, no perduran, desaparecieron, fueron acaso bolas de añil que azulaban en papel contínuo las páginas blancas; no cumplían, -lo siento- la consigna de admiración de mi íntimo vecindario de recuerdos.

         Desafectado del nudo que dejara cada calamidad en cada brizna de mi apego, la obra encontró cauce solo en la importancia de lo escrito. Los versos pueden ser tristezas inventadas pero inquietaron las conciencias y revolvieron las pócimas escondidas para la salud y la integridad primigenia del ser humano al que han representado por los siglos. En el cuaderno con rayas de alegrías existe un protocolo de ética jamás borrado, su búsqueda no será una sorpresa, su encuentro no será una utopía.

 

 

 

 

         RAMÓN LLANES. 

lunes, 13 de febrero de 2023

CONTIGO

 Contigo.


 Qué delicia saber 
que me tienes guardados los versos de peinarme, 
 que pisas por mí la nieve y los carámbanos, 
qué pasión sentirte siempre a mi compás 
abriendo de par en par la sonrisa 
y aprendiéndome a ocuparme los sueños y las dolencias. 
 Qué sin ti sería el frasco de verdad que me sostiene.


Ramón Llanes

UN MUNDO MEJOR NO ES POSIBLE

 


UN MUNDO MEJOR NO ES POSIBLE

 

Soy viejo y he dejado de creer en el mundo ¡perdónenme los hados!, cada paso es un abismo más, el supuesto premio del paraíso terrenal dejó de existir, el cielo es una irreflexiva quimera que alivia a una mínima parte de quienes suscribieron el contrato social con la vida, nos hemos aniquilado entre nosotros de todas las formas inventadas y de otras que inventamos cada día, hemos llegado al ocaso del ser humano. Esto era todo, nada más hay detrás del futuro de tecnologías, solo cables fríos, insensibilidades, promiscuidades de baratijas, mercaderías de almacenes con odios escondidos, alimentos con odios escondidos, intereses con odios escondidos, riquezas deseadas con venenos de votos, alquimias con rencor, escasez de tenacidad, olvidos de pensamientos importantes.

Esto era todo, agarremos el hatillo de vivir y volvamos a casa, al fuego del hogar, a la alcoba con ternura, al zaguán con las flores, al mar; volvamos sin miedo, dimitamos de los sueños que otro mundo mejor para nosotros no es posible -me han dicho-.

 

                Ramón Llanes. 13 febrero 2023.

domingo, 12 de febrero de 2023

SILENCIO

 SILENCIO

 

 

         Cómo conseguir incitar al silencio, eliminar el ruido, acallar el murmullo o zafar de nuestro aire la bulla que se emprende en el debate político, nos resulta imposible. El silencio no está previamente otorgado por la simple razón de vivir, pertenecer a la sociedad limpia o ser admitido en ella. Cada vez el ruido ocupa más tiempo, más espacio; cada vez es más molesto, menos lógico; sus notas lastiman los tímpanos democráticos y el observador general que debería estar en todo esto, ignora nuestro daño.

         Nos enfrentamos con la misma frecuencia que a la vida a la demagogia que se desgrana en cada noticia. Quienes informan sobre las cifras del desempleo se posicionan con falso desdén en la verdad y añaden a sus dogmas aquello de considerar siempre positiva la estadística y los oponentes que escuchan los datos gritan con desesperanza su adhesión a lo trágico del resultado obtenido en cuanto a las mismas listas de desempleo que a los otros hicieran sonreír, en claro credo de victoria, y añaden también a su enjambre, idéntico pero contrario dogma.

         Oh, cuánta merced sería quedarlos en silencio con una sola palabra!, reservarles el puesto de sufridor o enseñarles -quizá por última vez- que para nada de eso fueron elegidos. Nosotros no necesitamos gresca dialéctica cuando sabemos que para ellos no son importantes las bajadas del paro sino la elaboración correcta de las estadísticas; nosotros necesitamos que callen para mejor rendir nuestras propias cuentas y configurar nuestra felicidad con la banda sonora del silencio en nuestro ámbito, solo eso.

 

 

 

         Ramón Llanes. 

CRÓNICAS DE LA VEGA LARGA

 CRÓNICAS DE LA VEGA LARGA

 

       En la paralela del río, en su bajada del norte, cuando llegara a esteros que parecieran dibujados en el agua, se hacía presente en su izquierda natural la esbeltez de la Vega Larga que hasta la misma entraña céntrica de la ciudad Onuba se asomara, con su recuerdo desbrozado y sus germinados soles en cabestrillo de la dinámica de la cuenca que marcara la consigna de continuar hasta las ubres de la mar, allá donde los dos río –Odiel y Tinto- son un abrazo.

       Luego, que la Vega Larga ha seguido respirando la vida húmeda de su puerto, del olor a marisma y de los condumios de labranza, legumbres y hortalizas, que dieran otro alimento a la marinería en sus vueltas a tierra. De la bulla inquieta de las mañanas de mercado y vocerío de pescas y subastas; de la recogida de quienes se quitaran los sueños en la omnipresencia del tugurio donde se componían amistades entre copas; de aquel carro que frenara, de aquella bocina que llamara a brega y de los “monturios” de sal, al frente, como un avispero blanco, observando con placer y templanza las jugarretas del tiempo.

       Desde antes del otero, desde mucho antes de la margen que cuida la insolencia del río, existe una conspiración egregia y no escrita entre la fuerza de las aguas que bajan y la prestancia de los cabezos que la dejan pasar. Complicidad de gigantes, de médanos, de garcillas, de espátulas, de juncos y jaguarzos que sellan un esplendor de paisaje para embelesar.

       Parecería un rumor durmiente de Vega Larga y sus crisoles, que traerlos sonara a nostalgia y guardarlos fuera olvido pero a nada de ello es llamada la palabra más que a enriquecer el sonido inequívoco de una ciudad que se entretiene en vivir, con estos adorables perejiles.

 

       RAMÓN LLANES 

PLATERO Y EL TIEMPO

 PLATERO Y EL TIEMPO

Platero tiene un siglo, quizá un poco más, pero desde que viera la luz de su letra impresa ha pasado justo este tiempo, largo para un libro y corto para el universo. Ha recorrido mil veces el mundo, ha despistado a las predicciones, ha causado la más delicada y lírica sensación de acogida en quienes leyeron sus páginas y ha provocado admiración en las aulas. Platero es un dios, quizá mitológico. Le pusimos cara y cuerpo, nos resignamos a desconocer su plata y su postura, nos caló un mensaje personal y humano que acercó al sentimiento algo nuevo, algo nunca leído. Y nos llenó la versatilidad del alma.
Las bibliotecas aseguran que no tiene un dolor ni un catarro ni una artrosis, que no ha sufrido operaciones importantes ni ha padecido enfermedades de preocupación. Cuando pase otro siglo, Platero seguirá siendo tan joven como el deseo y tan osado como una estrella.
No puede ser que se oscurezca en la rama más robusta del olvido porque estará en boca de todos, llenando tardes de invierno y ocupando razón en las prevalencias del estío.
Ramón Llanes.

sábado, 11 de febrero de 2023

A PROPÓSITO DE TI

 A PROPÓSITO DE TÍ

Para decirte que te estoy pensando.
He vaciado el pensamiento de otras devociones,
he saltado los espacios
repletos de inquietud y me he puesto,
-ya ves- a pensarte.
Y todo cuanto soy se me ha vuelto presencia:
el primer suspiro contigo,
la primera piedra a nuestra eternidad de besos,
la última tarde, la idea de amarnos,
todo se me ha puesto en los ojos.
Y te observo la certeza en la boca
y la gloria en el gesto;
quien te hiciera supo perfilar la dulzura
con esa calma profunda
y crecida que se te escurre
por la dócil sabiduría de la verdad.
Sé que nos merecemos estas pasiones
tan escritas en la luz
que así nos aprisionamos el alma,
para nosotros.

Ramón Llanes.

jueves, 9 de febrero de 2023

QUÉ SABE NADIE

 QUÉ SABE NADIE


No es el mundo pequeño lo que era
ni las cosas tienen el tamaño real de anteayer
ni es miércoles para un gustazo antiguo.
No es el mundo lo que era
porque se nota en las enaguas el olor a melancolía y trance,
el estado de derecho es una emoción a perseguir
en forma de imposible,
la razón no es importante.
No saben qué comemos
ni conocen las letrinas de nuestras soledades.
Desconocen la necesidad del esfuerzo,
no tiemblan, no mueren indecisos, no cambian.
Y el tiempo arrinconando los pesares
para que nunca sean olvido;
un témpano de catarsis
se anuncia en los gestos de la tristeza
y nadie acude y nadie atiende
y no se otea el final de esta tragedia.



Ramón Llanes

martes, 7 de febrero de 2023

MUCHO TIEMPO DESPUÉS

 MUCHO TIEMPO DESPUÉS

 

                Desde que éramos futuro y los deseos tenían esa distorsionada forma de imposible, desde que comenzábamos a creer en nuestras posibilidades y se nos ahuyentaban la mayoría de los miedos porque nos fortalecíamos en la juventud, desde mucho tiempo atrás, -antes incluso de la comisión de los tantos errores sociales-, desde entonces se nos convocaba para mover las estructuras y jeringar a los sistemas. Y ya, desde entonces, existían las promesas como ricas esperanzas acarameladas que seducían en evidencia a la ingenuidad. La parte ingrata de la sociedad nos trataba de comprar para luego vendernos en la primera estación o para dejarnos escondidos con toda la culpa en los andenes del olvido.

                El tiempo no ha hecho otra cosa que repetir la incomodidad de la historia y en estas alturas de invenciones de tecnología, volvemos a ser objetos de promesas banales y engañosas que dan con el cuerpo en otro distinto andén y con el alma en cualquier vendeduría de miserias para ser director general de los directores generales que pegan los carteles en los miedos de los demás y los obligan a descender a los abismos de la injusticia a cambio de un juego sucio con bocadillo, cerveza y postre.

                No resulta desviado preguntarse ahora qué hemos conseguido en este “mucho tiempo después”, sin contar el avance técnico y solo teniendo en cuenta en aquello que nos distingue de otras civilizaciones por el bienestar alcanzado. Huimos desaforadamente del imperio de la nostalgia y no pertenecemos a conocidos ateneos populares de la demagogia pero somos carne del cañón que estalla en cada guerra, boca que perdió la costumbre de distinguir sabores y humano en lista de espera en petición de los derechos perdidos, por eso podemos denunciar un fracaso o ponerle un cero en dignidad a este mentidero de sables que se erige tutelador de nuestras vidas.

 

                Ramón Llanes

FLORES EN EL LUPANAR

 FLORES EN EL LUPANAR

 

 

         Llegaban flores todos los días, las flores traían un olor fuerte a distancia y a deseos, una carta escrita con cuido expresaba el amor en apenas diez palabras encerradas en un secreto. Y todos los días el lupanar olía a flores rojas, olía a mensaje de complicidad y a melodía de pasión; se vestía de silencios y de sonrisas, como se visten los prados, se recogían los saldos desordenados de la noche, se hacían números esperando las horas y se atardecía con ansias.

         La vida en el lupanar no era cortejo en su esencia discreta ni era burdel en su escalofrío, el tiempo se alimentaba de caricias, no existía la soledad ni los compromisos, nunca llegaron a devolverse las flores ni a ocultarse los besos. Ellas reinaban celosas, deshacían truenos y escándalos, miraban los ojos y los cuerpos, sin ser amantes, sin prohibición, con el descaro de la ternura; reinaban en los hombres y en sus pensamientos hasta revolverles de placer todos los tránsitos antes nunca vividos.

         Y los hombres salían siendo dioses de un olimpo de estetas, desahuciados de las lacras que la vida de afuera les dejaran en los labios y en las cicatrices; los hombres se desfiguraban del miedo, renacían, gritaban, lloraban en otros brazos la osadía de su desnudez y acababan implorando aquella verdad como única, en ellos nunca habida. El lupanar fue la parte de gloria que los solitarios encontraron y la quietud del abrazo que desearon.

         La noche del treinta cerraron las luces intermitentes del lupanar porque los odios protestaron contra sus prácticas. Desde entonces la vida es tal simulacro como antes, los hombres dejaron de circundar aquellos amores y el tiempo se encargó de apagar los deseos. Las estadísticas oficiales no han publicado si se mantuvo en aquel ámbito idéntico grado de felicidad entre los habitantes solitarios pero sí publicaron que todos los días llegaban flores rojas a la puerta cerrada del lupanar.

 

 

 

         Ramón Llanes 

ESTE LIBRO

 


ESTE LIBRO

 

He leído este libro y me ha interesado su distendida manera de contar su propia historia que a la vez es una parte extravagante de la nuestra, una especie de contrahistoria o entrevelada historia; su vida azarosa, nómada y dinámica nos lleva a entender a los diplomáticos en el sentido que Fernando lo humaniza; tiene resortes de un humor acertado, es un buen escritor, ha recorrido el mundo de arriba abajo y viceversa -eso lo utiliza con sabiduría-  y sabe que quería explicar así su vida con suerte.

 

Ramón Llanes. 7.2.23

lunes, 6 de febrero de 2023

SER ENFERMO

 

SER ENFERMO

 

Resulta adecuado y útil ser enfermo por un día con la obligación de visitar un hospital y un quirófano, observar el movimiento de las personas que hacen allí su vida e intentan cuidar y salvar la ajena, oler esa extrañeza no existente en lo cotidiano, conversar con esos pequeños dioses humanos y volver a casa restablecido. Lo hice, fui atendido de una afección leve en el Hospital Vázquez Díaz de Huelva, y me sentí muy importante, me atendieron como si fuera una intervención única, me trataron con un respeto preciso y con una amabilidad distinta; para tan poca cosa comprobé cómo siete sanitarios especialistas me convirtieron el rato de estancia -solo acaso veinte minutos- en un lugar cálido y afable. Me fui casi con ganas de haberme quedado y me traje al mundo un sabor a paz necesaria y un agradecimiento grande por todo lo recibido. Y pensé en ellos en mi brindis de mediodía.

 

                Ramón Llanes. Huelva 7.02.2023.

A VECES, LA VIDA

 

A VECES, LA VIDA.

 

Dice Assaf que le da miedo la vida, así lleva tiempo sin decidirse a la aventura de la travesía. Los amigos le insisten desesperadamente, el barco saldrá el próximo sábado cuando colabore la marea y haya bonanza en la mar, saldrá el sábado sobre el ocaso; con sobradas ilusiones, los consejos de las madres, la incertidumbre del viaje y del destino, los jóvenes se harán a esta extraña contienda con los sueños.

En la tarde del sábado acudió Assaf al puerto, nadie le esperaba, en un rato largo se hizo la noche y quedó con rasgos de tristeza en el alma por haber perdido la ocasión, los amigos debieron marcharse. Volvió a casa, deshizo el hatillo de fantasía, se borró de los ojos los horizontes por conocer, lloró mirándose las manos y se dejó dormir, acaso arrepentido por haberse negado a sondear el futuro.

Durante largo tiempo nadie habló de la vida en la casa, todos callaron sin poder comprender a Assaf que había renunciado a vivir una libertad distinta. Solo les consoló un abrazo común a la hora del desayuno, los padres volvieron a sonreír con la esperanza de un nuevo intento pero Assaf le seguía teniendo miedo a la vida.

Ramón Llanes.

jueves, 2 de febrero de 2023

EL PASADO LUNES


 

 

 

 

EL PASADO LUNES.

 

 

Fíjate que el día presentó credenciales a la locura de quienes se ambientan con el tiempo; el sol abierto, una miscelánea de colores nuevos inventados tras la lluvia, miles de paisajes, muchos paisajes, ganas de salir, de bebernos la mañana, de robarla, de descifrarla. Y los tres hicimos de la suerte del día una panorámica inmensa de sueños, compartir sería poco, mejor vivir, mucho mejor meterse. Y anduvimos estaciones arriba y abajo abriendo objetivos, midiendo la luz, buscando vértices, hablando de ángulos, intercambiando ópticas; vías muertas de raíles torcidos, que dejaran de ser paralelos, socavones y alturas, frisos naturales en las paredes de las minas, el ruido del silencio en la cara y la excitación en los sentidos por tanta excelencia.

Nos fijamos que el paisaje del lunes pasado estaba engrandecido por la luz y por las sombras, que las puertas no existían en el paisaje, que allí estaban los arcos, la yerba incipiente, el rastrojo quemado, el azufre entre piedras, la nitidez de las nubes. Fíjate que incluso nos subimos a la cola de no sé cuántas nubes para captar desde allí la foto que no sé si conseguimos fuera como estaba en el pensamiento. Fíjate que suspirábamos por un placer sin coste, sin entender que existiera la belleza en tantas toneladas, sin entender por qué todas las gentes del mundo no estaban allí, con nosotros, en aquel momento.

Los tres nos hundimos en la mañana para contar, para revivirla, para traerla a un papel cuché tipo mate, para entretenerla a partir de entonces en nuestras complicidades, para sostenerla en un aire de libertad, con nubes y, sobre todo para volver a amarla.

Fíjate que ni siquiera hablamos de fútbol ni de política ni de libertad.

 

 

 

 

                                                         Ramón Llanes

VENDAVAL


 VENDAVAL
 
Es el viento la única rebeldía viva,
el asustante primero de las miserias,
el recolector de hojas,
el impulsor que al aire obliga;
para esta turbia crisálida
tan rota en tantos miles de pedazos inútiles
invocamos al vendaval de febrero
que venga,
que haga de nosotros
algo distinto de cuanto somos ahora
y arrase con el humo de las guerras,
aunque se lleve también
viejas esperanzas, consuelos y cerezas,
aunque nos olvide la llovizna.
 
 
Ramón Llanes 

OCHO.

 
Ocho.-
 
Quieren salvarnos
de la ternura,
poner de muros los límites
de nuestra alegría,
quieren cambiarnos el andar
por la torpeza,
no hay centímetro
de violencia sin llenar
en el diario, suman conflictos
con números inyectados
de ardor patrio,
dormimos en el miedo menor
como adictos a los cálculos
de los vacíos
que justifican con avisos
de un estado agónico
y pestilente.
Ramón Llanes. (De ASOMOS DEL MIEDO)