RAMÓN LLANES

BLOG DE ARTE Y LITERATURA

viernes, 28 de febrero de 2020

EL DESHONOR DEL RECUERDO

EL DESHONOR DEL RECUERDO


Para distinguir las palabras escritas
unas de otras, para sacarlas del pensamiento
dispuestas a ser aire o grito,
las estrujo, las palpo, las acaricio.
Se me hacen pronto recuerdo,
el recuerdo honra el patrimonio poético,
ello conforta, anima la felicidad.

Aquellas escritas desde la inconsciencia
de la locura, las palabras momificadas,
los versos gráciles, el énfasis lírico,
aquello que germinara en tono de melancolía
blanda, aquello soñado para vivirlo,
lo cursi buscado, la voz pausada, el predicado
de la oración sin pena, las motas de cristal
en el agua como garfios señalando destino
que ensalcé por mi bizquera,
aquel honor desvivido, rancio y sonriente,
aquello que ahora leo de mi poemario,
no son mi pensamiento,
me deshonra haberlo escrito sin clave
para el borrón. Me hiela las manos este recuerdo.

No soy el vocero, el enclenque. La dinastía pobre
del mundo que me crearon para versar o pensarlo
tampoco la reconozco ahora que mejor lo pienso.

Dadme nuevas manos
para romper impulsos, gemidos, braceos.
Manos de lanzas para matar creencias,
manos de agua para apagar cráteres antiguos
de pasiones. Manos de limo para humedecer
los pasos y borrarlos con la próxima escarcha.
Dadme espadas, pértigas, jábegas, alambres
para cubrir el currículo con otras credenciales.
O dadme palabras
que me sanen este febril mordisco.

Ramón Llanes

jueves, 27 de febrero de 2020

ANDFALUCÍA ROMÁNTICA

ANDALUCÍA ROMÁNTICA


Romances cuenta la luna
entre las flores del agua,
romance gitano y moro
eternidad de Granada.

¡Ay Córdoba, luna!
que en tu boca caben 
sarmiento y bodega 
de la tierra madre.
Y nace el olor
el aire es un cuerpo
sin brisa ni velo
Sevilla emoción.

Desmoronando recuerdos
la pena nunca es herida
la gloria es su luz en verso
Málaga es la gloria misma.

Con traje de libertad 
con ternura y con saber
el tiempo tiene que dar
lo que merece a Jaén.

Será vergel Almería
y cordón umbilical
de esta razón especial
que se llama Andalucía.

Y Cádiz es mucho más
es campo y es cancionero
es espuma y es la mar (Bis)
es el colmo de lo bueno.

Y Huelva huele a saber
a romance y a soñar
a flores en la pared
a capricho de la mar
a sonrisa y a querer.

Ramón Llanes. 28 Febrero 2020.

lunes, 24 de febrero de 2020

LA GLORIETA


LA  GLORIETA

 

 

Descubro una glorieta, un paso de peatones, un jardín, la puerta de un garaje, una plaza sin flores; descubro, observando Huelva, los árboles sin hojas, las hojas caídas en el parque, las cornisas altas, los tejados rojos (cada vez menos frecuentes), la cartelería de los anuncios. Descubro otra glorieta, donde al atardecer juegan niños y hablan los mayores, descubro cómo se despide el invierno y comienza a apretar el calor en estos preámbulos de primavera. Y he descubierto otra glorieta donde engalanaban las farolas y merendaban las mujeres para hacerles llegar el contento de poder sentirse seres humanos que se agradecen vivir, sonreir y amarse. Y solo por eso, en aquella glorieta de la parte más sencilla de la ciudad, donde habitan quienes son alegres y dichosos, celebran así el día de ser felices y se han reunido para compartir tal acontecimiento y se hacen su pequeño homenaje.

En la glorieta reinaba ambiente festivo y color a humanidad.

 

 

 
Ramón Llanes

domingo, 23 de febrero de 2020

ELECCIÓN


 

Elegimos el crepúsculo, la última luminaria

de la blonda cenital del tiempo,

de aquel tiempo de octubre

que ponía los árboles del color de los geranios

y el agua como con ganas de irse,

que ponía la tierra amarilla y verde

con sombras secas de un gris pelado

tirando a escondite

y ponía, octubre, el cuerpo del sapo

a la intemperie de la maleza

y el caracol al viento y empezaban a salir

los gusanos a la llamada del grillo

y parecía que empezaba el universo.

Elegimos para el recuerdo

ese octubre de gatos gemelos,

estorninos, búhos y castaños,

ese octubre de pasión medida, anhelo fiel

y pasos sin prisa. Ese octubre

de luz de tránsito.

Ramón LLanes

viernes, 21 de febrero de 2020

ODA IMPERFECTA A LO VIVIDO


ODA IMPERFECTA A LO VIVIDO

 

 

 

¿A quién dedicaré mi ternura? ¿a quién mi turbulencia?.

Acaso a la tierra. Sí, hincaré mi travesía en la tierra.

Con la rabia de un herido o la insatisfacción de un pródigo.

Acabaré deshollinando mi alma, sin dios, sin premio,

sin una emérita y luctuosa catarsis. A la tierra, el cuerpo

y la firmeza, la santidad y los vicios. A la tierra, la ensoñación

y las penalidades. A la tierra, a la boca más profunda de la tierra

dedicaré la parte de vida que le corresponde.

 

A qué ideario anotaré las ideas que me quedan?,

a dónde la artesanía de los versos?,

para quién los libros sin leer y los cuadernos gastados?.

Nadie, sino la tierra, heredará con deseos mi nostalgia,

a nadie podré contar que ya estaba en la tierra

antes de abonar la fosa húmeda, antes de habitarla.

A nadie diré lo vivido en la jerga del poeta, del añil

o la manzana. Del corazón, a nadie. No sabrán

responder con humor tan abundante murmullo.

 

Enviaré aquietar a los obispos, seré con ellos compasivo

sin gratificarles, seré fiel con la música, con la tarde,

fiel con la amistad y los paisajes. Cruel con nada.

O quizá con la burla de los malditos, con los miserables

que incendiaron esperanzas en los pueblos, con las ratas

de factoría humana, con la colección de avaros. Cruel

con nada, nada más cruel, para dejar previsto

cómo los sueños se colorean desde la utopía. 

 

Te llamaré tristeza, nunca olvido. Te llamaré, si prefieres,

agua y mar, las dos cosas te serán percibidas. Te ajustaré

a la última vena que aguante el último misterio del vivir.

Yo me llamaré como diga la tierra, como mi madre suspire

o me llamaré con el nombre que los perros dedican al amor.

Te hubiera gustado llamarme, tantas veces, melancolía,

calma y emoción. Ahora importa más el recuerdo. De nombres,

elige, traza un borrón y será el mío. Mi página es frágil

con el beso, dedícame todo el pensamiento y me estarás

honrando y me estarás amando, y pensaré dos veces mi decisión.

 

Cuando llegué ya estaban los árboles y la mina. Ellos crecieron

conmigo, crecieron los árboles, creció de sobras, la mina.

Nos hicimos socios en el respeto. Acabé siendo razón y piedra,

hoja caduca. A veces estorbo, a veces rey, a veces intrépido

pero formábamos una sociedad perfecta para los debates

y sobrevivimos, a pesar del cansancio. Ellos ya estaban

cuando llegué y supongo que no iremos juntos al desierto,

me mandarán de explorador y seguiré siéndoles fiel y alegre

como hasta aquí. Ellos, lo sé, no cerrarán con llave la esperanza.

 

 

 

 
R.Ll.

jueves, 20 de febrero de 2020

LA LETRA PEQUEÑA DEL MAR


LA LETRA PEQUEÑA DEL MAR

 

 

            Los últimos sucesos implican al mar por el descuido que ha mostrado respecto a las travesías necesarias de seres humanos en su lucha por sobrevivir, dejándole entrever una somera culpabilidad y cierta fusta de “insolidario” para con los problemas actuales que asolan la vida en sus orillas. El mar tiene su letra pequeña y sus códigos de conducta, no admite se le intente hacer corresponsable del mal de la tierra y de los desatinos de esa humanidad cercana ni presta conformidad a las formas y modos que se emplean. No está, en definitiva, en sintonía con el conflicto, el mar tiene sus propias agonías, sus recelos y sus contrapuntos y en ello le va la vida. Tampoco está sometido a que se le achaque insolidaridad, hace aquello que le es genético: nunca se queda con lo que no es suyo y devuelve a la tierra sus pertenencias.

            Hablábamos del mar en consonancia con la peste que inunda esta parte más concreta del mundo para la cual habíamos diseñado un sistema de comunidad que respondía a las expectativas de orden que buscábamos para conseguir cuotas de bienestar de mayor grado en cualidad y cantidad. Después de un largo trecho insuflando el sistema, apostando por él y ya con todos sus esquemas escritos en reglamentos y leyes, con su buen elenco de personas al servicio de esta comunidad llamada Europa, después de todo esto observamos que ha sido un grave fiasco de imposible o difícil restitución. Dicen las estadísticas que somos más de cien millones de pobres, que el espíritu primigenio está incumplido sin pudor, que se ha llenado la vida de una tecnocracia innecesaria y de una burocracia torpe y que  todo ello impide su correcto desarrollo.

            Para colmo de nuestra insatisfacción, esta gremial comunidad de derechos sostiene una teoría inhumana y esquiva cuando se le somete a cuestiones de alto calado solidario. Los movimientos migratorios, los éxodos, las huidas de tantos seres de una a otra nación en continua búsqueda de un mundo mejor no son asuntos que parezcan afectar a esta parte de nuestra humanidad provocando con ello los consiguientes sofocos al sentirnos cómplices colaterales de estas tropelías. De modo que con imaginación hacemos como que nos inventamos a diario nuestra propia realidad, quizá perdiendo hojas de identidad y sin duda siendo conscientes de la inconformidad y del desorden. Es evidente que el sistema nos llevó a sitios desconocidos donde no estaba la tierra prometida.

 

 

 
            Ramón Llanes

ERROR Y CONSECUENCIA


ERROR Y CONSECUENCIA

 

 

         Chaplin acuñó para la historia aquella frase de: “no quiero renunciar al dulce placer de equivocarme”, y muchas tendencias posteriores la tomaron como un lema de actitud positiva. Tiene su razón porque del error siempre se detrae una consecuencia para la corrección y el comportamiento se hace a apretar los dientes y procurar acertar la que pudiera ser la próxima vez. Mantenía Chaplin, -más allá de la idea de la mejoría que el error produce en los seres humanos-, que ser conscientes de un equívoco contiene una especial profundidad en el mensaje y una dosis de escalofrío que incita a un placer espiritual cargado de sensibilidades y proclive a generar un sentimiento de aceptación o auto aceptación de sí mismo que ocasiona fuertes estímulos.

         Otras teorías sobre el error han rechazado tal slogan y consideran que  para determinar desde la conciencia lo positivo o relativo del error es imprescindible valorar el daño ocasionado por la consecuencia de dicho error. Porque las consecuencias pueden quedar solo en el ámbito personal y no tener repercusión negativa en trabajo, arte, política o enseñanza, pero también pueden ser causa grave de malestar para uno o para muchos hasta tener una influencia desastrosa en los destinatarios. Y sobre todo porque en muchos casos quizá no se presente una próxima vez. Y hablamos solo del error consciente, profesional y humano en tareas transcendentes que el error del subconsciente o aquel que se califica como imprudente, tiene un largo recorrido en cualquier área de la vida y más en concreto en el ordenamiento jurídico.

         Para llegar a una conclusión más o menos empírica,-que nunca se conseguirá-, se precisa obtener una información detallada desde cualquier ángulo, manejando todos los elementos que intervienen o intervinieron en la consecuencia. Es clave profundizar en el resultado del error, si este produjo simplemente un enfado en un alguien genérico o si en realidad ocasionó consecuencias de difícil o imposible reparación. De aquella buena sugerencia de Chaplin a otras de menor calado intimista y romántico y más repletas de realismo media un galimatías que sin remedio juega en todas las órdenes y se vicia o se resalta según la sinrazón que produzca.

 

 
         Ramón Llanes.

EL PARAGUAS


 

EL PARAGUAS

 

 

         Nunca he sabido perder un paraguas. Las ocasiones que me han propiciado el destino y el olvido son incontables; no me ha faltado el riesgo, he deambulado a diestro y siniestro por lugares diáfanos y por recovecos, me he sentado en bancos callejeros, he viajado, me he mecido por las distracciones de la voluntad a mi propio antojo, siempre con la intención funesta y subconsciente de perder el paraguas, y nada.

         Mi paraguas marrón me lo regalaron una tarde de lluvia y aquella tarde dejó de llover de improviso; mi paraguas tiene el pedigrí de mis manos, mi olor inyectado, conoce las calles que ando, las paredes que miro, las caras de las gentes con las que me sostengo la vida. Mi paraguas lleva conmigo más tiempo que una eternidad y me conoce y sabe tratarme con delicadeza de objeto.


Ramón Llanes

martes, 18 de febrero de 2020

HABLAR

HABLAR
 
Hablar apoyado en la baranda, mirando la luz paseando por las calles. Hablar contigo que masticas la penúltima alegría. Hablar con el propósito puesto en la próxima primavera.
Ya se habrá dicho todo, ¿qué otra cosa queda por hablar?, habíamos hablado de las ilusiones, del amor, de la intolerancia; habíamos hablado mucho de la tierra, de la mar extensa, de los molinos de viento; hemos hablado hace poco del bienestar y de la crisis. Nada queda por hablar, acaso repetir l...
a misma canción y volver a hablar de nosotros. O de los amigos o del tiempo. Repetir las palabras que se nos quedaron grabadas, repetir en el interior aquella sonrisa encontrada en cualquier sitio, repetir la bondad de aquella tarde.
Acaso hablar y hablar repitiendo que somos, que estamos, que hemos llegado, que apostamos por los sueños, que creemos en las utopías. Repetir un verso para que no se extingan las ferias de los libros, repetir un “te quiero” para que no se acabe el amor.
 
Ramón Llanes.

lunes, 17 de febrero de 2020

ODA AL DESAHOGO


ODA  AL  DESAHOGO.                   

               
 
Ya no escribo poemas, los desangro,

no mastico el verso, no sufro por él,

no traiciono a la verdad, la ignoro,

no resucito a la amada, le señalo el limbo,

no me transparento, no me anuncio,

no pertenezco a la paz,

no hago misiles ni invento traiciones,

ya no me someto a la castración con voluntad,

no recurro a lo lírico para enamorarme,

no fabrico milagros de luna llena,

no presiento el beso para despedirme,

no se me caen las lágrimas de vergüenza,

ya no corrijo las ilusiones,

no me tropiezo con el deber de oirte,

no estoy para hablar de soledades,

no me paso la noche entera con la guitarra,

no me mordisco las manos por descuido,

no me río porque me da pereza,

no canto por no disimular que es mentira,

no recito para seguirme creyendo poeta,

no es mía la mejor frase para un epitafio,

no me arrepiento de ser un aprensivo,

no quiero nacer otra vez por si acaso,

no están mis ojos para rimel ni antifaces,

no me sobran cartas para la próxima jugada,

no me da asco retirarme del oficio de loco,

no hay palabras capaces de aburrirme,

no me he propuesto cambiar,

no me muero porque sería hermoso.

 

 
                                                                    Ramón Llanes

sábado, 15 de febrero de 2020

DESPERFECTOS


DESPERFECTOS


Alguien – no sé quién ni me importa ni me parece necesario ni es adecuado para cuanto deseo contar ni tiene utilidad su nombre ni está castigado por eso-, alguien de este mundo o de los mundos de allá o de las esferas llamadas celestes o de los charcos de las estrellas o de la última órbita del planeta anónimo o del infierno que duerme en esa parte desconocida del universo, alguien osado o tal vez cumpliendo órdenes o simulando que es poderoso o que se cree más listo que la luz o un despistado lucero del alba o alguna galaxia distraída o quizá la mano dormida de un dios en horas bajas o quien sea, alguien que no procura entendernos o que no pasó los primeros días de su vida con nosotros o que despotrica del soñar o que nunca tuvo novia o que prefiere la oscuridad, alguien en definitiva que no viste como nosotros ni se afeita ni eructa después del almuerzo ni echa de menos al lupanar del ocaso ni sabe de cosenos ni habla sánscrito, alguien intruso ha lanzado desde no sé dónde un meteorito o lastre o basura nuclear o libros quemados o desesperaciones desde lo más alto de lo más alto y ha creado confusiones en esta parte baja del lodo, aquí en donde nosotros sufrimos la incertidumbre de vivir, aquí en este pueblo pequeño sin luz en las esquinas ni riqueza en las sombras, alguien “sabijondo” ha dejado moverse a un raro ejemplar extraño, de piedra o fuego -¡vaya usted a saber!- que nos ha ocasionado desperfectos en el clima, en la alegría, en la siesta, en el amor y hasta en la hipoteca y nos tiene preocupados al máximo, y no sabemos reaccionar y algunos observan el fútbol sin atención y otros u otras se santiguan por si acaso y se percibe un estrés impropio en los más humanos, que nadie -ni siquiera los alcaldes- saben resolver con cierta dignidad, y andamos resumidos en minúsculas motas de algo desprotegidas siempre de alguien y así nos va por ahora, que a las diez tengo una cena con los amigos y una cita con una amiga y todo cambiará como de la noche al día. ¡Qué calentón!.


Ramón Llanes.

DEFINITIVAMENTE


jueves, 13 de febrero de 2020


QUÉ SUEÑAN LOS POETAS ANDALUCES DE AHORA

 

            En digna evocación e invocación a Neruda por un cumplimiento más del tiempo que nos falta, ha primado la consigna de indagar los pasos de los poetas andaluces para verles los espasmos, las pasiones y los merecimientos que se les vuelcan en sueños de almirez de tardes de nimbos y noches escondidas. Y no digáis que agotado su tesoro de asuntos falta enmudeció la lira, que podrá no haber poetas pero siempre habrá poesía ni digáis que el falso plenilunio enmascaró los versos de la plebe lírica que golpeara antaño emociones y conciencias ni acaso digáis que las rimas sobran en la debacle de los sistemas, para decir que los poetas andaluces sueñan palabras de armiño, se columpian en lisonjas de befos y viven; para decir que sueñan los poetas andaluces de ahora con la crecida de la lágrima en el dogal de algunos miedos y para decir que es tiempo aliado de odas y respetado de estrellas.

            El Sur, decid, es el martillo que despierta las soledades con palabras y decid poemas sin enredos en los burdeles y en las fábricas de anhelos, que los poetas siguen inventando usos de sonrisas, que los poetas niegan las existencias de los imposibles y se divierten con pájaros inconcebidos y renglones en blanco. Que todo este orbe está cubierto de nombrados y anónimos poetas, de poetisas que piensan y sienten con la lírica en la piel, de recuerdos de quienes dejaron páginas repletas de ardores y de luces que encendieron predecesores en la metáfora. Decid que no falta un calcetín, una barca, un liquen, una esfera, un cieno, una lluvia, una utopía en los versos que escriben y sueñan los poetas andaluces de ahora; decid atardecer y mirada y estaréis sumando rimas; o decid tiempo y sosiego y estaréis leyendo la constante mensajería escrita de los escribidores del Sur que ponen instantes de enigmas en cada canto.

            No agotó la lira su tesoro ni la voz poética de los hombres y mujeres que anegan de fantasía las laderas sinuosas de esta supuesta realidad, quebró el suspiro; no pudo el silencio con la palabra ni la debilidad con el sustento. Ahí sueñan a tiempo suelto, entre farras de imágenes y lindezas de arrullos los poetas andaluces de ahora que, sin moldes, versifican los poemarios infinitos que descuelgan las horas para sobrellevar con causa la vida.

 
            Ramón Llanes

MIS VERSOS VIENEN


miércoles, 12 de febrero de 2020

SONETO A MI PRIMO CRISTÓBAL


SONETO A MI PRIMO CRISTÓBAL

  •  
  • Sesenta años por primera vez
  • Con motivo del sesenta cumpleaños
  • de mi primo Cristóbal, a quien tanto quiero.
  •  
  • Es otoño, ¿ves?, y sin darte cuenta
  • te llega un veinticinco con amor,
  •  te deja unas velas con ardor,
  •  te recuerda que cumples los sesenta.
  •  
  • Y tú, viendo a la esposa tan contenta,
  • te piensas que algo se te acabó,
  • que cumplir es desandar. Y es mejor:
  • cumplir es memoriar a las tormentas,
  •  
  • a los besos, al tiempo, a las verdades;
  • cumplir es rehacerte el sentimiento
  • de hijos, de todas las amistades,
  •  
  • de quienes se quedaron en “tu adentro”.
  • Pero tú sabes distinguir, lo sabes,
  • por eso cumples años tan contento.

 

Ramón Llanes. De Tharsis para Calañas en Otoño de 2012

ORILLA BLANCA, ORILLA NEGRA


ORILLA BLANCA, ORILLA NEGRA

 

 

            Se nos fue la conciencia de las manos al depósito fácil del mar, desde donde no se oyen los lamentos y es imposible contar las muertes una a una, ponerles nombres o devolverles a la tierra; desde allí la custodia es solo material, volarán otra vez el mismo azul y asistirán a quienes se juegan sus vidas por alcanzar la orilla blanca de sus utopías, acechando el miedo y volcados a la desesperación deshonrosa de partir dejando atrás la querencia. Solo el bienestar que imaginan les empujó a una gloria inaudita, amilanando en el intento la verdad que traían y la sangre toda que se derramó por toneladas en las balsas del mar, triste desconocedor de las tragedias.

            No es reclamo la muerte negra para las vergüenzas blancas, se precisa una mejor editorial que incite a la acción que demanda la sociedad humana que aún existe en la frontera europea; quizá esté obsoleta la consigna de la consideración hacia los pueblos que muerden a diario la miseria en términos monstruosos y quizá la opinión colectiva se haya acostumbrado al noticiario luctuoso como si de una gresca política al uso se tratara y la atención se desvía al resultado deportivo, la prensa rosa o la sonrisa del anuncio.

            Que Europa se inclina por un silencio sospechoso es razón que a nadie escapa, esperando de un momento a otro una moraleja tardía a  modo de repulsa institucional contra los estados que impulsan el éxodo desde la orilla negra y más que impedirles la marcha la jalean. Esta gran Europa tiene problemas más importantes para resolver y en su tecnocracia no figuran los actos de valor en pro de pobres, desasistidos y gente insana que poco aportarían a las sociedades civilizadas. Hay un panorama peligroso en el aire que se transmite a todas las orillas y que puede causar un conflicto de muy difícil solución una vez iniciado. Europa está perdiendo aceite solidario por los bajos y capacidad para encontrar soluciones, mientras continúa el mar llorándole sus errores.

 

 
            Ramón Llanes.

martes, 11 de febrero de 2020

INSPIRACIÓN


INSPIRACIÓN.

        

         Siento defraudar, la inspiración no existe, se agotó por el olvido. Existe la bacanal de la impertinencia, existen los favores, el miedo a nada, la desocupación. Existen conspiraciones sin necesidad, pero falta inspiración. Distingo aún un cántaro de una piedra, mañana posiblemente serán la misma cosa o también lo serán comodidad y desorden o desidia y odio. El tedio es un pozo lleno muy solicitado, la inspiración un concepto sin indulto, longevo como la tierra misma, perdido como la razón. Me equivoco, han dicho que profetizo desde una moralidad caduca, lo dudo, tampoco soy notario de esta sociedad, no la observo toda, no la bebo.

         Inspiración para saber comprender si las elecciones son necesarias, si los candidatos son los adecuados, si el sistema responde a las expectativas de vida, si el federalismo es una pantomima, si la izquierda está en su posición, si el insulto es una virtud o un defecto, si lo llevará al poder su ironía o su honestidad, si sobran carreteras y faltan pantanos, si las campañas sirven para dar a conocer el programa o para descalificar al enemigo, si están bien manoseadas las pensiones y las cifras del paro, si ellos saben ya que nadie les cree. Inspiración para hacer una lista en un cuaderno y relacionar los lugares que están autorizados para pegar los carteles y respetar paredes, contenedores y propiedades privadas; inspiración falta para exponer con realidad exclusiva la sensatez, para saber acercarse al ciudadano también cuando se le necesita, inspiración que falta por supuesto para no creerse ombligos de un mundo dominado por su propia voluntad, inspiración para tener la capacidad de reconocer errores y corregir, inspiración para tener vergüenza.

         O quizá todo fuera producto de la inmadurez; a sociedad inmadura, ciudadanos inmaduros, ya se sabe donde está la culpa. Entonces falta madurez para sentarse con honestidad en un puesto del que no se tiene ni idea, para resolverle los problemas a los demás desde una posición de servicio, madurez para ser aliado del ciudadano y nunca su enemigo, madurez para opinar, para elegir la mejor opción que mejore lo público, madurez hasta para presentarse a las elecciones.

         Inspiración y madurez, no desarrolladas con la primavera. Inspiración para votar o para reivindicar el derecho a que no vuelvan al ruedo los mismos toros o que no haya toros o que ni siquiera haya corridas y que la gente se divierta de otra forma, sin acoso.

 

 

 
                                            Ramón Llanes.

lunes, 10 de febrero de 2020

A RAMÓN LLANES. MINERO DE ESTRELLAS.


            RAMÓN LLANES: MINERO DE ESTRELLAS

                                                          Augusto Thassio.

 

Roza los cielos. Y roza la tierra sobre la que el verde asoma su timidez silvestre.
Sopla el aire cadmio, amante de montañas redondeadas a besos, abrazadas por nubarrones trémulos, azules y violetas que se rompen sobre los duros pechos de las rocas.
En el Andévalo, la mina es el corazón, una mina con filones de nobleza, de honradez, de valentía al trazar sobre el papel, no sólo en el vientre de la tierra, surcos de la poesía.
Y como leal minero de mil senderos de estrellas, Ramón Llanes, con luz de luceros, escribe bellos poemas, en los que canta oraciones a la gente de su tierra que parten en el silencio de las promesas eternas.
Así es Ramón Llanes, minero sencillo, escritor y poeta.
Le gusta llevar sombrero como a Juan Ramón Jiménez, Neruda, Antonio Machado…, e incluso a Humphry Bogart  al que siempre le quedaba un Paris en los bolsillos y cartas en la bocamanga de su arrugada chaqueta.
A Ramón LLanes, andevaleño y buena persona, siempre le ha de quedar el cariño y el respeto de la Plataforma de los Poetas de Huelva.
Un abrazo, compañero, gracias por estar aquí, presentándonos, alumbrándonos las sombras, provocándonos sonrisas, despertando sincero agradecimiento. Que el resplandor de la mina siga alumbrándote el alma.
 
En Huelva, en 1900, 5 febrero 2020.