RAMÓN LLANES

BLOG DE ARTE Y LITERATURA

sábado, 27 de abril de 2024

CORDIALIDAD

CORDIALIDAD



Alberto confundió la cordialidad con la entrega, anduvo y estuvo de misión en misión humanizando teatros y plazuelas, disfrutaba siendo cordial y a tal agrado se prestó durante la larga posición de su vida, duró casi un milenio en plena efervescencia de cordura, aun permanece, se le ve en otros, reencarnado en la solidaridad, en el empleo y en las altas cornisas de la bondad, lo recuerdo. Ha vuelto a ser un hombre vinculado a un espacio, el espacio a un método y el método a una idea, se le han saltado las primeras lágrimas al ver que no mintió para ser libre, se posiciona a favor de los bohemios y de todas las mujeres, le critican por no saber entonar canciones y le culpan de la fatalidad de sus sueños. No será de este mundo porque hoy ha escrito que no le llamen los bizcos ni las monjas ni los heteros ni los calvos ni los avispados que se creen tener pensamientos cuando por él es sabido que los pensamientos solo son suyos. Lo recuerdo.



Ramón Llanes.

jueves, 25 de abril de 2024

ADVERSARIOS O ENEMIGOS

 

ADVERSARIOS  O ENEMIGOS.

 

 

No siempre los adversarios son enemigos, más bien casi nunca los adversarios son enemigos entre sí. Adversarios podemos ser todos en cualquier momento de nuestras vidas, ciertamente también podemos ser enemigos, pero es más fácil ser adversarios, no lleva el componente de enemistad, odio o repulsa, como entre enemigos. He vivido lo justo para ver cómo los adversarios en el deporte se abrazan, se intercambian halagos, jamás llegan a los insultos o las descalificaciones, está muy mal visto. En el campo de los negocios también los adversarios se respetan e incluso en muchas ocasiones se alaban. De hecho sus corporaciones sirven para tutelarse mutuamente y para programar estímulos, consignas y horizontes organizadamente. Existe también esta armonía entre escritores, periodistas, arquitectos, médicos, albañiles, etc, pero carecen de ella los políticos y no sé por qué. Es obvio que ellos también forman parte de la misma sociedad, sin embargo son enemigos y bien que lo recalcan y bien que lo cacarean.

Es imposible oír un comentario positivo de un político respecto de otro de distinta formación, es muy habitual oírles en descalificaciones, reproches, insultos. Luego se aprietan la mano como si nada y a nosotros nos da para pensar que una de las dos actitudes es falsa. Sin son adversarios no cabe la enemistad, si son enemigos no caben los disimulos ni los abrazos.

 

 

Ramón Llanes.

XAVI


 

XAVI

 

¡Dejadlo en paz!. No es lícito arremeter contra un ser humano que solo se dedica a dirigir técnicamente a un club de fútbol, que intenta hacerlo desde sus conocimientos, que emplea lo aprendido y que en su tiempo de jugador alcanzó la excelencia. Xavi no es un superhombre pero merece mayor respeto en redes y prensa, no ha perjudicado a la sociedad con su actitud ni pertenece a grupo mediático de presión que intente especular o dañar la vida de los demás; es un entrenador que a veces acierta y otras se equivoca, que tiene alrededor mucha gente que le aprecia y le ama, que ha luchado mucho para llegar hasta aquí y que -como cualquier humano-puede permitirse cambiar de opinión. ¡Dejadlo en paz!. En esta era nuestra alguien promocionó una guerra y otras felonías que hicieron mucho mal y que nadie acosó tanto y con tanta maldad como al bueno de este hombre a quien solo le mueve en la vida jugar bien y ganar la contienda en el césped. No es un malvado, ¡dejadlo en paz!.

 

                Ramón Llanes 25 abril 2024.

miércoles, 24 de abril de 2024

LA REVOLUCIÓN DE LOS CLAVELES


 LA REVOLUCIÓN DE LOS CLAVELES.

 

 

            Fue un veinticinco de abril cuando se barruntaron en Portugal los primeros signos de rebeldía ante dictados políticos que impedían el desarrollo humano de los seres que habitaban tan bello lugar; fue en Lisboa cuando simularon algunos jóvenes haberse convertido en donantes de claveles obtenidos de una floristería cercana donde tuvieron que esconderse del acoso policial. Ocurrió que el dictado dejó de existir como tal y se acordaron nuevas formas de entender la vida de los portugueses. Los claveles fueron el olor del cambio.

            Quizá no encuentre en la reciente historia de este mundo hecho tan significativamente poético que, a la vez, modificara la estructura de un estado; fue llamada “revolución de los claveles” que por recordarse hoy la traemos a este virtual papel en blanco para considerarnos proyectados en aquella ilusión.

 

            Ramón Llanes. 

SI ME PREGUNTAS


 SI ME PREGUNTAS.


            Si me preguntas qué sueño tuve anoche podré contarte cuatro de ellos, en ninguno estaba la guerra, en todos estaba la gente que se manifestaba contra la posibilidad de la existencia de una guerra. Y era gente de postín, ese tipo de gente tan sencilla y tan hermosa como las flores que gusta de oler, vivir, amar y emocionarse pero son contraria a los conflictos. No se trata de cualquier tipo de gente, son gente sensible, pacífica, libre. Gente de andar por casa sin miedo a que el vecino venga a robarte los libros ¿sabes?, este tipo de gente.

            Si me preguntas con quién estuve ayer, te diré que hice lo de todos los días, una conversación sabrosa con los amigos en aquella bodega de la esquina donde ponen una exquisita manzanilla. Y hablamos de lo de siempre, en la clave de humor de siempre, con el sol que nos acompaña estos últimos días y mirando arder el día y mirando a los amigos. Se nos fue el rato y nos fuimos a casa con un nuevo sentido en el paladar.

            Si me preguntas qué haré esta tarde, te diré que he quedado con el informático para que me vea algo del ordenador, no puedo dejar de escribir todas las cosas que se me vienen a la memoria y disfrutar contándolas. Y luego haré hogar y lectura, como siempre. Queda tiempo para la palabra, en casa la usamos a menudo y con frecuencia diaria, la adornamos, la mimamos, la protegemos.

            Si me preguntas por la vida te diré que no observo que la máquina esta de mi país este, supere los traumas y los dolores, parece que debe estar con intervenciones quirúrgicas cada día, en debido reposo, con anestesias, con rehabilitación constante. Podrás preguntarme cuanto quieras pero tráeme la voz esa de la parte de ahí, de lo que amamos y así hacemos para el fin de semana caluroso una sombra de palabras que más nos agasaje. Y luego ya veremos.

 

 

                                                     Ramón Llanes. 

martes, 23 de abril de 2024

CIGÜEÑAS

  

 

CIGUEÑAS.

 

 

Ya no se van las cigüeñas en otoño para volver al campanario por San Blas, se quedan mudas en el confort de las primeras horas del invierno soportando el templo frío y las peinadas acacias chorreando hojillas por los suelos. Qué les habrá inducido a permanecer, quién hostigaría antaño la presencia para que emigraran a cúpulas más templadas. Qué pensarán ahora las cigüeñas, que a tanto les notamos, que a tanto les percibimos, envueltas, a veces, solo por el pararrayos torcido, por la espadaña descalada, por el rumor.

Las cigüeñas son de nosotros en el aire y en los charcos, nacen y se reproducen a cuenta de nuestra inagotable naturaleza y viven a pulso de equilibrista en la continuación de la altura a la que nunca llegamos y nos ayudan a mirar hacia arriba; y nos observan y sueñan que somos suyos, y nos redimen de la distracción en las homilías de mayo y en los egregios libros que las nombran. Las cigüeñas han montado su guardia y su cuartel en esta esquina del sur por temor a la pérdida de la alta alcoba, sudan y se mecen entre ramas secas y, al igual anuncian que erramos o caemos. Por eso son del tiempo nuestro las cigüeñas, solapadas y contrarias a los remolinos y al espasmo.

Están contemplando cementos y céspedes y solo vinieron a procrear, a dominar naturalmente el medio al que se deben  y después una más allá que no pasará de una mirada traviesa, una mancha blanca en la puerta de la iglesia, un levantar alas y muchas dormidas a pie cojito, sin tambalear ni cimbrearse a costa del de la depresión o el mal humor.

Cuando se vayan otra vez las cigüeñas en otoño y los campanarios se duerman de aburridos a nadie despertará la campana y a solo esquila de luto tocará en los ocasos. Líricamente el tejado necesita a la cigüeña como ella al tejado, emocionalmente también se atraen, nada les impide seguir acompañándose pero nunca descifra el lugar escogido, será su único misterio. Mas la cigüeña colabora en el equilibrio de la naturaleza nuestra, a veces en exceso, y agota de ratoncillos y roedores los poblados estercoleros que se prodigan. Quizá por ayudar, permanecen atentas a la función de equilibrar y nadie lo agradece.

Otra vez que se vayan las cigüeñas en otoño, dejará de ser otoño, o las estaciones se habrán prolongado, como dicen, y los campos tendrán paciencia para más crianzas y sonará una melodía de ausencias de blanco y negro, de zancudos y picos largos y los púlpitos sobrarán de mudez y los crepúsculos serán de color rojo amarillo sin figura ni elegancia.

Para cuando otra vez se vayan las cigüeñas nos gustará no vivirlo aunque el tiempo nos haya favorecido en madurez y los campanarios altos y los arbotantes se conviertan en canción de musa y en equilibristas de los ocasos.

 

 

 

 

                                                    Ramón Llanes

EL LIBRO

                 EL  LIBRO

 

 

Qué sueño, qué poema, qué conspiración, qué turbulencia, qué profecía, habrán escapado de la  permanencia, desde una página  solapada?. El autor, movido por un resorte de sabiduría, anega campos blanquecinos y somete su inspiración a cualquier voluntad. Lo hace con la fundamentación del pensamiento. Absorto o loco, escribe en letras y vocablos aproximaciones a la realidad, se baña en la ficción, se desmenuza en partículas, grita página a página para no ser oído, solo tenido, quizá llorado, tal vez vivido.

 

El autor se aligera de promesas con errores de cálculo, corrige mil fórmulas nuevas, se entierra en una sangre propia para  resucitar  en los papiros y sufre un parto de primeriza cuando la luz le concede una libertad de tenencia y  puede arrodillarse con adoración sacrílega al hijo encuadernado. El autor no se cansa. El autor, el pro-artífice de una obra esculpida para los hombres, devengará incontrolados placeres desde la creación hasta los adjetivos que le aguardaron , incluidas menos alabanzas de las permitidas y menos halagos de los solicitados.

 

El lector empaña dedos en la recién merecida caricia tributando el primer consentimiento de homenaje, subiéndolo al quicio de su memoria en donde rumia composición, sintaxis y sinónimos hasta destrozarlo por el uso y llevarse jugos y mensajes,apareándose con esa soba de lenguaje que la lectura le proporciona. En la soledad, autor y lector, se alían en la misma historia, sufren juntos y aman juntos con la misma intensidad, se conocerán a su través, les unirá el texto y se entenderán sin rubores. El lector ha de ser amante deseoso, siempre agradeciendo  los órdenes o las delicadezas, para entrar en la salvación del  autor.

 

El libro es una sugerencia a la libertad, a la tolerancia, a la comunicación y a los deseos. Y todos , desde el autor, conspirarán por perpetuidades ; y todos, como enseñantes, eludir rabias y soeces en su contra. Nada más preciado se adora.

 

En una sociedad cercana, alistada a un bienestar que se intenta conseguir, algunos tipos inteligentes, repartirán libros una tarde de primavera al lado de algas marinas y flamencos rosáceos, intensificarán los métodos de la paz en una ciudad cualquiera con nombre antiguo y allí los niños huirán de batallas, asomarán un prólogo a sus narices y pondrán alivios a las discordias del día. Todas las semanas serán fiestas de libros en esa ciudad arropada de historia y las voluntades se desquiciarán en rupturas viejas. Predominará la letra y detrás el entendimiento y luego el saber. En el lugar de la indigencia, criterios y opciones, alternativas de refugio societario compartido.

 

Es, otra vez, tiempo de libros. Devenir a la liturgia de la lectura, llegar a los epílogos de la sed y reencontrarse cara a cara con la felicidad escrita.

 

 

 

 

                                                        Ramón Llanes

DESPERFECTOS

 

 

DESPERFECTOS

 

            Alguien – no sé quién ni me importa ni me parece necesario ni es adecuado para cuanto deseo contar ni tiene utilidad su nombre ni está castigado por eso-, alguien de este mundo o de los mundos de allá o de las esferas llamadas celestes o de los charcos de las estrellas o de la última órbita del planeta anónimo o del infierno que duerme en esa parte desconocida del universo, alguien osado o tal vez cumpliendo órdenes o simulando que es poderoso o que se cree más listo que la luz o un despistado lucero del alba o alguna galaxia distraída o quizá la mano dormida de un dios en horas bajas o quien sea, alguien que no procura entendernos o que no pasó los primeros días de su vida con nosotros o que despotrica del soñar o que nunca tuvo novia o que prefiere la oscuridad, alguien en definitiva que no viste como nosotros ni se afeita ni eructa después del almuerzo ni echa de menos al lupanar del ocaso ni sabe de cosenos ni habla sánscrito, alguien intruso ha lanzado desde no sé dónde un meteorito o lastre o basura nuclear o libros quemados o desesperaciones desde lo más alto de lo más alto y ha creado confusiones en esta parte baja del lodo, aquí en donde nosotros sufrimos la incertidumbre de vivir, aquí en este pueblo pequeño sin luz en las esquinas ni riqueza en las sombras, alguien “sabijondo” ha dejado moverse a un raro ejemplar extraño, de piedra o fuego -¡vaya usted a saber!- que nos ha ocasionado desperfectos en el clima, en la alegría, en la siesta, en el amor y hasta en la hipoteca y nos tiene preocupados al máximo, y no sabemos reaccionar y algunos observan el fútbol sin atención y otros u otras se santiguan por si acaso y se percibe un estrés impropio en los más humanos, que nadie -ni siquiera los alcaldes- saben resolver con cierta dignidad, y andamos resumidos en minúsculas motas de algo desprotegidas siempre de alguien y así nos va por ahora, que a las diez tengo una cena con los amigos y una cita con una amiga y todo cambiará como de la noche al día. ¡Qué calentón!.


Ramón Llanes

TROZOS DE VIDA

 

PRESENTACIÓN DE TROZOS DE VIDA

 

Estos poemas son como un recorrido por la vida cotidiana, con un lenguaje poético que parece proceder de esa voluntad que tienen los poetas para nacer cada vez que amanece.

Con esta definición introduce la prologuista Joaqui Pérez Calero al poeta en esta geografía de la razón lírica; pronostica que el poeta posee un don alentador llamado voluntad para ser capaz de nacer cada vez que amanece. Y es así, la poesía hace que las cosas que no existen nazcan al espacio de los sentidos y se jueguen la vida en el hacedor poema que inventa la emisión del latir.

El poeta ha cortado una rama, ha cantado a un árbol, ha cursado ejercicios de ternuras con la piel y todo lo ha hecho con respeto, con un tono de mezcolanza con la naturaleza, con una dosis magna de complicidad; se ha comprometido con lo humilde, ha bajado de la grandilocuencia que podría otorgarle el rango de escribir para poner las manos sobre otras manos y para acariciar su universo. Y todo, todo, porque Me obsesiona la comunicación, el tú a tú, la mano tendida, la silla baja, el susurro y el encuentro en la amistad. Lo dice así en uno de sus poemas, ese encuentro con la amistad, como si su obsesión fuera incómoda y tratara de superarla a base de entregas de silla baja y de susurros. Lo dice él porque lo siente y sé que no es un sentimiento nuevo que haya aprendido en esta semblanza de sí mismo, el poeta es así desde siempre, solo que es ahora cuando se atreve a memorarlo; es tímido, no se cargó de palabrerías ni de valor para asfaltar las páginas, solo quiso enseñar su cajón escondido, su liturgia, con todos los rasgos de emociones que a él mismo le han proporcionado, desea compartir porque lo vivido en su silencio le parece compartible.

Pero este poemario son Trozos de Vida y el poeta no se queda en sacar su traje y tratar de airearlo, hace una secuencia concreta de su sutilidad porque tiene otra misión más sublime, quizá la segunda parte de su proyecto y lo describe en estos versos: Sabed, que mi búsqueda está en encontrar el cauce de la palabra, de la comunicación. Y a ello dedica la vida versificada que con dignidad y empatía trata de mostrar. Encontrar el cauce de la palabra y acompañarla y seguirla y llegar a la culminación ética de toda palabra que es utilizarla con deleite para comunicarse con los demás y con el cosmos, y entenderse siendo uno más de esa sociedad. Y el poeta quiere descubrir sus códigos de navegación, navegante en su marejada, dice, y continúa sus descripciones íntimas como quien echa de comer a los pájaros en el jardín, con esa naturalidad que los vencejos pueblan la tarde; ya están formados los pilares de sus Trozos pero su proyecto va más allá, también pretende que los otros se impliquen con él en esta aventura de cambiar la tribu y viene a proponer una súplica: A todos, os pido que no faltéis a la cita de este manifiesto, os pido acogida, posada. ¡Qué desfachatez!, no se conforma con llegar y mirarnos con afecto y arrancarnos una emoción, ahora se atreve a meternos en su saco que a modo de manifiesto ha construido para librar al mundo de aquello que él entiende como nocivo y quiere que le acojamos en nuestra posada porque dice que El hambre nos la tenemos que comer juntos, y los pájaros tristes nos darán su gran compañía. ¡Otra osadía!. Nos asusta con alimentarnos de hambre y esto poéticamente es bello pero la amistad a la que aludió al principio se aparta de este extraño proceder. Y proclama que los pájaros tristes nos darán su gran compañía, en un intento de conformarnos y alentarnos para sobrevivir en el empeño.

Hay más, los versos no acaban en un renglón más o menos largo, los versos tienen continuidad en el mensaje y pensamiento en cada palabra. Y lo consigue, sabe de implicaciones humanas, sabe a quién dirige su ejercicio de poeta y sabe que ha plantado en buen lugar sus semillas. Tiene un halago para los suyos, pone actitud de acompañante a quienes van a seguirle en la epopeya del cambio, su proyecto tiene infinidad de sorpresas y no puede dejar atrás a quienes le sobran y con idéntico respeto que a los amados, advierte dulcemente: Otros os quedasteis en el camino, en la virginidad del silencio, en el manifiesto nunca realizado. Parece un castigo a quienes se olvidaron de sus Trozos de Vida para mejorar la existencia, pero solo es una sinfonía en amor mayor que aparece al final de estos signos escritos que antes fueron símbolos y después de vividos son un pentagrama de músicas para esa parte del alma a veces no descubierta.

 

            Ramón Llanes. Huelva 17 abril 2024.

lunes, 22 de abril de 2024

TE CUENTO. PEDIDOS


 

PERDONANDO A PÉREZ

 PERDONANDO A PÉREZ

 

 

Pérez es un árbitro que en una noche de sábado creó desconsuelo colectivo a una afición a causa de sus errores; Pérez es un fontanero que colocó al revés las tuberías del aseo y dejó salir agua hasta llenar la casa; Pérez es conductor que se saltó un semáforo  y partió un árbol; Pérez es también un ladronzuelo dedicado a robarle los bolsos a los ancianos; Pérez es un marido violento que arremete contra ella cuando toma dos copas de más; Pérez es un político que se olvidó de servir y se sirve del cargo para engordar su patrimonio; Pérez es un médico que olvidó ponerse aquella mañana su bata de médico  y extendió un diagnóstico equivocado; Pérez es un futbolista que falló un penalti. Pérez es también un hombre cualquiera que se equivoca y Pérez es un forofo que mira las jugadas con altos grados de subjetividad y no tiene capacidad para discernir.

Para todos los hombres Pérez existe un nivel de tolerancia que la propia sociedad va marcando, con sus pautas de desencanto, de desconsuelo, de inestabilidad. Y para todos los Pérez sociales que nos movemos en este circo existe también un nivel de condena y otro nivel de perdón. No solo los Pérez son culpables, no solo a ellos se les deben magnificar los infortunios, no solo para ellos ha de existir rechazo, entre otras muchas cosas porque todos somos Pérez alguna vez en la vida. Quede que somos perfeccionistas y nos gustan las cosas bien hechas, quede así y que es de humanos equivocarse y de humanos perdonar a los Pérez del mundo.

 

 

 

Ramón Llanes. 

LA POESÍA DEL FÚTBOL

 


LA POESÍA DEL FÚTBOL

 

El fútbol tiene su lírica, su rima, sus endecasílabos y sus metáforas; sobre un manto verde inmaculado crecen latidos y asoman lágrimas, se simula un universo con sus estrellas brillantes y sus apagadas galaxias, se funden calor y gozo al ritmo de una filigrana bella que hace vibrar de entusiasmo a los humanos que la perciben y casi que elevan a la sublimación de arte; el grito de ánimo es una música con estridencias escrita en un aire infinito, las voces son canciones de honor y brindis de felicidad, la alegría que se exhala cumple una misión psicológica capaz de aliviar un estado de ánimo y perder la contienda colabora en la superación para construir la próxima ganancia. El mundo de los seres que aplauden ama el fútbol porque es poesía, que si no tuviera imágenes y careciera de una perfecta armonía emocional habría acabado pronto o tendría mínimos adeptos. Un poema es todo eso que el fútbol juega en la primavera del campo adornado con una indescriptible pasión, un poema expresa un gol tal como la sensibilidad anota un verso, el fútbol es una sinfonía de hombres con sentimientos, la poesía es una sinfonía de  sentimientos con palabras. Ambos son de esta vida.

 

 

                Ramón Llanes. 22 abril 2024.

domingo, 21 de abril de 2024

CRÉEME

CRÉEME



Créeme, yo también nací del orgullo con urdimbres distintas y ahora soy una mezcla de animal, de rosa, de piedra, de salitre y de mujer; me crecieron en alma abierta, soplé las velas de los cumpleaños con mis amigos sin preguntarnos la tendencia, el grado de libertad o el color del columpio del barrio; créeme que jugué a muñecas y a gigantes, a balón y a mariquitinas, a doblar la ropa y a deshacerla, y entretanto surgieron roces de amor por doquier hasta convertirme en el velludo humano que acudió a las citas de las vacunas sin insultar a los diablos ni a los dioses. El orgullo fue naciendo mientras me miraba las venas donde a veces notaba inclinaciones genéticas por la tormenta o por el cuerpo, por la piel o por la sonrisa, por un signo o por una simple palabra; de eso y de pobre sin pronósticos me fue sobando la vida. Si no aprendí a distinguir a los demás por sus condiciones éticas, sexuales u oníricas, no lo haré ahora porque no sabría hacerlo. Cuando llegué había un mundo con seres semejantes en la grandeza y en el hambre, y aquí me hallo, con mi grito, mi mesura, mi dolencia y mi tiempo. Créeme si te apetece.



Ramón Llanes.





jueves, 18 de abril de 2024

LA VOZ DEL PREGONERO


 

LA VOZ DEL PREGONERO

 

 

Cuando se abran las puertas del templo la noche del Pregón parecerá que es el mismo cielo quien abre sus entrañas para escuchar otra verdad peñera que retumbará como trueno nuevo en el corazón de La Puebla; la danza es más pasional en ese momento, los pies de los Mayordomos han dejado la quietud allá abajo y caminan esplendorosamente nerviosos, arriba hay una gloria, un refugio para la oración, para el deseo, para la complicidad con la efeméride de la promesa; llegar hasta lo más alto supone alcanzar un sueño y la solemnidad estética de la iglesia espera impaciente la Voz del Pregonero.

        ¡Oídlo, prestad espiritualidad al mensaje, haced vuestro el rito de empezar a vivir un distinto culto! -dirán las abuelas-, ¡haced lo que él os diga! -dirá el oficiante- y entonces la grave voz del Pregonero sonará a profundidad en el más absoluto de los silencios; callará la noche y callará dios para entender cómo son los pasos en las palabras y cómo la liturgia de la alabanza lleva a seguir inventando mitificación al orden de los humanos para bien de la lealtad y del honor indescriptible de quien ocupe el atril del tiempo en esa finita soledad con que le premia la vida.

Esta vez subirá a esa grandeza un ser humano adscrito desde la nacencia al privilegio de pertenecer al grupo que la Madre Peña escoge para su corte de bienamados. Será Simón, un apóstol que cantará con fe la efusión aprendida. ¡Oíd la voz de la mina hecha en jirones de pasión!, ¡oíd los sobresaltos de una sangre joven alertada de esperanzas!, ¡oíd la palabra del Pregonero y parecerá que se abren las puertas de la luz para un siempre eternizado!.

        Y será como comenzar otra vez a compartir libertad de unión con todos los seres humanos de la tierra. Y el eco quedará arriba en la serenidad de la Madre, en la conciencia del pozo.

 

Ramón Llanes. abril 2024.

 

miércoles, 17 de abril de 2024

LOS CICLOS DE LA PEÑA

 


LOS CICLOS DE LA PEÑA

 

 

El carácter de los puebleños es indeleble y armonioso, los ciclos de la Puebla giran alrededor de la Peña y se convierten en posiciones infranqueables a pesar de las alteraciones de la sociedad. La Puebla es un TODO, un organigrama devocional con las jerarquías propias del sistema, que no ha tenido imposiciones y que es producto de un hacer de los años en las botas añejas de la experiencia y la capacidad.

         Y ese ciclo es el motor que mueve pasiones, interacciones, compromisos y servicialidad. Y ahora empieza a tener la vigencia exacta porque es su tiempo. Así, en la Peña, se confrontan y anudan todos los devenires, las proezas, los milagros y la fuerza, características notorias de este lugar tan especial.

         También por eso me gusta la Puebla.

 

 

                                               Ramón Llanes.

martes, 16 de abril de 2024

CONSUMIDORES COMEDIANTES

 CONSUMIDORES COMEDIANTES

 

Figuradamente unos aplauden, otros bailan; unos cantan, otros jalean; unos corren, otros observan; unos trabajan, otros miran; consumidores de la energía solo los que están en la onda activa, comediantes, todos; comediantes de la inercia, del desequilibrio, consumidores del derroche, del esbozo, de lo vendible; comediantes conscientes del papel con glosa última de interés general que culmina en un entretenimiento cuanto menos y cuanto más en un aporte escénico. En la consumación de los bienes consumibles se parte de posturas distintas, se trata de la posesión cuanto mejor o de la destrucción cuanto peor.

Los comediantes no representan la comedia de los demás ni siquiera la suya propia, ni todo es comedia en sí; la comedia pura es la figuración literal del consumismo, se dan las notas de desequilibrio, locura transitoria colectiva, ansiedad y manías. Y jamás cierra el telón, salvo excepciones. En los comediantes premia la pulcritud de un títere o drama que relega la vida a un segundo plano cuando el teatro es la realidad, ocurre que la comparación con los consumidores en semejante azogue escapa de cánones. Es que prosiga la idea de conspirar para que sea comedia consumida, comediantes de masas; para que se escinda el compromiso de seguir, figuradamente, contemplando el consumo desmedido como la peor de las reales comedias de la historia.

 

 

 

Ramón Llanes

lunes, 15 de abril de 2024

CUANDO LLEGA ABRIL

 

CUANDO LLEGA ABRIL.

 

A todos mis amigos que han trazado

en Madrid su línea de vida pero se pirran por seguir

amando su tierra madre.

 

Somos nosotros quienes buscamos el abril tan nuestro y  llegamos a él, más que llegarnos él a nosotros; quizá porque somos tanto espíritu de abril como son signos de primavera las flores, las tardes que nunca se caen, las eminencias cantoras que dulcifican el aire; parece que siempre es abril por el inmenso deseo que nos coacciona el semblante en un pensamiento unívoco, trascendental. Es abril porque lo hemos querido. Y cuando ya se acerca, cuando suena el alba a otros silencios y la luna tiene cara de gabacha, cuando Madrid es también un potro deslumbrante y emociona el camino, cuando todo esto es tan misterioso, el hombre de abajo, el de aquí, que ha apostado tanto por la vida, este hombre callado en el invierno, piensa: qué será de sus amigos de arriba, quiénes habrán nacido de nuevo, quiénes habrán encontrado el amor o quiénes se habrán desencontrado de la vida. Todo el pensamiento de aquí está por allá, por aquellos rascacielos, por aquellas caras.

Que supo el hombre de aquí que su amigo de allá padeció la calamidad del descuido, que otro amigo de allá anda nuevo como un pincel con gesto pinturero porque la suerte de un nieto vino a visitarle, que una amiga alumbrada por esos soles tan suculentos del Madrid romántico se ha preñado de esperanzas. Acá no son las cosas mejores, acá son pensamientos los recuerdos, se fraguan, se empinan, se enderezan las menudencias cotidianas y al ponerles las pastas parecen un libro digno del mejor poeta. Y todo eso porque muchos amigos están en aquella verdad y respiran el mundo desde aquel ámbito y porque otros amigos se dejaron caer en la somnolencia y a uno le produce una nostalgia infinita incapaz de dominarla y se deja llevar apasionadamente por el corazón. Son muchos los amigos de ahí, del entorno febril de los peñeros, amigos del deber, de las devociones, del juego desde niño, amigos con quienes convivíamos cuando el primer beso, el primer amor o el penúltimo abrazo. Seguís allá, tan unidos como los filones de nuestras minas, seguís allá, mas permitidme que me desahogue con vosotros porque os recuerdo amadamente, cuando llega abril.

 

Ramón Llanes

CONFIDENCIAL

 CONFIDENCIAL

 

Escribir requiere adecuar el pulso a la memoria, invertir en arrojo y sacarle al placer su máxima clarividencia. Se hace el preámbulo y se mascan las palabras antes de anotarlas en la pantalla puntual que dispone el sistema; se merodea por la suerte de los adjetivos para que estén dispuestos a la menor inspiración, luego se inicia el grito con la fuerza de un parto, se escogen los artículos y se comparte tiempo con sabiduría un largo rato hasta que la plana quede exquisitamente acabada y logre arrancar al autor una sonrisa de complacencia.

Una vez en el aire las ondas insonoras se encargan de publicitar lo escrito sin tocar un ápice la línea sostenida, el verbo subjuntivo, la coma separadora, el fondo adverso o las esdrújulas acertadas; de letra a letra podrá, quien se empeñe, encontrar su reflejo o su apariencia; de palabra a palabra, con la solución aritmética de la sintaxis, los conceptos expresarán el mundo que el autor planteó, sus teorías sobre la vanidad o sus creencias insólitas sobre la ínsita posibilidad de la muerte. Todo lo escrito convirtió el blanco virtual en un texto vivo, dejó de existir en la memoria y se plasmó en una realidad con cualidad y capacidad para generar pasiones, odios o simplemente pensamientos. Las palabras tienen esa utilidad, están para adormecer, despertar o volar; están para expresar colores, explicar un dolor o maldecir un sueño; la palabra seduce, corrompe y libera.

En la última noche estaban las sombras puestas en la ventana, como imaginando un perfil de teatro, con su figura de luna y sus muchas estrellas, cuando sonó el teclado desde la suavidad del silencio, escribiendo con pausa de ternura una reflexión confidencial sobre cómo se buscan en el otero de la imaginación las sensaciones y sobre cómo siempre ayuda la tenacidad en la tarea, cuando entendió que no salió el texto pretendido sino un pasaje más o menos lógico de cómo es, en general, la vida. Y al poco llegaron las primeras luces empujando a las sombras y quebrando una parte de lo pensado que, curiosamente, también se parecía, en general, a la vida.

 

Ramón Llanes

AYER Y MAÑANA

 AYER  Y  MAÑANA.

 

       Me pregunto qué será del ayer vivido con intensidad y qué también del ayer maldito que trajo consecuencias nefastas a nuestra vida; a dónde irán las ilusiones no cumplidas y los deseos rotos, a dónde la fuerza que pusimos a las emociones y el amor que fuimos derramando; ¿quedará todo en un cajón sin fondo ni  constancia?, ¿ se irán los suspiros a un aire sin límite?, ¿algo tendrá eco y constituirá resorte o estela para la memoria?. No sé, no sé.

       Me pregunto qué idearemos para el mañana, para seguir superviviendo a los envites, para consolidar la estampa de creencias que fueron referencias concretas de nuestra misión; qué vestido le pondremos a nuestros huesos, qué cristal a nuestros ojos para que sigan mirando las cosas, los objetos, las personas; qué brillo le daremos a un cansancio o qué bálsamo a un sosiego, qué de buen  hacer seremos capaces de diseñar para ese mañana incierto y provocador que nos sopla el cuello, qué de miserable o generoso será nuestro corazón pasados los años y a la vista del futuro posible. No sé, no sé.

       Me conformo con ser un presente ajustado al troquel, una pieza más de la esperanza, una rosa en un jardín silvestre, una voz del silencio, un esqueleto sin autopsia. O me conformo con ser el pensamiento retorcido de un odio inolvidable, o un condenado a la reencarnación del lobo, o un preso con la condicional para toda la vida, o un imbécil que trata de convencer de su inteligencia, o un inteligente que se dedica a prostituir paisajes. Tampoco sé.

       Doy un paso en el presente y me encuentro en el mañana, recuerdo mis horas de niño y estoy en el ayer; ¿a quién pertenezco?. Si doy un grito rompo un silencio, si escribo me desnudo, si hago una foto inmortalizo un paisaje, si pienso creo una idea, si amo tengo emociones y si me voy certifico que estuve; ¿qué hago?.

       Quiero hacer una foto, escribir un poema, solicitar un paisaje para mi ventana, amar, seguir amando; todo sin romper el presente, sin alterar el ayer, sin molestar el mañana. Atentamente.

 

 

                                          Ramón Llanes

domingo, 14 de abril de 2024

ODA AL DESAHOGO

 ODA AL DESAHOGO.

Ya no escribo poemas, los desangro,
no mastico el verso, no sufro por él,
no traiciono a la verdad, la ignoro,
no resucito a la amada, le señalo el limbo,
no me transparento, no me anuncio,
no pertenezco a la paz,
no hago misiles ni invento traiciones,
ya no me someto a la castración con voluntad,
no recurro a lo lírico para enamorarme,
no fabrico milagros de luna llena,
no presiento el beso para despedirme,
no se me caen las lágrimas de vergüenza,
ya no corrijo las ilusiones,
no me tropiezo con el deber de oirte,
no estoy para hablar de soledades,
no me paso la noche entera con la guitarra,
no me mordisco las manos por descuido,
no me río porque me da pereza,
no canto por no disimular que es mentira,
no recito para seguirme creyendo poeta,
no es mía la mejor frase para un epitafio,
no me arrepiento de ser un aprensivo,
no quiero nacer otra vez por si acaso,
no están mis ojos para rímel ni antifaces,
no me sobran cartas para la próxima jugada,
no me da asco retirarme del oficio de loco,
no hay palabras capaces de aburrirme,
no me he propuesto cambiar,
no me muero porque sería hermoso.
Ramón Llanes

sábado, 13 de abril de 2024

ES POSIBLE EL FUTURO

ES POSIBLE EL FUTURO



Si todo no está perdido y es posible la próxima catarsis, búsquense voluntarios en las listas todas de todos los prejuicios, de los sueños, de las esperanzas, de las cualidades, de la lucha, para analizar el futuro, plantarle cara, someterlo y olvidar de camino las sendas erróneas del pasado. Vengan al confín de los valientes los sabios, las parientas y los entendidos, la pléyade toda de los científicos desde la primera a la última orla; que las institutrices, los maestros, el comodín, la sierra de calar, el lindero, la cita de amor, el callejón sin salida, los dioses sordos, la hemeroteca del sastre, las corbatas negras y el santo vengan a negociar con el horizonte; es tiempo de palabras, hay mérito aquí para empezar de nuevo, solo hará falta quitarse el equipaje actual, el tul intolerante y la camisa de las seudo batallas del odio; confinados un rato más hasta aprenderse y llegar luego ofreciendo el corazón sin condiciones. Desde lejos parece una utopía, desde cerca una posible opción. Si ya sabemos que la Monarquía no funcionó por qué no volvemos a probar con la República -entre otras cosas- igual nos ofrece sorpresas agradables.



Ramón Llanes. 14 abril 2024

viernes, 12 de abril de 2024

LA IMAGEN DE MIS RETINAS


LA IMAGEN DE MIS RETINAS



El despertar de siempre tiene esta simbología en mis ojos, la diosa mina me ennoblece, el páramo rojo y su incidencia en mi actitud, mi aprendizaje de humano, mi apertura de horizontes, todo procede de la imagen primigenia que el color y el dolor de la mina me dan, me entregan, me regalan en cada latido. Así es, no poseo más patrimonio que estos paisajes y estos adentros, me siento con el orgullo del privilegio metido en la más profunda de las ternuras. Nosotros -los míos y yo- amamos la tierra porque ella nos ha protegido en el hacer, en el crecer y en el hambrear.



Ramón Llanes Tharsis 13 abril 2024.

SECRETOS



SECRETOS.

A estas alturas, ya ves; a tanto tiempo de aquel resultado primero del encuentro feliz; más joven yo, tú madura, los dos tiernos como flanes, nerviosos y cárdenos; los dos enjaulados en un enamoramiento de románticos, tú agotada de la pasión mía que ha durado tanto como la vida, yo pendiente del calor, de tus estrenos, de tus venas frías, de tus manos; y ha de ser a estas alturas de la senectud de ambos cuando me arrime a contarte solo un secreto que son todos los míos de la existencia.
¡Y es que te tuve tanto en sueños, tanto en memorias vivas, tanto en ilusiones y tantas veces..! Hasta en la felicidad tardía y hasta en las hogueras de impaciencias, siempre te tuve. Ajena, lo sé, a mis estados de ánimo, he contado los años por minutos para llegar a hoy que me plazco en anunciarte, en este recodo de cielo, todos los compromisos rotos por tu culpa, las fuerzas perdidas, los viajes no realizados a otra parte y sí a tu infinito, las caricias no ganadas.
Creí haber nacido contigo y para tí y eras como de todos, como el pasamanos o el aire; eras de los de principio de siglo, de los del sorteo y de los muertos. Hoy son las cosas igual, no ha volado el tiempo tanto como mi deseo. Sabrás que por tí son los únicos ojos nunca despegados, los pies acariciándote en las glosas y en los arrabales, con el tacto acudiendo a tu profundidad; en los oteros, en la solana más consejera, más amada en el paisaje, más reina en el pozo.
Ahora que solo tú me oyes al compás de un latido, prefiero reclinarme en el cansancio y por el deber de la secretería acogerme a tí, pronunciar tu nombre, ser de la carne y del espacio, hacer bulto en la fila, y con mi bajo grave de coro, a tí que me oyes, referirte todo mi amor desde mi primer beso, amada y querida tierra.

Ramón Llanes.

miércoles, 10 de abril de 2024

GURUMELOS

 


GURUMELOS.


         Mi amigo Mario es un gran aficionado a buscar gurumelos; casi todos los días se recorre cabezos y solanas del Andévalo quitándole a la tierra el sabroso manjar para degustarlo en un buen frito o en un asado, con su poquito de aceite, su sal y sus ganas. Ayer me regaló unos cuantos que saboreé con todo su ritual como si me hubiera venido de arriba. ¡Qué rico¡.

         Y hoy tengo yo todavía el sabor metido en la boca, me estimula, me alegra y me produce una de esas sensaciones culinarias que pocos alimentos consiguen. Cuando comes un gurumelo parece que estás masticando la tierra y el sol al mismo tiempo, como si no existiera deleite mayor; y lo miras y lo paladeas sintiendo que se acaba y rogando para que nunca se termine. No se trata de una seta cualquiera, es la estrella de las setas. En el Andévalo supone todo        un emblema, a todos nos gusta, a todos atrae y lo consumimos con parsimonia y ternura.

         El gurumelo tiene sabor a vida, es generoso porque se encuentra sin necesidad de cultivarlo, es lindo, es satisfactorio, es exquisito y además, dicen, tiene propiedades afrodisíacas. Pero buscarlo también conlleva su placer. En fin, una de esas consignas del invierno-primavera.

         Para ese sabor peculiar tengo en esta mañana uno de mis gratos recuerdos en esta ventana porque se lo merece y porque es digno de tenerlo en cuenta. Y agradezco a mi amigo Mario ese regalo de ayer que me supo a gloria, como su amistad.

 

 

 

                                              Ramón Llanes

ERA LA PAZ

 ERA LA PAZ.


Un hilillo de paz se dejó caer el martes por Mazagón, cuando atardecía, cuando pareció que podía empezar a amanecer y se vieron gratas las luces, el alba imperfecta en el pensamiento, unos poemas, una lección magistral de buena Historia y dos lamentos en forma de lágrimas. Israel y Palestina, en el atardecer como decía, en la playa del Faro de Babel, en los laboratorios de ideas de los Taborda y muchos más, se oyó la paz en tono plácido. Desde donde debimos salir con rabia salimos con placer.
Y la paz de los misiles fumada en versos, en música de Los gatos de la noche, en palabras crudas traídas de lo cotidiano de la guerra de allá, en ese pálpito que los humanos reservamos para las ocasiones del dolor, en su centro Tarek, israelí y mazagonero, infórmatico, gente de bien (como dijo y creímos) y al otro centro Salah, palestino, médico, también mazagonero, nacido en Tiaberiades y vivido aquí; en ese atardecer hablaron de paz y nos dieron cartas en el asunto, la pidieron, la solicitaron con sello de urgencia, les dimos ánimos, abrazos, fuerzas, poesía, connivencia; no pudimos garantizar el resultado del sueño, como hubiera sido el deseo de todos.
A más que nos sobre paz, podríamos compartirla aunque fuere a trozos, hasta hacerla al completo desde Mazagón y remitirla al mundo con esta denominación de origen. Pero esto solo ocurrió el 30 de agosto de dos mil seis.

Ramón Llanes

martes, 9 de abril de 2024

EL VUELO DE LA PALOMA

  

EL VUELO DE LA PALOMA.

 

 

         Yo no soy el espacio infinito de los sueños donde se construyen las ideas, ni la única luz que dirime la belleza, ni el inventor de las lunas, ni el vuelo de la paloma, ni siquiera un ápice vivo de la naturaleza de los dioses. Soy, como no, el átomo romántico que dejara una estrella en un seno nuevo germinando a placer de dos seres. Soy, a partir de ahí, la emoción por un día de lluvia, el eclipse del tiempo cuando te tengo, la sinrazón, soy, cuando me besas; y prosa de aromos encendidos y verso de atardecer sin limitación y preludio de búsqueda cuando me subo los tejados rojos para ver si estás.

         Tampoco soy el precio de un premio ya otorgado, ni el Goya al mejor amante, ni una voz sin agallas que calla más de lo que dice, ni un suplicio para quien me quiere, ni mucho menos un témpano de sentimientos. Soy, eso sí, vena de constancia por cuanto me arde, espadachín por cualquier misión imposible que fluya en términos de entregas. Soy culpable de los besos dados y culpable también por los perdidos, voz quebrada en los roquedos de las tardes largas de la tierra sabrosa que piso con respeto, mimo y candil, recuerdo y voluntad. Soy de mí toda la parte que me corresponde hasta ser capaz de calentar todo lo que de frío se añade a mi círculo. Soy esa parte de ti que llevo dentro por tanto involucrarme tú en tus preferencias.

         Si fuera nueva partícula de átomo, si pudiera convertir la genética en una alegoría a la vida, me cambiaría todo o nada, poco importa, me quedaría otra vez con tu estela, te buscaría en una tarde de pólvora, en un precipicio, en un relámpago, en una luna llena; y daría por terminada mi autocreación al tiempo que te acercaras, tomaras mi mano y abrieras tu boca como un universo y comenzaran a nacer besos y besos hasta que la eternidad nos pudiera. Y entonces sería yo, solo tú.

 

 

                          Ramón Llanes

DE LA AMISTAD

 

DE LA AMISTAD

 

Desde que me conozco he cambiado multitud de veces de coche, de casa, de ciudad, de paisajes, de actitudes y de horizontes, he cambiado casi de todo menos de amistades; mis amistades primigenias las conservo intactas, más sólidas, más sentimentalizadas; si en alguna ocasión ocurriera la falta de contacto con alguien amigo, tuve la grandeza de restaurar el afecto/amistad con idéntica emoción que el día de la última despedida; en la amistad he conservado los mismos códigos de conducta y entrega, nada quedó desprendido para siempre del núcleo central, nada se me cubrió de olvido, enfado o desesperada frustración. Mis amigos son aquellos que siempre lo fueron, están al lado o lejos pero amistosamente configurados, mis amigos y yo formamos un cuerpo formal con hélice, motor, depósito de agua, escalera, pedales, expresiones, parecidos, cantos, gustos, gritos y aventuras; con ellos he amado la vida.

Contaré una parte de las consecuencias de toda esta experiencia compartida.

Cuando mi primer grupo de amigos surgió de una nada juvenil a la cual comenzamos a pertenecer por mor de la vecindad y de la escuela, allá con edades de pubertad, salidos del cascarón de la infancia, en aquel preciso momento se inició la primera tormenta de acercamientos entre nosotros y al poco se fue compactando hasta definirse como un equipo multifuncional, desenfadado, soñador y activo. La formación del grupo -chicas y chicos- tardó en constituirse como tal 6-7 años durante los cuales hicimos de todo, teatros, excursiones, debates, coro musical, equipo de fútbol, de todo hasta incluso enamorarnos.

Llegó el tiempo de la diáspora debido a las exigencias de estudios o trabajo fuera de la localidad y cada cual hizo su camino y se disolvió sin perder -la mayoría- el contacto asiduo con la base que era y es nuestro pueblo. Allí volvíamos y reanudábamos el abrazo, la broma, el juego y el baile; allí continuamos tejiendo lazos afectivos y nada se rompió. En el mítico mayo de 68 francés juntamos casi por última vez nuestras teorías. Y pasó el tiempo con su rodillo de inclemencias y desencantos aplanando, taponando y oscureciendo los sueños. Unos nos casamos y otros también, prácticamente todos lo hicimos con nuestras novias/novios primeras/eros y únicas/os. Vinieron las familias, los hijos, las emigraciones y ocurrió que volvíamos a la casa pueblo ya con menos asiduidad y se empezaron a mermar las relaciones entre nosotros.

En 2016 nos propusimos volver a encontrarnos en el mismo lugar, en el pueblo, en la plaza, en el casino, etc. Nos juntamos sobre 70 de todos nosotros, unos estaban aquí y otros, los más, llegaron de Madrid, Barcelona, Cádiz, Zaragoza, Alemania o Huelva. Y sucedió que en el primer abrazo apenas sin reconocernos, en algunos casos, observamos que la risa se mantenía igual, que los modos no habían cambiado. Y ante aquello que temimos pudiera haber sido el más sonoro olvido entre nosotros y la amistad hubiera desaparecido por el tiempo resultó sorprendente que allí estaba en plenitud y entonces de aquella experiencia escribí mi novela TODO CUANTO APRENDÍ DEL OLVIDO. Puedo asegurar que fue el olvido quien nos recordó la nueva emoción y quien nos mantuvo en vilo 50 años hasta volvernos a fundir con las mismas intenciones de fuerza, sentimientos y amistad. Y ahora compartimos a diario un grupo de Wuasap, consolidado y leal, como lo ordenó nuestra formación humana y ética. Y hasta aquí puedo leer.

 

         Ramón Llanes. 31.3.2024.