RAMÓN LLANES

BLOG DE ARTE Y LITERATURA

domingo, 30 de noviembre de 2014

LA JACHA


viernes, 28 de noviembre de 2014

QUERIDO AMIGO

28 noviembre 2014 
 
Ramón Llanes.
 
Estarás asomado al mundo como deseando una vuelta a modo de pasatiempo y asombro; por aquí las cosas han perdido la sensualidad, los hombres perdieron la sabiduría y la hondonada que dejaste aún permanece. No huele a germen nuevo ni a palabras, no se distribuyen cubos de afecto por las calles y el sobrante de versos que se quedaran en la puerta a punto de salir, -cuando cerraste la última mirada-, allí siguen, solos, mordidos por la inacción y la culpa.
Sabes que nunca fuimos pensadores de futuros a largo plazo, que nos gustan los placeres espontáneos, que se nos olvidan las querencias y sabes que el entramado de la verdad siempre lo descubrimos después del pensamiento. Así las cosas, nos quedan la peineta, el baile, la bandera y poco más para continuar rompiendo vanidades. Unos surgen de una nada insólita y se visten de profetas, otros se esconden detrás del miedo y no son valientes para entregar la cuchara del mando y los más retorcidos reniegan del sosiego y del trajín, del azul y del amarillo, reniegan de estar y reniegan de marcharse, ¡absolutamente un incendio de psicopatías desnortadas!
Ahí vamos, con el “locajo” puesto llamando la atención de los poderosos en vez de recurrir a los sabios, haciendo amistad con las nuevas miserias de lo mediático y desperdiciando el tiempo en monsergas mediocres y vacíos cerebros.
Cuando estabas creíamos en otros trazos pero hemos perdido el rumbo por la escasez de habilidad, amigo. Al regresar a este sitio tan nuestro desde donde se nos permitía comunicarnos con la vida, ahora que estoy en ello y me vence esta melancolía de novato, sostengo en los ojos el abrazo que nos hizo la amistad y no sabría decirte qué sensación se me va a quedar en el alma, si esta del jolgorio inestable o aquella del abrazo, pero huyendo de la trampa de la nostalgia solicito envíes al pasmo de ahora una locomotora, un columpio, unos zapatos o un trozo de sentimiento, para que podamos jugar a tenernos y nadie crea que eres la fábula de mi fantasma de cabecera en noches de insomnio, que nadie sepa que nos prometemos aparte del afecto, la guitarra y la conciencia; que nadie lo sepa, amigo.

Publicado en huelvabuenasnoticias.com

jueves, 27 de noviembre de 2014

PLATERO Y EL TIEMPO

Platero tiene un siglo, quizá un poco más, pero desde que viera la luz de su letra impresa ha pasado justo este tiempo, largo para un libro y corto para el universo. Ha recorrido mil veces el mundo, ha despistado a las predicciones, ha causado la más delicada y lírica sensación de acogida en quienes leyeron sus páginas y ha provocado admiración en las aulas. Platero es un dios inexistente, quizá mitológico, que vivió solo en la virtualidad de la fábula y esa es su mayor gloria. Le pusimos cara y cuerpo, nos resignamos a desconocer su plata y su postura, nos caló un mensaje personal y humano que acercó al sentimiento algo nuevo, algo nunca leído. Y nos llenó la versatilidad del alma.
Las bibliotecas aseguran que no tiene un dolor ni un catarro ni una artrosis, que no ha sufrido operaciones importantes ni ha padecido enfermedades de preocupación. Cuando pase otro siglo, Platero seguirá siendo tan joven como el deseo y tan osado como una estrella.
No puede ser que se oscurezca en la rama más robusta del olvido porque estará en boca de todos, llenando tardes de invierno y ocupando razón en las prevalencias del estío. Juan Ramón le tributó su afecto haciendo de él la metáfora más bella jamás escrita, existió en su espiritualidad, para sus desahogos, para sus deleites y le dotó de una vida inconfundible e infusa; fue Platero su conversante y su animador, quizá su amigo de fantasía, su última locura. Ahora es Moguer quien rinde un honor imperecedero a ambos; Juan Ramón ya es la principal referencia, Platero es actor de reparto, Zenobia combina amorosidad con entrega, los tres son la combinación perfecta que el universo puso para el gozo íntimo de los necesitados de prosa y armonía.

Ramón Llanes en diariodehuelva.es. 27.11.2014

miércoles, 26 de noviembre de 2014

IRONÍAS DEL DESTINO


Ironías del destino

Recortes
Ahora, todos cuantos fueron el obstáculo de la calle, calificando como malvadas y perversas las posturas del gobierno, habrán de reconocer públicamente su error. No pudieron adivinar que las medidas propuestas y llevadas a cabo, los recortes presupuestarios en derechos y valores, los principios expuestos como premisas para la salvación de la patria y las mil hazañas realizadas con honor dieran un resultado tan positivo y eficaz. Nunca hubieran pensado que el empeño en devolver a este país todo lo perdido en la etapa socialista concluyera trayendo este maravilloso bienestar solo sustentado en una gestión correcta con esfuerzo inaudito y renuncia al confort individual de cada uno de sus miembros. Se ha conseguido para vergüenza y escarnio de los oponentes y para bien general. Es cierto que quedan cosas por hacer pero la obra está terminada; este país vuelve a tener cédula de habitabilidad.
Ha sido fácil elaborar críticas, apoyar manifestaciones y enfurecer a los militantes de la izquierda en contra de un proyecto hábil y perfecto elaborado desde un conocimiento adecuado de los sistemas para alcanzar las más altas cotas de nivel de agrado social e incluso de felicidad, que se nota en cada ciudad y en cada pueblo y que constituyen los mejores niveles de conformidad escritos hasta ahora en las páginas de nuestra historia. Tendrán que reconocer ahora el éxito, tendrán que modular sus demagogias y tendrán que cortarse la parte más dañina de sus lenguas. Ahí está España, con notoriedad en el mundo, calificada como modelo de una política económica de genialidad.
Todo ha vuelto a la normalidad tanto en cifras mínimas de desempleo como en la tutela a los más desfavorecidos. Aquellos corruptos que tanto mal hicieran duermen sueños oscuros con el reproche más horrendo; los derechos tan perdidos y vindicados han vuelto a su lugar de origen, la deuda pública es un mal recuerdo, el trabajo es una realidad, todos los jóvenes que emigraron ocupan sus puestos en esta dinámica actual perfectamente estructurada. La vida, ahora, tiene otro sentido.
Quienes se opusieron a seguir las tendencias y las fórmulas de los mercados en perjuicio de los ciudadanos y quienes protestaron contra el apoyo institucional a la banca y quienes no prestaron su conformidad con las invasiones militares en otros países y quienes votaron en contra de la política restrictiva en inversiones, todos esos, todos los habitantes maltratados por una legislación miope, partidista y cruda, todos, todos, permanecen aún sorprendidos de la soberbia, la altivez y la displicencia de estos aprovechados y desconocen cuántas palabras son necesarias para evitar un desahucio y cuánto de tiempo precisa una mentira para degradarse.
Ramón Llanes en Huelvahoy.com

martes, 25 de noviembre de 2014

LA CRISIS COMO DICTADURA

LA CRISIS COMO DICTADURA

 
 Los miembros del gobierno han esperado a consolidarse en el poder -solo a base de tiempo, que no de eficiencia- para anudar logotipos publicitarios en cualquiera de sus manifestaciones públicas anunciando “la crisis ha terminado”, en el sentido más amplio y despectivo posible. Tienen su razón, la crisis era aquello, estos son los resultados; ya no estamos en una situación de temporalidad provocada por aspectos ajenos que han incidido de manera negativa en la economía de nuestro país, ya no somos pobreza ocasional, ya hemos superado aquel escalón de lo incierto, de lo extraño, de lo casual; hemos tenido la osadía de alcanzar el nivel normal, la crisis ha terminado y esto que vemos a diario en vulneración de derechos, en deuda pública disparada, en aumento de desempleo, en la diáspora con la emigración, en corrupciones y en la merma continua del estado de bienestar hasta límites agónicos, esto es el resultado obtenido merced a la estrategia llevada a cabo por los gobernantes en general y por el ejecutivo en particular.
 
         Es el efecto crisis como dictadura, empleado en todos los aspectos de la gobernabilidad, empezando desde abajo y quedándose en un término medio muy genuinamente ambiguo para no tener agarre sistémico capaz de pringar a las clases privilegiadas y repercutir tales sobras de nuevo en los sótanos como si de un resumidero se tratara. Esa es la situación: mayor capacidad de ganancia para unos pocos y miseria, sin coste humanitario ni ético, para unos muchos. Nunca ellos se llevaron más, nunca a nosotros nos perteneció menos.
 
         La forma de gobierno que prescinde de una parte del ordenamiento jurídico, esquilmando y anulando derechos en el ejercicio de una determinada autoridad, es una dictadura. Es el estatus que se pretendía alcanzar y a tal meta hemos llegado con todos los pronunciamientos. De no haber sido así no hubiera obtenido el Presidente tantos halagos en la última cumbre del G-20 celebrada recientemente en Australia. Desconocemos las referencias utilizadas por tal grupo para felicitar de manera efusiva -dicen (yo no estuve allí)- a nuestro gobierno y a buen seguro que ninguno de ellos ha estado en España un día cualquiera en una cola cualquiera del paro, seguro que no, hubiera cambiado el halago por reproche.
 
         Hay que asimilar que estamos en una dictadura  y aceptarlo o empezar a destruirles los esquemas, desde la conciencia, la voluntad, la unión y el orden. Y, desde luego, infringirles el mayor castigo en las urnas cuando sea tiempo, que ni así se enterarán.
 
Ramón Llanes.
Publicado en digitalextremadura.com  25.11.2014

viernes, 21 de noviembre de 2014

EN MEMORIA DE CONCHA RODRÍGUEZ YANES

 
Concha se nos ha ido de la vida de Tharsis por la puerta grande, con toda su gloria de afectos en los ojos y con toda la buena voluntad que le puso a su existencia. Hasta en el dolor agregó fortaleza y fue capaz de ponerle su índice de bondad a los momentos febriles y a los más difíciles durante su estancia en la mina. Aquí, complementada por su esposo, sus hijos y familia, agasajada por la vecindad y por todos querida, le tributamos nues...tro respeto.
Concha nos ha puesto las lágrimas en el sentimiento porque ha cumplido con creces su deber de mujer en todas sus facetas humanas. La luz le esperará con los brazos abiertos para acogerla, para tenerla arropada en su misterio de esperanzas. Aquí le pondremos las flores del amor en el adiós que le daremos a modo de seres adscritos a la soledad que ahora nos deja. Y haremos fiesta de unión y emociones cada vez que la recordemos.
Con su corazón deja una huella inseparable de alegrías en ochenta y seis vivencias y nunca se nos volverá olvido su aportación infinita de sensibilidad y coherencia a la sociedad madre a la que perteneciera. En ella ahora depositamos el beso y el abrazo para que la tierra nos la conserve otra eternidad.
 
Ramón Llanes 20.11.2014.

CALCETINES

21 noviembre 2014
Ramón Llanes.
 
A la izquierda del cajón de la mesilla hay un oscuro placer de rebuscos silenciosos, todo parece muerto o perdido en una nada destructible; pasan minutos y días y años y la soledad no se inmuta ni el miedo le inquieta, el trajín está en otros lados de la casa y en otras partes de la alcoba. Cuando la mano solícita toma cuidadosamente la ración de calcetines para la jornada, el ambiente se muestra alegre, pierde su opacidad, se despereza; los bultos toman formas de luz y pierden el color a sombra sostenida. Los calcetines vuelven a la vida, a una vida de abajo, a restregarse por la piel despierta, a calentar las manos de los pies y a preservar de insolencias la humanidad más oportuna del amo.
La tarea requiere movimientos previstos y danza intensa; la calle impone lentitudes y prisas, pisadas y calmas, la calle tiene sus códigos que los calcetines conocen y  se adaptan al tedio y a la armonía con toda dignidad. Antes de cerrados los ojos, la mordida del tiempo conspirará contra aquello entendido como perverso en tal relato, sin corresponder con la docilidad aparente de los ajenos calcetines a tanta treta. Ellos están en su  mundo de complicidad: a no romperse en el trayecto, a permanecer en su altiva humildad y a callar las dudas de dolor durante la querencia.
Salir del cajón de la mesilla pudo ser un débito de la libertad que el amo correspondiera, merced a sus tratos tácitos y a sus atenciones. Luego se verán en el lavado con otras prendas para más amenidad y a la postre regresarán a su hábitat después de dejarse acariciar por la tierna paciencia de la madre y el deber habrá sido menos agónico, salvo que la picadura del uso haya deshilachado las puntas y deje herida y dolor hasta el próximo cosido. Los calcetines observan los modos de las personas con una perspectiva gigante, son ellos los reposaderos del camino y asueto imprescindible para esta supuesta manera de vivir.

publicado en huelvabuenasnoticias.com

martes, 18 de noviembre de 2014

ME NEGARÉ A DECIR


AMAR EN TIEMPOS REVUELTOS






Ramón Llanes
Martes, 18 noviembre 2014

AMAR EN TIEMPOS REVUELTOS

 
 Monago escogió mal momento para el amor. En cualquier otro hubiera pasado desapercibido su goce y más su coste pero olvidó la estrategia del tiempo y manchó las sábanas con culpas  propias, emborronó sus páginas azules e hizo un flaco favor a la sociedad extremeña que representa. Cuando esta sociedad en general y la suya en particular airearon sus infidelidades -no conyugales (que eso importa menos y es muy íntimo) sino institucionales y éticas-, se vino arriba con su cólera de viento ya pasado, arremetió contra sus utópicos malvados delatores, se subió al desdén como pedestal para sus ataques y ni siquiera ideó un argumento frío o cálido para desentumecer de manera afable la dura opinión que sus súbditos se habían formado después de sus desafueros amorosos.
 
         Esta sociedad es tolerante y entiende también de  promiscuidad, de amores ocultos, de celos, de enamoramientos y de placeres pero se vuelve muy exigente contra quienes le engañan y quienes no tienen un comportamiento digno acorde con su categoría, cargo o responsabilidad. No, aquí no se puede hacer la voluntad al albedrío más rebelde por muy presidente que se sea. Ya son excesivos los sucesos de abuso de poder, de malversaciones y de apropiaciones. Y qué casualidad que siempre detrás de un asunto feo se encuentra un político, qué casualidad. Pues ya no, ya no está la cosa para perdones ni tolerancias.
 
         El señor Monago puede seguir amando, -está en su derecho- pero no puede meternos en su cama, no le está permitido usurpar la dignidad de su pueblo con estas tropelías, no tiene facultad para cargar en nuestra cuenta sus orgasmos. Hasta para amar es preciso calcular los tiempos y para hacer trucos con magia  se necesita tanta habilidad como osadía. La exoneración del cargo social impuesto como pena hay que ganarlo todos los días; ahora es su turno señor Monago.
 
Publicado en digitalextremadura.com
 

jueves, 13 de noviembre de 2014

HACIENDO CINE

Haciendo cine

Haciendo cine
Propone Huelva en otoño un ritual de cine con la nocturnidad y la alevosía necesarias para seducir. Ya son cuarenta veces, no se trata de una historia pequeña, de algo familiar o local para desentumecer los ojos secos de los habitantes aburridos de esta ciudad pequeña, no, ya son cuarenta veces que son cuarenta años detrás de los focos, delante de las cámaras, trajinando por decorados y exteriores, rodando acá y allá los sentimientos agónicos de las personas; son muchos los temas, mucha la experiencia, muchos los alientos que esta vieja Onuba ha dado al cine hasta poner en las pantallas nombre a una singular manera de premiar el arte: estar aquí y vivir la ciudad.
Huelva celebra su edición de dos mil catorce con todas las ediciones superpuestas en una película de trabajo y trabajo en pro de una fantasía que a la postre ha unido culturas entre hermanos esperriados por la lejanía de las orillas que han puesto lágrimas de emoción a esta tierra al estilo exigente del cine. La noble ciudad Onuba ha hecho de acogedora siempre, abrazadora y alegre para los suyos de otros lares. Le dejó de ser ajeno el ajetreo, los dejillos de los lados sur de América, la versatilidad de los personajes, el encuentro con los famosos. Huelva es ya un cine inmenso que llega desde Isla Chica al puerto, desde la Punta del Sebo a la Cinta, desde mar a Sierra.
Se hace el cine con el bordado artesanal y el guión escrito en una barcaza de la ría; se hace cine añejo, cine de pálpito, cine de culto, cine de emociones. Y los protagonistas son los hombres que miran y lloran, quienes no se asustan del miedo a perder el combate de la luz. Y va naciendo a este compás de vida un cine universal que enseña magia de esta tierra y voluntad de esta templanza.
Ya son cuatro veces diez las ilusiones que han precedido los modos de un gremio defensor del mensaje eterno del cine que ahora se hace culminar para continuar dejando una huella tímida de conocimiento. Más que un festival Huelva es un escenario de cine, ahora, en este otoño con colores de capacidad y orgullo.
Ramón Llanes en huelvahoy.com

BANDA SONORA HUELVA

13 noviembre 2014
Ramón Llanes. 
 
La claqueta dará paso al inicio de una etapa nueva, constituyendo en cine las especies y los esteros de la ciudad Onuba, acogiéndose a la trama obvia del sosiego como si no tuvieran sus habitantes agonías cercanas que desmenuzar en momentos de intranquilidades. Pero el cine es un paso a la fantasía, el sonido es una música atmosférica que relame los gustos del paisaje y el género a tratar no titubea en la escena y se acomoda a los afectos de la bonhomía onubense, haciéndola suya. Se rueda la propia vida de Huelva en cinemascope y con un largometraje que dura lo que permanece el tiempo.
Los personajes son reales, los efectos especiales los inventa el ruido directo de la mar, los niños derivan la ilusión a sus risas, la soledad en estos días solo aparece en una lejana cámara lenta fuera del plano principal, los melodramas son guiones rechazados, se habla con acento sudamericano con mezcolanza andaluza, las caras son cariño intenso y real, el mundo solo existe aquí. Huelva es la banda sonora de la vida o la banda sonora de la vida es Huelva.
Hay que empezar, el director avisa, los actores, expectantes, el público no está al otro lado de la pantalla, el público es el decorado; la comedia no se ha escrito, es una palabra larga de panorámica de versos. Es Huelva, no más, con sus deleites y sus entresijos. Una ciudad amable que se ensimisma en los claroscuros y en los besos de cine. Es Huelva, un pálpito, una sensación y muchas emociones. Han venido a verte, madre Onuba, y te traen ojos atentos a cuanto muevas y atención a cuanto respires. Sabrán que permaneces con la vitalidad de tus habitantes y con la virtuosidad de tu arte. Y se irán con el nuevo aprendizaje de haberte tenido más acá del rodaje, en una puerta abierta a quienes quieran comprenderte. Y se irán con otro pulso, con la lógica puesta y la sonoridad de los silencios, para volver siempre, cómplices y apegados, más prendados de ti, Onuba madre.

Publicado en huelvabuenasnoticias.com

miércoles, 12 de noviembre de 2014

HUELVA VIVA

Es inconfundible el estado de vida que se percibe en Huelva durante la sonoridad del otoño. Los libros ocupan un lugar en las preferencias, los libros siempre saben a historias, lo libros se hacen también en esta ciudad y aquí se distribuyen y aquí se leen. El otoño Iberoamericano ha puesto muchas ondas de sabiduría nueva en las ya existentes de la vieja Onuba, ha traído libros nuevos, ha traído música, ha repartido cultura por todas las escaleras de los patios y por todos los amarillos de las tardes.
La poesía ha sido bálsamo cálido en su paseo por el entorno, las bibliotecas han respirado Platero, los niños han conocido mucho más a Juan Ramón Jiménez, la literatura ha inundado de tiempo los espacios abiertos de estas ensoñaciones sureñas que describen los seres en sus sueños posibles. La luz ha salteado las nubes, se ha hecho huecos y ha satisfecho a los árboles y a las plazas. Todo un éxtasis si se añaden los cubos de lluvia desparramados con suavidad en presencia de todos los paseantes.
Y nacieron muchos nuevos libros y ahora nacerán amores de cine en las pantallas grandes de esta ciudad tan viva. La alfombra roja surtirá de ilusiones, el aire pondrá sus notas, las gentes se gozarán con las glosas de fantasía, el mundo mirará a Huelva con la sorpresa de cada año. El mar estará siempre de fondo embelleciendo el panorama. Huelva viva y romántica para un tiempo calmo de lustres y encendido de ambiciones. Huelva viva, con el alma sintiendo la solemnidad de su festival y sus colores, de sus gentes y sus estímulos, de su identidad y sus logros.

Ramón Llanes en Diario de Huelva.

SI TE LEO POEMAS


COMPRENDO QUE SE VAYA ABRIL


martes, 11 de noviembre de 2014

EL VIOLINISTA EN EL TEJADO

Ramón Llanes

Martes, 11 noviembre 2014

EL VIOLINISTA EN EL TEJADO

 
Como demagogia define el diccionario “la apelación a prejuicios, emociones, miedos y esperanzas del público para ganar apoyo popular, mediante la retórica y la propaganda”. Con ello se evidencia que tal práctica forma parte del entorno político con una intensidad empírica constatada. Es, quizá, la madre de las artes de la estrategia en esto de obtención de poder.
 
Aristóteles sostenía que cuando en los gobiernos populares la ley es subordinada al capricho de los muchos, definidos por él como los "pobres", surgen los demagogos que halagan a los ciudadanos, dan máxima importancia a sus sentimientos y orientan la acción política en función de los mismos. Aristóteles define por lo tanto, al demagogo como “adulador del pueblo”.
 
El tiempo ha venido a ratificar las teorías del sabio griego e incluso se podría añadir que siendo la demagogia una fórmula de corrupción se comprende que se mueva ésta en arenas corruptas con excesiva habitualidad.
 
Resulta fácil encontrarnos de frente con el imperio de la demagogia con solo observar la polución política actual. Todo está sustentado por la demagogia, como un virus que afecta de manera universal a esta clase de personajes y se infunden de ella en el primer discurso.
 
Los acontecimientos últimos de Monago y Arturo Mas, son claros ejemplos del uso demagogo de medios a fin de conseguir provecho personal. En ambos casos el violinista olvidó su posición correcta de servicio al pueblo para ocupar lugar en un tejado con mohín y resbaladizo lejano al cenáculo de la buena fe y la excelencia. No es permisible que los sistemas se resguarden en argucias de esta índole porque son nocivas para el sostenimiento de la honestidad y convergen en consecuencias de rechazos, podredumbre de la democracia y daños importantes para los ciudadanos. No son aceptables las subidas de tono en demagogias con usos indebidos ni los malabarismos de indecencia  por otros tejados. El servidor público tiene un rango infinitamente mayor pero más comprometido.
 
EN DIGITAEXTREMADURA.COM

lunes, 10 de noviembre de 2014

¿TIENES A MANO UNA CARICIA?


SE LE HA CAIDO A DIOS (Foto D. Bejarano)


YA ME ACOSTUMBRÉ


TE TRAICIONO


SIEMPRE, NUNCA


SIEMPRE, NUNCA


Siempre se nublan las tardes en los campos de Palestina.
Siempre muere condenada una mujer de Somalia.
Siempre se pisotean los derechos humanos en la India.
Siempre muere un niño desnutrido en África.
Siempre están pidiendo auxilio desde el Sahara.
Siempre está el dolor en la miseria de Bangladesh.
Siempre tienen los poderosos razones para mirar a otro lado.
Siempre existe una queja en una mirada de un niño que sonríe en Israel.

Nunca nos han dicho que nosotros tapamos el sol en Palestina.
Nunca nos dirán que depende de nosotros el dolor de África.
Nunca nos importará la mirada triste de cualquier niño.

Solo sabremos llorar cuando nos llegue el verdugo
y nos anuncie que ya están globalizados el dolor y la pena
y que a cada cual le toca la suya.
Mientras, nos consolamos y olvidamos otros mundos y otros seres
y dormimos boca arriba
con la conciencia limpia y muy tranquila,
roncando despreocupaciones.

Ramón Llanes

viernes, 7 de noviembre de 2014

FLORES EN EL LUPANAR


31 octubre 2014
Ramón Llanes.
 
 Llegaban flores todos los días, las flores traían un olor fuerte a distancia y a deseos, una carta escrita con cuido expresaba el amor en apenas diez palabras encerradas en un secreto. Y todos los días el lupanar olía a flores rojas, olía a mensaje de complicidad y a melodía de pasión; se vestía de silencios y de sonrisas, como se visten los prados, se recogían los saldos desordenados de la noche, se hacían números esperando las horas y se atardecía con ansias.
La vida en el lupanar no era cortejo en su esencia discreta ni era burdel en su escalofrío, el tiempo se alimentaba de caricias, no existía la soledad ni los compromisos, nunca llegaron a devolverse las flores ni a ocultarse los besos. Ellas reinaban celosas, deshacían truenos y escándalos, miraban los ojos y los cuerpos, sin ser amantes, sin prohibición, con el descaro de la ternura; reinaban en los hombres y en sus pensamientos hasta revolverles de placer todos los tránsitos antes nunca vividos.
Y los hombres salían siendo dioses, de un olimpo de estetas, desahuciados de las lacras que la vida de afuera les dejaran en los labios y en las cicatrices; los hombres se desfiguraban del miedo, renacían, gritaban, lloraban en otros brazos la osadía de su desnudez y acababan implorando aquella verdad como única, en ellos nunca habida. El lupanar fue la parte de gloria que los solitarios encontraron y la quietud del abrazo que desearon.
La noche del treinta cerraron las luces intermitentes del lupanar porque los odios protestaron contra sus prácticas. Desde entonces la vida es tal simulacro como antes, los hombres dejaron de circundar aquellos amores y el tiempo se encargó de apagar los deseos. Las estadísticas oficiales no han publicado si se mantuvo en aquel ámbito idéntico grado de felicidad entre los habitantes solitarios pero sí publicaron que todos los días llegaban flores rojas a la puerta cerrada del lupanar.
 
en huelvabuenasnoticias.com

DEVOLUCIONES

7 noviembre 2014
El mar de Huelva.
El mar de Huelva.
Ramón Llanes.

 El  sol se ha vaciado por el Algarve; ha devuelto a la noche su mucho de sombra, su piquete de asedio y su sinceridad; ha sucumbido la mar en un soporífero aliento de rabias, ha disecado sus luces en la tarima blanca que le deja la espuma, aflora con nostalgia y devuelve rizo a rizo el oleaje viral que la tiene enganchada a su cosmos. La mar también ha devuelto las zarzas arrastradas, los palos tiesos y las bridas rotas; la mar devuelve todo cuanto no le pertenece, lo manda a la tierra o al aire con la misma solemnidad que le llegó, con el mismo respeto.
De la tierra han salido a la luz las gramas fértiles, los topillos y las semillas caídas luego de fecundarlas en el subsuelo propio. Ha devuelto la tierra a la mar y al aire los esfuerzos, la maldad incrustada y el nacido esperma; se elevaron las copas abiertas de los árboles como hermanos perennes de la tierra a ratificar que son ellos quienes dan el olor, las hojas, la altura y los sabores; quienes resuelven los atajos y marcan los caminos, quienes permanecen intactos al tiempo y a la madre tierra. De ella misma en agradecimiento natural se distribuyen las devoluciones, nada se queda la tierra.
De la conmiseración del aire son los cantos que arengan las tardes de lluvia, las soledades que suben línea arriba las cornisas del silencio, las voces sobradas que se lucen en la escalada de estragos, secretos,  virtuosidad, vida y el aire recepciona en tumulto los bienes y a poco que se mueva va devolviendo en regalos a sus sitios tales dádivas; el aire no se apropia de aquello no es suyo.
En cada plácido andén juegan los niños a buscarse y antes de hundirse la luz o de encenderse la noche se miran ajustando sus deseos a la trivialidad de los días, se agazapan en un abrazo y se devuelven la sonrisa envuelta en amistad grande. Y accede la paz a restregarse por la explanada, sin apenas una voz alta ni un reproche, mismo como la naturalidad del tiempo.
 
en Huelvabuenasnoticias.com

miércoles, 5 de noviembre de 2014

UN DÍA EN LA CÁRCEL

Circunstancias literarias hicieron que visitáramos la cárcel un día cualquiera de un mes como otros, a fin de compartir versos con quienes habían roto algunos esquemas o quienes no se conformaron solo con su parte de libertad. Abrir los ojos allí es una deliciosa sorpresa. La cárcel es un lugar anexo a la ciudad, con personas normales que cuidan el jardín, asisten a la clase de lengua, trabajan en la carpintería, están en la biblioteca, miran con desgana o con bondad, piden ayuda, hablan de fútbol o te enseñan su colección de sueños. La cárcel es una calle más de la vida repleta de inquietudes y expuesta a las inclemencias del tiempo y de la verdad.
Como aquí -a este lado del muro-, hombres y mujeres se juegan los pensamientos y las soledades, se alegran y sonríen, se abrazan y se aman. Pero todo es menos efímero o quizá más intenso. La cárcel enseña lo mismo que la vida, la sociedad continúa por aquellos pasillos largos y aquellas largas ausencias y se irrita igual que en el mercado o en la cola del banco. Y quienes habitan los módulos del encierro y permanecen el tiempo de condena hasta su regeneración, se hacen cada día las mismas preguntas que los que habitamos, por ahora, los bloques de la avenida sur de la ciudad abierta.
El tiempo, sin embargo, no es igual. El tiempo tiene ese olor a rancio que producen los extensos sofocos de la incertidumbre y tiene a la vez un luto insistente que quema a diario una célula de esperanza y la va mordiendo con desespero en una templanza de horas y en un cajón oscuro de silencios sospechosos. El tiempo no es allí guardián del futuro sino verdugo del pasado y sus ocupantes son los reflejos en el estanque de la sociedad que se intenta salvaguardar de ellos mismos.
Al finalizar el día, después de lecturas, conversaciones, charlas y convivencia, salimos con otra definición en los ojos, nos miramos perplejos y dimos gracias a quien nos había llevado. Fue lógica la experiencia, nosotros no éramos los presos.

Ramón Llanes en diariodehuelva.es. 5.11.2014

SALUD Y TRABAJO



De las ancestrales aspiraciones nunca perdidas con el tiempo ni con los avatares de la vida quedan estas dos tan motivadoras para la subsistencia: salud y trabajo. Dos signos de identidad con asignación propia de progreso y capacidad individual, dos premisas muy estimadas socialmente y muy consideradas para la configuración natural de los individuos en sus aspiraciones de colectividad o engranaje, tanto en situaciones de formación de parejas como en su referencia al alcance de notoriedad.
 
         Como tal aspiraciones no solo no se han modificado los términos sino que se han consolidado más, son partes muy importantes del contexto social, ahora menos como tenencia y más como meta. Los tratados de sociología así lo recogen, lo recuerdan y lo anotan.
 
         La actualidad más rabiosa parece haber conspirado contra estos dos conceptos tan imprescindibles y a diario se generan elementos que destruyen a uno y a otro con la facilidad que sale el sol o se esconde. De aquella fórmula de potencia a esta fragilidad ha pasado solamente un terremoto de políticas nefastas donde las personas han dejado de ser causas de tutela para convertirse en enemigos de los sistemas por ser carga excesiva para el mantenimiento de los pilares acomodaticios de la constitución social actual. El ser humano ha quedado en planos inferiores, priman otros giros puestos en valor para enterrar los viejos principios; el respeto al esquema natural, a la vida, a las éticas y a los protocolos de supervivencia, son figuraciones inválidas para la formación de una nueva sociedad basada en el falso intento de armonizar humanidad con mercadería. Es un bulo del más extremista pensamiento del capital que devastará los valores.
 
         En una pequeña localidad de esta tierra nuestra se acuñó a modo de gracia aquel dicho de una señora, en tiempos menos malditos: “solo quiero salud para mí y trabajo para mi marido”; estaba hilvanando un precioso y colectivo principio filosófico sin pretenderlo. Lo de ahora no son ni principios ni filosofías, son vulgares maneras de dividir el mundo.
Ramón Llanes en digitalextremadura.com

martes, 4 de noviembre de 2014

POEMA SINFÓNICO, DE ÁNGEL POLI


PRESENTACIÓN DE LA OBRA “POEMA SINFÓNICO” DE ÁNGEL POLI

 

            En esta ocasión nos propone Ángel una obra que concilia líricamente música y palabra. Y todo porque Beethoven escribiera: “El que ha comprendido mi música debe sentirse libre de todas las miserias en que los demás se debaten”. Eso es exactamente lo que Ángel pretende: librar de miserias a quienes lean este poemario. Utopía o realidad es lo de menos, lo importante es la actitud del poeta, su credo elevado al entenderse capaz de ofertar versos que liberen de miserias; no mejor cualidad, no poca convicción en sus pensamientos y en la armonía de ellos en forma de poesía abierta.

            Así, la obra comienza con invitaciones en opereta a la nada o al todo, “ven que soy el fin donde el azar vela calor de sombra”. Y luego hace sonar su música poética en todos los tonos, con allegretto, con violines, con estridencias, con minuetos, con sagacidad, con enamoramiento, con osadías. Y va recorriendo pentagramas a su ritmo. Aquí en tríos de piano, violín y violonchelo; allá en sinfonías, más en soto voce, luego en adagios y se va metiendo en la partitura y en el libro. Para resultar que cuanto indica en los versos no tiene relación aparente alguna con la capacidad musical de Beethoven y sí, se encuentra un parecido inusual. “No me preguntes más qué es la poesía”, y quiere decir: “indaga tú, busca tú, mójate tú, eso es o puede ser la poesía” o “ven y escucha estos versos en solfa y puedes saber qué es la poesía”. Como el poeta lo intenta en sus tres primeras sonatas: “que me busque el poema y que me halle”. Se suceden las sinfonías en una generación de ambientes que proporcionan la lealtad al suceso de la poesía que se encamina solo al sentimiento y a la estética, y lo fija así: “qué infinita belleza/la nota que en su linde,/quemada, se deshace” y deja cerrado un poema como si fuera una obertura. Porque Ángel escribe y siente a compás de tiempo, se expresa como si viviera entre 1775 y 1800 por ejemplo, y anda esos mundos y se imagina cómo pudo ser Claro de luna para Giuletta y se le ocurre que pudo ser así: “y hubo un beso caído que flotaba, distante de tan claro, que solo pude dárselo a la luna”. Si lees esto, te digo- amigo lector o escuchante- si esto lees, estarás alejándote de las miserias que anunciara el genio Beethoven, lo intuyo, lo admito.

            Existe, sin embrago, otra razón que arpegia estas dos formas del arte y que por ambos son conocidas. Viene en el libro que en el verano de 1812 escribió Beethoven a Bettina: “Un músico es también un poeta que puede, de improviso, sentirse transportado por dos bellos ojos a un hermoso mundo…”. Y ahora también un poeta puede sentirse transportado a ese mundo de ojos hermosos. Ángel lo hace pero entre líneas, nunca su desnudo es integral, se le sabe púdico, íntimo, ingenuo, y tales cualidades no le son propias para corromperse por una sola obra, siempre va guardando algo. Habrá que preguntarle al poeta si es por temor o por ignorancia mas nunca lo dirá, el poeta es como es y si algo no necesita cambio en esta vida es el poeta. Déjenlo en su mágico pudor y amen lo que enseña, que es un infinito de ternuras.

            Me gusta todo lo que escribe Ángel Poli, este poemario también. No he tenido con él enredos de discusiones en formas, he tenido más bien contagios de versos. Porque decir sencillez no es todo ni decir corrección es algo. Para estudiarlo baste ponerse con sus cuadernos de vida ante los ojos, infringirles atención sin mesura y corresponderse como cómplice a esta manera de despertar de ningún sueño y de debatirse en solicitud con la amalgama de los tiempos, que tan exquisitamente ha compaginado el poeta para su trama lírica.

            Por mi condición de prestador de voz a este acta notarial de nacimiento de esta obra, se me ha de permitir que mi advocación finalice con sus propios versos, así:

            ADAGIO DE LA 4ª. OP. 60 (1806)

                        Mira ese águila,

                        cómo rasga su pico el firmamento

                        y es su vuelo tu cumbre;

                        esa flor,

                        que pequeña y callada vocifera

                        la edad del infinito;

                        ese perro,

                        que luce en su mirada la conciencia

                        del hombre que la olvida;

                        ese árbol,

                        robusto en su doctrina de firmeza

                        que sirve a cada pájaro de hogar;

                        ese libro,

                        que aguanta siglo a siglo para ser

                        presente entre tus manos;

                        la música,

                        profunda emanación que sin esfuerzo

                        derriba baluartes;

                        ese cuadro,

                        que fija en un latido lo que dentro

                        aún sigue palpitando sin su horma…

                        Sí, míralos a todos como dádivas,

                        y celebra el milagro

                        de haber sido otro don para su aliento.

 

            Y no me insistas, te lo suplico, no vuelvas a preguntarme qué es la poesía.

 

 

            Ramón Llanes. Huelva 3 noviembre 2014.