RAMÓN LLANES

BLOG DE ARTE Y LITERATURA

sábado, 28 de enero de 2017

COMPAÑEROS DE VIAJE

COMPAÑEROS DE VIAJE
 
Un brindis por el ser humano,
por el amor, sin diferencias.
...
 
 
Cuando suena un acordeón, te recuerdo; es un momento sinfónico y dulce, se cae el tiempo, los duendes conspiran para hacernos felices, la lluvia tiene esa cadencia de acompañamiento y sonido que parece hecha para una tarde contigo. Cuando es atardecer, te recuerdo; es el momento único que esperaba, me siento a delimitar mis sueños, trato de disimular el cansancio, me atavío con esa nostalgia que a los dos nos gusta, cierro los ojos como tú me enseñaste a cerrarlos, duermo pensando que te tengo en los brazos. Cuando estoy alegre, te recuerdo; se me abre la sonrisa porque he vuelto al lugar donde nos conocimos, los árboles tienen ese olor a calma y la mar se quedó como esperándonos, la voluntad del viento, empujando hacia el lugar de las dunas, donde nos besábamos, los gritos acompasados del silencio, la mirada nuestra a nosotros. Cuando paseo las calles altas de nuestro cielo, te recuerdo; te traigo a la pared, te pinto con la memoria, hago los trazos tan grandes como nuestra complicidad, me reservo los colores pastel, que son los tuyos, te lleno la nariz de rojo, por tu vergüenza al encontrarnos por vez primera. Cuando hace frío, te recuerdo; fueron aquellas noches, juntos, acurrucados al fuego, escuchando el chisporroteo de la candela, sin miedo, con las ganas abiertas a las esperanzas, siempre con los ojos pendientes de los ojos, allá en nuestro propio sentimiento. Ahora que te amo, te recuerdo; he puesto el rumbo hacia ti, compañera, me has multiplicado la vida y estamos inquietos solicitando tenernos otra eternidad, ahora que nadie se nos acerca para medirnos la distancia, ahora que somos dos por dos y las nubecillas oscuras pasan de largo, ahora más que nunca te recuerdo, compañera, por todo cuanto a tu lado me queda por amar.
 
 
Ramón Llanes.

ABSTRTACTOS

ABSTRACTOS
 
La extraña longitud de las miradas, los sonidos del eco que proporcionan las palabras, un arcoíris despintado por un descuido del encargado del universo, la lluvia que restriega su osadía una tarde de julio en un lugar del sur, la intolerancia de una madre que desea evitar el amamantar a la niña para dedicar su tiempo a poseerse de ganglios en las retinas del miedo, el confort del vago, la insatisfacción de los amados, el trajín de las hormigas que no se cansan d...e recoger para un invierno que nunca llega, el compromiso incierto de todos lo que nunca recuerdan lo que prometieron, la velocidad de un sueño cortada por la ingratitud de una realidad, un crepúsculo invadido de tortugas en una isla sin alimento, la sensatez de los poderosos, las cuatro verdades que jamás se cantaron en la alcoba al maltratador, la finalidad del trabajo cogida con alfileres de molde, la furia de quienes protestan contra el olvido de quienes son protestados, las mil promesas que nunca fueron cumplidoras, el humo tan negro que suelta la dolencia de los que no tienen otro patrimonio que el hambre. Abastractos de la vida.
 
Ramón Llanes.

jueves, 26 de enero de 2017

COSAS DE LA CALLE (10)

 
COSAS DE LA CALLE (10)


Me vino de la inspiración la advertencia de la lluvia y salí a observar la ciudad temprana hasta los lugares que la costumbre me tiene señalados. A media mañana me ocupé de lo necesario para seguir viviendo, -ya se sabe, aquello del sustento y los caprichos- asomé por una tienda que no frecuento en busca de un útil poco habitual en mi cuadro de prioridades y fuí atendido de manera amable por el dependiente; la segunda parada fue en la carnicería y aún salí de allí más satisfecho por la cordialidad de la señorita que aconsejó mi compra, luego llevé un encargo a un lugar concreto donde encontré una mujer con una inmensa sonrisa que me recibió con igual agrado, así hasta que me sirvieron la cerveza de mediodía adornada con la actitud alegre y simpática de Isabel, como siempre.
Al cerrar la puerta de casa pensé que había sido una mañana linda, llena de amabilidad y que me hizo entender un poco más a toda esa gente que es feliz en su trabajo y hace que los demás también lo seamos. Y vengo a agradecerlo en este pequeño relato que solo pretende que mis amigos sepan mis intenciones de seguir promocionando la cortesía y el buen trato. Un lujo.

Ramón Llanes. 26 enero 2017.

POEMA MATINAL

POEMA MATINAL.

Me apetece
disfrazarme de tarde,
esperarte con mirada de ocaso,
decirte que aún no es carnaval,
hablarte para que me reconozcas,
regalarte el libro de estrellas
que siempre esperabas,
ponerle una joya de agua a las caricias,
vestirte de compañera luna
y asustar a la máscara del universo
con canciones.



R. Llanes

SORPRESA

SORPRESA


Llegar, acariciar la cerradura,
abrir la puerta,
acercarte por detrás,
taparme los ojos
y quedar tus labios
atados a los míos
en una sorpresa.



Ramón Llanes.

miércoles, 25 de enero de 2017

CITA CON LAURA


Este arte inusual de merodear por los sueños no contados de los hombres, permite a un aprendiz de adivino saber de las cosas que se suceden en el amor con tan exacta posibilidad de acierto como si de pronosticar el tiempo se tratara. Es verdad, en un cuaderno no escrito de sucesos no acaecidos suelo observar, sin pudor, las citas amorosas que llenan sus páginas de una pasión atemporal y también, a veces, se empaña de un fugaz desengaño que rastrea las hojas queriendo imponer un inoportuno ritmo.
En tal cuaderno se amontonan besos, citas, promesas, silencios, “te quieros”, y las mil sensaciones que presiden una relación. Parece que alguien tiene previsión exacta de cuanto va a ocurrir, como si viera por un alto telescopio el futuro. Mas siempre no es igual, no siempre el amor acaba en desengaño ni siempre el primer impulso termina en amor. Las consecuencias se saben desde arriba pero son impredecibles para la mayoría de los humanos.
En la hoja de hoy, color ocre pálido, con letras escritas a modo de timidez, se colige con medio gusto a la vulgaridad y medio secreto al desatino, un eslogan que indica: “Cita con Laura”, y una fecha en un calendario rodeado en rojo chillón. Cuenta, –advierto que se trata de hecho aún por suceder– cómo Lucas recibe la consigna letal de acercarse al lugar que la nota indica con completa identificación, para evitar confusiones. Laura se dice menuda, culta, con los ojos tan grandes como un pozo, con la ansiedad por las nubes, generosa y alegre, tierna, serena y sobre todo apasionada. Lucas y Laura no se conocen, viven en la misma órbita generacional y geográfica, pajean por los mismos lugares pero nunca han tenido la suerte de encontrarse siquiera en el mercado.
Ellos no lo saben, no saben que la cita no tendrá lugar, que Lucas no aceptó tan seductora sugerencia. Ellos no conocen de este don protector que el universo otorga con magia a los seres ingrávidos que pululan el espacio celeste en busca de estas emociones; ellos no se encontrarán porque existe un resquicio en la voluntad de Lucas que le hace desconfiar de la cita.
Desde arriba se ven todas las emociones y la distancia no las disminuye, las agranda; se ven desde arriba hasta los sueños más osados, hasta comprender por qué el futuro hace esas filigranas con la realidad para modificar tantos sentimientos.



 Ramón Llanes.


23.3.13

BAJAR A LA MEMORIA

 
BAJAR A LA MEMORIA


Lo sé, sé de todo lo sentido, de lo vivido, de lo nuestro, de lo ajeno cercano, he bajado mucho a la memoria; y aquí donde son huellas los silencios, en la cripta misma de la memoria, están los abuelos mirando qué hacemos al pisar la tierra, si profanamos su creación o la adoramos, si entendemos de estirpes y mantenemos la dignidad. Lo sé, sé que están las abuelas con la cara muy blanca y rosa los apellidos rezando el amor a la manera del tiempo, deseando que les limpiemos todos los días las calles, hagamos la lumbre y cenemos en el enjambre de la santería. Y los primorosos recuerdos que se soslayan en la paz de la memoria, comentan las abuelas desde el murmullo inaudible.
Ayer también está como reforzado en la memoria, ese ayer de pronto, de cuando solo hace falta levantar la primera sábana y te lo encuentras, ese ayer de póstulas y letanías, adonde los parientes dormidos quejaban su sueño y dejaban que viniéramos a estrenar la copla o el pregón, encender los ojos o apretar el abrazo. También, por entonces, aconsejaban los mayores que gozáramos sin torpeza. Vino, en este ayer que aún se toca, el padre, a beberse el camino o a caminar el agua, vino con nosotros, con las cacerolas de la madre y la espera gloriosa de los nuestros de aquí, que hacían más fiesta porque estábamos, que magnificaban la consigna de los antepasados y se volvían dioses, porque estábamos. Lo he vivido, lo sé.
Cuando, con tal descaro, se baja a la memoria no queda otro remedio que postular el ideario de la familia, de cada uno de la familia que ha grabado corazón, gesto, manía, olor, inteligencia, voluntad o cejas grandes. Y a ellos, que son el prestigio del recuerdo indeleble, y a quienes aún trenzan espacios y los abren, reunirles todos los besos calmos, todas las efemérides, todos los sitios escogidos y esperarles siempre en la memoria, con los nuestros.


Ramón Llanes.

martes, 24 de enero de 2017

SONETO CÁLIDO PARA UNA OCASIÓN

 
SONETO CÁLIDO PARA UNA OCASIÓN


Con el recuerdo al hombro me andaría
los esteros sobrados de pureza,
las raíces profundas, la maleza,
la sombra del pinar, la serranía,

la lontananza de la luz vacía
que ilumina de brisa la tristeza,
las pasiones y la delicadeza
donde caben mejor las fantasías.

Con el recuerdo al hombro buscaría
lugares ya sabidos de mi andén
para dorarme el alba en mediodía

y apenas con un libro y una mujer,
una guitarra y viejas melodías,
cruzar la vida y desaparecer.

Ramón Llanes.

RECORDANDO A MI PADRE

RECORDANDO A MI PADRE.


Hace treinta años vino la inoportuna muerte a llevarse los sueños de mi padre, sus ganas, su humor, su temple, sus gestos, todo de mi padre se llevó la muerte para ninguna misión que la eternidad y hoy me duele recordarlo porque no se merecía tanto silencio. Era tierno, divertido y amable, sabía transmitir paz y rebeldía, dejó una huella de elegancia en su paso por la existencia que ahora sus hijos venimos a intentar restituir a través del amor.
Sé que la muerte absurda nunca le dará tanto como él dió a la vida.



Ramón Llanes. 24 enero 2017

domingo, 22 de enero de 2017

COSAS DE LA CALLE (9)

COSAS DE LA CALLE (9)


Es invierno hasta en la calle y no hace ni pizca de calor, el abrigo es acomodo de diario como fuego que intenta quitarte lo que no es tuyo y tú agradeces, las sombras están vacías de pájaros y el sol calienta menos que un mechero. Aún así, en esta vida de contrastes, el personal se ajusta a tomar copas en las terrazas por aquello de poder echar el cigarrillo mientras dura la liturgia; no es comprensible el detalle, pocos se atreven y quienes pasan de largo reniegan y despotrican de los osados bebedores o fumadores. No saben que a la luz de las sombras de la noche se acercan muchos mendigos a intentar que la muerte no se los fume de una chupada y para aprender lo delicados que son algunos humanos que se asustan de quienes toman el fresco por el placer de quemarse un poco el pulmón izquierdo. Y me pregunto en qué acera estaré yo con estos extraños pensamientos.


Ramón Llanes. Domingo 22 enero 2017.

COMPAÑERO DEL ALMA



COMPAÑERO DEL ALMA

A mi compadre Pedro Ponce,
con motivo de su Jubilación.



Me miro atrás y estás en mis costados,
el compañero eterno de mi vida,
mi guardián, mi espera, mi partida,
el dios custodio de mis malos tragos.

Llevo en la conciencia cuanto me has dado,
tengo tus inquietudes transmitidas,
conservo emociones ya vividas
y aquello que el sentir tiene guardado.

No es un final postrero, es osadía,
es un truco del alma, compañero,
para tenernos libres todavía

en este largo andar de dos enfermos
que de amistad hicimos la alegría
para no dejar nunca de querernos.


Ramón Llanes.
Huelva 28.11.2014

COMPAÑERO DEL ALMA

 
COMPAÑERO DEL ALMA

A mi compadre Pedro Ponce,
con motivo de su Jubilación.



Me miro atrás y estás en mis costados,
el compañero eterno de mi vida,
mi guardián, mi espera, mi partida,
el dios custodio de mis malos tragos.

Llevo en la conciencia cuanto me has dado,
tengo tus inquietudes transmitidas,
conservo emociones ya vividas
y aquello que el sentir tiene guardado.

No es un final postrero, es osadía,
es un truco del alma, compañero,
para tenernos libres todavía

en este largo andar de dos enfermos
que de amistad hicimos la alegría
para no dejar nunca de querernos.


Ramón Llanes.
Huelva 28.11.2014

DEL MONUMENTO A COLÓN

 
DEL MONUMENTO A COLÓN

Con motivo de la reapertura
del monumento a Colón

Este tiempo abre cerradas puertas
allí donde se unen nuestros ríos
y nos enseña historias de navíos
dejando las esperanzas abiertas.

Majestuoso Colón que despierta
en nuestra gloria todo el señorío
y muestra su valiente desafío
de paz a la América descubierta.

Majestuoso el mar que sin templanza
a Huelva nos custodia eternamente,
majestuosas luces de alianza

luminarias de mundos de presentes
y mundos de pasados y semejanzas
se mezclan en la ría lentamente.




Ramón Llanes
Huelva 8.6.12

sábado, 21 de enero de 2017

LA ÚLTIMA PÁGINA

 
LA ÚLTIMA PÁGINA.


Es la última página del invierno
que cierra el frío y no me abrasa el calor.
Es la última página de un libro de amar
que no me lleva al verano perdido.
Es la última página de un ciclo de besos
que andan pasmados en ausencias.
Es la última de las páginas de la vida
sin palabras, ni tiempo, ni soledad,
ni sueños.
Es la página muerta, el epílogo
de las huidas desenamoradas,
el último golpe.
Es la escritura de un adiós silencioso
escrito en el último renglón de una página rota.

Ramón Llanes.

ODA IMPERFECTA A LO VIVIDO

 
ODA IMPERFECTA A LO VIVIDO

¿A quién dedicaré mi ternura? ¿a quién mi turbulencia?.
Acaso a la tierra. Sí, hincaré mi travesía en la tierra.
Con la rabia de un herido o la insatisfacción de un pródigo.
Acabaré deshollinando mi alma, sin dios, sin premio,
sin una emérita y luctuosa catarsis. A la tierra, el cuerpo
y la firmeza, la santidad y los vicios. A la tierra, la ensoñación
y las penalidades. A la tierra, a la boca más profunda de la tierra
dedicaré la parte de vida que le corresponde.

A qué ideario anotaré las ideas que me quedan?,
a dónde la artesanía de los versos?,
para quién los libros sin leer y los cuadernos gastados?.
Nadie, sino la tierra, heredará con deseos mi nostalgia,
a nadie podré contar que ya estaba en la tierra
antes de abonar la fosa húmeda, antes de habitarla.
A nadie diré lo vivido en la jerga del poeta, del añil
o la manzana. Del corazón, a nadie. No sabrán
responder con humor tan abundante murmullo.

Enviaré aquietar a los obispos, seré con ellos compasivo
sin gratificarles, seré fiel con la música, con la tarde,
fiel con la amistad y los paisajes. Cruel con nada.
O quizá con la burla de los malditos, con los miserables
que incendiaron esperanzas en los pueblos, con las ratas
de factoría humana, con la colección de avaros. Cruel
con nada, nada más cruel, para dejar previsto
cómo los sueños se colorean desde la utopía.


Te llamaré tristeza, nunca olvido. Te llamaré, si prefieres,
agua y mar, las dos cosas te serán percibidas. Te ajustaré
a la última vena que aguante el último misterio del vivir.
Yo me llamaré como diga la tierra, como mi madre suspire
o me llamaré con el nombre que los perros dedican al amor.
Te hubiera gustado llamarme, tantas veces, melancolía,
calma y emoción. Ahora importa más el recuerdo. De nombres,
elige, traza un borrón y será el mío. Mi página es frágil
con el beso, dedícame todo el pensamiento y me estarás
honrando y me estarás amando, y pensaré dos veces mi decisión.

Cuando llegué ya estaban los árboles y la mina. Ellos crecieron
conmigo, crecieron los árboles, creció de sobras, la mina.
Nos hicimos socios en el respeto. Acabé siendo razón y piedra,
hoja caduca. A veces estorbo, a veces rey, a veces intrépido
pero formábamos una sociedad perfecta para los debates
y sobrevivimos, a pesar del cansancio. Ellos ya estaban
cuando llegué y supongo que no iremos juntos al desierto,
me mandarán de explorador y seguiré siéndoles fiel y alegre
como hasta aquí. Ellos, lo sé, no cerrarán con llave la esperanza.

Ramón Llanes. MEMORIA DEL PRÓDIGO

LA PRÓXIMA VEZ

 
LA PRÓXIMA VEZ


Cuando exista la casual próxima vez
no asomes la sonrisa,
si me escupes
me habrás complacido.
No fui el verdugo,
el perseguidor, la sombra
ni la ausencia,
todo nació en el semillero
de olvidos.
No preciso pensamientos para recordar
la vida.
Si escupes desde la ventana
sabré que me sigues amando.

Ramón Llanes. De MEMORIA DEL PRÓDIGO

lunes, 16 de enero de 2017

EN LOS AROMOS

 
EN LOS AROMOS.


En esta playa de aromos zumba el olor
como en mi cuerpo
y cada hueco de manos que me regalan
es como un premio.
En este campo de oros empuja el trance
como los besos
y cada paso es una alhaja
de mis recuerdos.
En este sitio de piedras que me calienta
los sentimientos
le pongo nombre a las cosas
y a mis deseos.
En este mar de emociones que me apasiona
como lo nuestro
hay un sabor a ti tan importante
como un misterio.

Ramón Llanes

EL JARDÍN DE THARSIS

 
EL JARDÍN DE THARSIS

Las flores de Tharsis son de piedra
color de fuego, con ojos de estalactitas, manos de agua
corazón de tiempo,
las flores de Tharsis son la tierra,
la abrazadera de la tierra, el pronombre de la tierra,
el calibrador de la tierra;
las flores de Tharsis son el sentimiento de la tierra;
no haya parte de tierra que desame
ni foco de luz, o sin luz, que desmerezca,
no haya mirada de Tharsis que esquive
en los agujeros de los ojos-mina que invaden
la trayectoria de una vida escrita con cientos de memorias,
aquella de los aromos y las divisas,
otra de polvorines y malacates muertos,
alguna más de recuerdos de olores a pólvora.
No haya paso sin caminar las cortas,
los témpanos, las máquinas y los arlequines del agua,
con sus cenicientas y sus amalgamas,
con sus colores de sangre y sus luces;
no haya paz que no convenza
ni virtud desconocida;
al todo de Tharsis anhelo, desde la cuna
a los cipreses, al todo de la tierra,
al todo de los hombres, jardín dolorido de Tharsis,
anego la emoción y el pálpito enamorado,
al todo, al todo de un Tharsis sin hombreras o con cataratas,
nada importará para inmolarme en la entrega
del hombre que soy,
del hombre que quisiera ser
después de la pleitesía,
conmoviéndome del todo de mi Tharsis
que de jardín a tierra es el suspiro.
Y del todo de Tharsis, yodo, mineral, caliza, estéril
o escoriales, un todo manifestado en el querer,
todos los todos del Tharsis que de siempre me aferran.

domingo, 15 de enero de 2017

SE BUSCA

 
SE BUSCA


Jardín con palmera alta, buganvilia, enredadera a media pared, dama de noche y frescor, se busca. Calle vieja con bufón, alpendes de lavadero, lajero y tiestos de regar, se buscan. Se busca merendero afirmado a la colaboración de la tarde y horizonte sin hacer, se buscan ocasiones para los verbos inutilizados, frases perdidas y largos epílogos, caras arrugadas y compañías y bancos con azulejos amarillos donde entretener los sopapos del ocio ganado. Se buscan mecedoras de rejillas, mujeres prendadas en el ganchillo a la puerta del verano y gorras de pana colgadas en el perchero del salón.
Se busca teatro amenizador de niños con títeres y payasos, se busca templete de plaza de pueblo, banda de música, acólito para la misa de siete, santero, comilón y sorchantre. Se buscan el tiempo y el mecenas, la cripta y el saludo, los zahoríes y las rameras; se buscan ganas y sosiego, fantasías y alivios, tradiciones y paneras, tonás y cascabeles. Se busca espacio para amar, se busca rémora de antaño, se buscan recuerdos, se buscan golondrinas y ermitaños, malecones, propósitos de rebeldía, ensaladas de orégano, caldos de puchero, sopas de pan y dulces de convento.
Se busca un sitio para untar agrados, poner turbante de concordia, formar palacios sin cornucopias, establecer semblanzas de todas las razones, casas para reuniones grandes, se buscan solsticios de nobleza y gentes de valor para alcanzar la paz que estamos buscando..

Ramón Llanes. Enero 2017.

MÚSICA

 

2.-
Melómanos arriscan el son
de la ciudad con notas altas
y bemoles,
iniciados en la falacia
de remedar decibelios,
inventan cuadrafónicos oídos
al mejor capricho.
¡Y suena la música!,
guitarras del sur
afinadas a los sueños,
qué pequeños son los libros
de poemas.

Ramón Llanes.

PAISAJE

 

PAISAJE.

1.-

¡Oh, qué debilidad de paisaje!,
roto el termómetro,
mezquina la armonía,
idiota el tiempo,
impiden el discurso del aire,
van náufragos al mar colmado
sin orillas.
Los musgos crean memoria de calor
hacen rosquillas de tarde en tarde,
el ambiente sufre infartos,
los ciegos andan oliendo
irresistiblemente a primavera,
el heno es fruto de moda,
que ya seco, superó ciclos,
fue al credo del estío
a morder lúpulos,
instauró un ocre a destiempo
en mentideros de bulla
aprendices de hormigas.
Mandan pintores
y diseñan un bodegón en el agua.
¡Oh, qué ganancia del paisaje!.

Ramón Llanes. MEMORIA DEL PRÓDIGO