RAMÓN LLANES

BLOG DE ARTE Y LITERATURA

viernes, 25 de febrero de 2022

AÚN EN GUERRA

AÚN EN GUERRA.

 

Parece que habremos de morirnos con la muerte acechando, con los talones siempre dispuestos a la defensa. Es la ilógica de la vida que presenta estas disparidades a pesar de la evolución social y de la globalización y a pesar de la conciencia colectiva con criterio de rechazo por cuantos conflictos bélicos asolan un día y otro este planeta de nuestros amores. Al final nunca llegaremos a caer en la cuenta de los perjuicios de la guerra y nunca agotaremos las fórmulas del diálogo para solucionarlo todo. He aquí la rémora de un pasado digno de olvido.
Mi absoluto desacuerdo con aquel dicho militar “si quieres la paz prepárate para la guerra”; tampoco podemos suscribir alegorías de poder, de dominio, de culpas. La guerra arrastra a más inocentes que culpables; todas las guerras se saldarán solo con muerte y destrucción, otra cosa son utopías baratas. Y curiosamente creemos estar seguros en este territorio del sur, tan caluroso, tan divino, pero con la incertidumbre en el alma por algún conato de locura de cualquier loco de turno para reforzar su posición o sus ideas. Que no, amigo, que esto es prehistórico, que ya no necesitamos acudir a la fuerza para diseñar nuestros argumentos, que ninguna guerra gana la paz.




Ramón Llanes.

jueves, 24 de febrero de 2022

QUÉ HACER CONTRA LA GUERRA

 

QUÉ HACER CONTRA LA GUERRA

 

Nos hemos preguntado en la intimidad -tú y yo- qué podemos hacer nosotros para detener la guerra, si poseemos leyes que nos amparen para saber evitarla, si las comunidades civilizadas han asegurado nuestra Paz, si existen resortes jurídicos de valor para oponernos a ella y hacer valer  nuestros derechos. Pues parece que estamos en una especie de limbo impeditivo rodeados de incertidumbres y expuestos a los arrebatos de la locura de los gobernantes y que si el de turno se salta lo acordado en los convenios internacionales y ataca con la desmesura de la invasión goza de impunidad total salvo que los llamados aliados inicien una guerra mundial contra la nación que la provoca, y eso tampoco tiene admisión legal.

Nosotros, en nuestro pequeño ámbito ciudadano, podemos gritar, escribir frases llamativas, manifestarnos o guardar minutos de silencio por las víctimas y todo eso será bueno pero nunca llegará a los oídos del ruso Putín que es quien se olvidó de las normas, nunca nos tendrán en cuenta para asumir que la Paz es un derecho universal indeleble e inalterable. Lo que sí podemos hacer a estos necesarios efectos es exigir que quienes deseen ser candidatos a elecciones para ocupar el poder manifiesten a priori su antibelicismo. Aunque una guerra no podría ocurrir si se dejaran de fabricar tanques, misiles, armamentos y conciencias malvadas.

 

                Ramón Llanes 25.02.2022.

AMIGO MUNDO

 AMIGO MUNDO

 

 

Amigo mundo

te cambio tu fusil por estos versos,

te cambio tu almanaque de terror

por la ternura de cualquiera de mis besos,

te cambio tu metralla y tu valor

por una tarde de lluvia en la ventana de mi pueblo,

te cambio el malestar de tu misión

por la paz que se cuida en mi respeto.

Amigo mundo,

te cambio tus bombas de combate, tu camión,

tu uniforme, tu trinchera, tu bastón,

por la concordia cálida de mis credos,

te cambio todo el hambre de tu sinrazón

por un rato de música, por un silencio,

por una melodía en do menor

que cantamos todos aquí al estar contentos,

te cambio tu himno por mi canción

o tu escopeta de matar por mi cuaderno

donde escribo de mi y de los nuestros,

te cambio tu odio y tu aspecto de invasor

por la mejor historia de los hombres buenos,

te cambio tu discordia por mi pasión

y tus guerras te cambio por mi afecto,

te cambio las desigualdades, te cambio tu decisión

de proteger menos a los más honestos,

de descuidar tanto al corazón,

de fomentar la miseria, de desterrar lo cierto,

de consentir a capricho que el error

sea la bandera más insultante de este tiempo.

Amigo mundo,

te invito a un minuto de Paz y otro de amor

y si me aceptas, mi alma entera te la entrego

para que con ella cambies siempre de opinión

y contigo todas las esperanzas alcancemos

y  esta utopía posible tendrá el color

del sentido más humano de todo nuestro universo.

 

 

Ramón Llanes. 

miércoles, 23 de febrero de 2022

EL ERROR DE LAS GUERRAS

 

EL ERROR DE LAS GUERRAS

 

 

Cada vez que huele a fusil

asoma la muerte por la última rendija de la vida,

es su vicio maldito, su colofón pensado

con entretenimientos y mentiras;

los hombres no huelen,

han perdido el olfato de la paz,

sucumbieron a la seducción de los credos,

ahora son líderes de algo miserable,

son inventores de las guerras

que fueron hechas para matar a la humanidad

del saldo que desprenden las sonrisas.

Las bestias que incitan al castigo

se persignan antes de ordenar al verdugo,

son hombres de plomo

desorientados del afecto,

son hombres que adoran venganzas

y evolucionan con ojos desiguales,

con manos tatuadas de asco.

Nadie sabe, nadie aprendió a detectar maldades,

nadie impide que las guerras sean

promocionadas, nadie sabe cuidar

el grito famélico que dejan los niños

en las crisálidas noches de la presunta vida.

Nadie ha reparado en el dolor.

 

 

Ramón Llanes.

lunes, 21 de febrero de 2022

CAMBIOS

 CAMBIOS
 
 
Al cambiarnos presente por pasado,
 educación por vana indiferencia,
calamidad por calmas y paciencia,
realidad por un sueño deseado,
 
al cambiarnos tres libros por un dado,
cambiar una pasión por la demencia,
la soledad cambiarla por creencias,
 toda la  luz cambiarla por un palo
 
haremos el agua en sólido estado,
la razón en un ratón convertida,
y la paz en un molde derribado.
 
Nos quedará conciencia pervertida,
ansias por conseguir lo no ganado
y un dolor tan procaz como una herida.
 
 
 
 
 
 
 
 
RAMÓN LLANES
 

DE PUNTILLAS

 DE PUNTILLAS

 

Y ahora -de puntillas- me creo en el deber de pensar en el futuro que es mañana o dentro de un rato para determinar mi constante deseo y trabajo por permanecer siempre al lado de la vitalidad de los míos, del emblema nuestro, de la madre esperanza que es siempre mi tierra, de la perenne gana de continuar componiendo estímulos que a la vez generen sentimientos de bienestar para cada uno de los seres -mis cómplices- con quienes tengo el compromiso vital  de mejorar cada día el sentido de vivir.

 

Ramón Llanes

domingo, 20 de febrero de 2022

EL DESAFÍO

 EL  DESAFÍO.

 

 

Sucede cuando el cuerpo te pide guerra. Otero aprendió todos los síntomas del bienestar, fue un bienestar por sí solo. Bonachón, tranquilo, aparentemente inconformista, muy dado a los debates pero siempre rehuyendo las metas, las inquietudes y las ilusiones; ahora goza de esa preciosa edad que son los treinta años y ha pasado sin pena ni gloria incluso por su propia casa en donde lo conocen por el tanto tiempo que ocupa la habitación. Le dio por las pesas y se compró la gama completa del gimnasio, luego por el tenis, más tarde por el inglés, los coches, los libros sobre ecología…todo al mismo trastero, al olvido.

Ese tipo de hombre que empiezan todo con entusiasmo y con el  mismo entusiasmo lo dejan al tercer día, así es Otero, un holgazán de pueblo pendiente de vivir, dormir, comer y cagar, sin más pretensiones que éstas. Es una pieza humana en desuso o un animal en peligro de extinción, lo cierto es que alardea de señorito y bien que se ejemplariza. Jugaba al fútbol y lo dejó por evitar esfuerzos, no fue capaz de obtener el carnet de conducir por falta de ganas, por no esforzarse. Los padres le atienden y miman como si fuera el rey, él consiente el trato porque le va mucho mejor de tal manera.

Algo curioso puede haberle sucedido a juzgar por pequeños detalles que se le han observado en los últimos días, parece que prepara una sorpresa y tiene a muchos pendientes de sus actos. Se le ve con algún libro. Ayer mismo sonrió al personal de la otra banda (los trabajadores) y se permitió llamarles colegas; tan sorprendidos quedaron que se miraron sin decir palabra y sin gesticular continuando su labor como si el saludo no fuera con ellos. Otero les requirió nuevamente al socaire de aquel bufón sol de mediodía y les llamó otra vez “colegas”. Nadie sabía por donde venían los tiros, Otero no podía ser colega de tal estirpe de albañiles que ocupaban en la mezcla la gran parte de su tiempo, precisamente al contrario que el “jaragán” de Otero que no conocía profesión ni oficio.

De aquella conversación trivial nadie sacó otras consecuencias que las propias de una broma de Otero, (por cierto poco dado a ellas) pero el susodicho, en efecto, acertaba al llamarles “colegas” a los pobres albañiles que se secaban en el patio subiendo y bajando ladrillos sin parar, porque de golpe y porrazo Otero montó una empresa constructora con mucho bombo para realizar principalmente obras del Estado a raiz del cargo otorgado a un primo suyo en una de esas delegaciones de la Junta tan abundantes en la actualidad.

Y un cuatro de junio empezaba su andadura empresarial construyendo un centro de salud en el pueblo con un presupuesto de más de treinta millones, suponiendo para el inútil de Otero el gran desafío de su vida.

Las obras se desarrollaban en los límites normales de calidad y tiempo merced a un encargado borrachín pero listo y con experiencia que las dirigía. En los primeros días Otero estaba antes que los obreros en el tajo pero en un abrir y cerrar de ojos fue perdiendo intensidad positiva y ganando en comodidad hasta perderse de vista semanas enteras, como corresponde a un jefe de tal calibre.

Otero hizo dinero como pocos del pueblo. No tenía el vicio de hacer inversiones porque las consideraba mucho riesgo pero vivió con suficiente holgura el resto de su tiempo aunque sin perder la costumbre de levantarse antes de las doce y de mandarle jamones de vez en cuando a su primo el de la Junta.

 

 

 

 

                                       Ramón Llanes

UN ACERCAMIENTO A LA FRONTERA

 

                              UN  ACERCAMIENTO  A  LA  FRONTERA

 

 

África tiene tanta sed como hambre, agolpa desdichas por todos los campos enredosos de sus perdidas batallas contra la supervivencia y se estremece cada día con una desaparición por segundo de uno de sus habitantes a la fuerza que mueren por no dormir más en la indigencia. África no suplica lástima ni maná gratuito ni atenciones lujosas, pide vida. Ni siquiera son apátridas los aventureros que la abandonan, ni siquiera huyen de represión y agobios, de la muerte que, a las espaldas, le monta una guardia interminable más de las 24 horas que para ellos son una nimiedad.

Para los africanos existen mundos donde se despejan los obstáculos de la inseguridad y de la carencia, a esa tierra nunca prometida quieren nadar a conciencia de flaquear o de ser advertidos por Occidente y perder, y perder, con solo ansiar un acercamiento a la frontera para liberarse de la losa de la angustia eterna. Desoye la civilización el grito de África y se somete a pagar con la muerte la utopía de llegar a un atardecer distinto.

Pero Occidente no es tierra que se distinga por su hospitalidad y sanciona su ordenamiento con leyes de rechazo e intolerancia, extendiéndose en excusas de discapacidad de empleo, deuda exterior inasumible, avances tecnológicos, estadísticas que fraccionan los sobrantes de ciudadanos, el euro, la chaqueta azul de la reina madre, la pobre lady, etecé, etecé. Se enjaula Occidente en su nueva acepción de la sociedad de los mercaderes disimulando con el tiempo en discusiones versátiles y agrestes, y hacen llorar a quien les toca pero  sirven para conocer a nombres en alemán o italiano que hacen las cosas al revés para que se les tenga en cuenta a la hora de… las nóminas.

La lectura a todo esto no suele presentarse como lacónica o trivial, encierra infinidad de premisas que pueden acabar en  no menos infinidad de conclusiones. “No cabemos los que ya estamos”, es la adveración oficialista más al uso, el lema de la legislatura acuñado tal vez en largas sesiones de parlamentos con descansos interminables e insultos entre poderosos. África espera mientras tanto un gesto de grandeza, un impulso humanitario de los de arriba para suplantar una migaja de bienestar por la muerte. No podrá caber entera, ¿no habrá solución mejor que matarla?. La redistribución de la riqueza con otra fórmula, la implicación de las naciones todas, la complicidad de los organismos internacionales con el hombre africano y con sus problemas, la intervención con todos los medios al alcance del progreso, el yo hombre de a pie, el tú mujer de cualquier ciudadanía, el nosotros de clase baja o jerifaltillos de nada que cambiamos el coche cada dos por tres, el vosotros raterillos de estado que andáis pensando la próxima treta o artimaña para aumentar la cuenta de Suiza y tú iglesia poderosa tan tacaña como dogmática y el que lleva el butano a casa de la señorita y el cuidador del caballo. Y todo el compromiso para evitar que África medre la vida.

 

 

 

                                              Ramón Llanes.     

                                              Huelva,

 

jueves, 17 de febrero de 2022

BLANCO CASI VERDE

BLANCO CASI VERDE.



Aparentemente va de fútbol o va del Betis que no es lo mismo, o escribo de Andalucía por aquello de la bandera o del mar por su azul o de la nada que debe tener esta diatriba colorista. No me gusta, empezaré de nuevo.

Escribiré del acercamiento del verde al blanco en tardes de sombría fugacidad, algo así como el afecto a una esperanza ilimitada que solo vive en el pensamiento y en los estímulos, quizá para llegar a pisar los márgenes de los delirios de la pradera cuando reverdece por sí misma, la cercana copa de la acacia que preside el jardín, la pintura impresionista del pinar sobre la playa, algo que divierta un poco más este setiembre nítido. No, otra vez me he perdido, yo no quería escribir de la playa ni de la arena. Empezamos.

A veces todo es blanco y nosotros lo vamos coloreando al antojo del momento, una pincelada verde, una sombrilla verde; luego nos viene el bajón y llenamos de soledad el espacio que fuera pensado para vanidad -por ejemplo- y volvemos a las andadas de lo negativo. El verde se hace gris marengo, lila chillón, ocre indultado, y el cuadro acaba en desesperanza. Nada, no acierto, tampoco era de esto de lo que quería escribir. Lo dejo, la sagaz inspiración me abandonó a mitad del tajo, escribe tú sobre estas torpezas, tú que sabes de leer más que yo de escribir y así nos vamos contando.


Ramón Llanes.

martes, 15 de febrero de 2022

MI OJO IZQUIERDO

 MI OJO IZQUIERDO

 

            Considero que no poseo el don de la imparcialidad, me gustan más unas cosas que otras, admiro más a unos hombres y menos a otros, me inclino más por unas tendencias y rechazo otras, estoy en esa raya donde no tengo necesidad de juzgar y por tanto me permito ser lo parcial que me apetezca. Mi ojo político se inclina mucho hacia la izquierda y soy más adicto a los programas progresistas que a los conservadores. Tengo amigos que me advierten de mi error ideológico porque es la fuerza de derecha -dicen- la que proporciona el bienestar -no los creo- y la que cuida -vuelven a decir- de equilibrar la economía cuando pasa por el poder la izquierda -me río-; los logros importantes provienen de las rebeldías de trabajadores, de pobres, de estudiantes, -digo- que lucharon para conseguir derechos, en tal solicitud nunca estuvo la derecha. Quizá no tenga razón pero mi ojo izquierdo no me deja ver las cosas de otra manera, lo siento, no soy muy fino en teorías políticas. Y observo, además, que las personas a las que admiro en las letras, las artes, la ciencia, los credos, la música, etc, también coinciden conmigo en esto de las ideas.

 

            Ramón Llanes

EL ERROR DEL VOTO

 EL ERROR DEL VOTO

 

 

            Dadas las circunstancias y vistos los efectos del voto -a veces tan nocivos y tóxicos-  sería confortable evitar estas adversas formas de llegar a la democracia, inventar alguna otra manera para elegir a los representantes del pueblo y establecer pautas distintas; ya se ha evidenciado que así no funciona el sistema. Primero por no estar debidamente legislado el protocolo que debe evitar tantas elecciones juntas y segundo para que nuestro voto no sea una ficción, una entelequia parecida a la quimera que adquiere razón de servilismo del votante al votado a quien se destina. El voto es un error porque no atiende la expectativa que provoca, porque deja de tener cualidad desde el momento en que se emite y porque se le pierde el rastro y pasa a propiedad de otros para con él modificar la vida del votante a su descuidado capricho.

            El voto es un error, como es un error comprar leche y observar que no te vendieron leche; o adquirir una moto que no fuera una moto; o pertenecer a una Peña del Betis y darte cuenta que es una Peña del Sevilla. Con el voto también te dan aquello que no es, lo que no te anunciaron en la caja, una mentira que altera el sentido común. Con el voto nuestro, alguien roba, otro alguien se hace importante, otro prevarica, algunos perciben unas pensiones desorbitadamente injustas y otros se pasan la responsabilidad por el olvido. Esos son los resultados del voto nuestro. Para que así no sea habrá que inventarse otra cosa y no seguir a peor.

 

            Ramón Llanes

lunes, 14 de febrero de 2022

LAS CONSIGNAS DEL ARTE

 LAS CONSIGNAS DEL ARTE

 

 

         La velocidad no evita el arte, tampoco la calma es su presagio. El arte tiene ese don de misterio que deviene fiel al orden, al pensamiento, a la inspiración, a la habilidad y al conocimiento. Me interesa el arte humano, el arte de la perfección en la humanidad de los seres que nos habitan la parcela donde nos habitamos. Respiramos arte o mediocridad dependiendo de quien tengamos en la convivencia; somos fugaces o perennes según aquello que estemos pretendiendo desde el inicio.

         Mi arte admirado proviene de sueños bien cumplidos, de delicadezas en el trato, de educación en las relaciones -todo esto es arte-, de servicio a la comunidad en todos los planos, de compromiso en la mejora de la sociedad, de ...miles de formas que empiezan y acaban siendo puro arte. Un cuadro que emocione puede ser arte, un beso que exprese amor, también; una buena fotografía puede ser arte, un detalle de honestidad también; una escultura puede ser arte, un abrazo también; un buen poema puede ser arte, un impulso de generosidad, también. Y toda la vida amando es la más alta distinción del arte.

         El arte como medio para lograr mejores cotas de bienestar y felicidad, en todos los sentidos que dejo en esta cartera abierta de pensamientos, pretendidamente artística.

 

 

 

         RAMÓN LLANES  

PIENSA EN MI

 PIENSA EN MI

Ya sabrás que hice lo pactado: aquel domingo pensé en ti; dejé el poco rencor, la lista de tus culpas, me olvidé de tus desplantes con arrogancia y fui al lugar elegido para elegirte. Éramos muchos, teníamos distinta condición humana, aspectos diversos y quizá agallas parecidas pero todos llevábamos idéntica carta de desencantos y sin embargo todos pensamos en ti y todos volvimos a confiar en ti, como lo mandan las leyes, incluso contradiciendo a la conciencia.

Con la garantía de mi confianza has llegado a cumplir el sueño de ser elegido y pronto ocuparás un sillón privilegiado en un lugar reservado para pocos porque a mi me dio la gana pensar en ti, porque tuve una inspiración o por simple intuición política, pero ahí estás, en lo más alto. Ahora te toca a ti cumplir lo pactado y lo pactado se resume en que cuando andes, sueñes, legisles, hables, subas, estés cansado, respires, sufras, manejes decisiones, pactes, duermas…piensa en mí.

 

                Ramón Llanes. 

domingo, 13 de febrero de 2022

TIEMPO DE AMARNOS

 

TIEMPO DE AMARNOS

 

En este tiempo de índices adversos,

de resultados electorales

y falta de lluvia,

de acopio de bolsas de basura,

de pobrezas infinitas,

en este tiempo

donde conviven con el odio no frustrado

las agallas caídas y los desencantos,

donde persiste la bolsa de la compra

por encima del beso,

en este mismo tiempo de hoy, de siempre,

vengo a reivindicar

la solución de amarnos

por si quedara duda científica de su eficacia.

 

 

Ramón Llanes. 14.02.2022

ADIÓS FANTASÍA

 ADIÓS FANTASÍA

 

 

No importa qué partido acabo de ver, no importan los rivales ni el color de las camisetas ni siquiera importan los presupuestos de cada uno de ellos, lo que más me ha llamado la atención es que se ha perdido la fantasía en el fútbol; y al hilo de esta obvia reflexión caigo en la cuenta que también en la vida se extinguió la fantasía, la de la emoción, el entusiasmo, la naturalidad, la hombría, la ética, la limpia sonrisa, a esta ganada fantasía me refiero. Hoy lo hablábamos en el foro de la taberna, tertulia de pacíficos humanos que casi solo a conversar se juntan; y dijimos que no son las cosas como antes, que parece todo de plástico, de falso postín, que nos preocupamos más por pregonar lo que hacemos que por hacerlo, que estamos volando a peores convicciones, siendo cierto que a los viejos cualquier tiempo pasado nos parece mejor porque la nostalgia hace su seductor juego y fortalece el pasado. Nos asediaron tanto que sucumbimos pero la falta de crispación nuestra, la poca rabia y la nula rebeldía nos han hecho tragar un desencanto más que irá cada día a otra nueva hecatombe del individualismo tan fácilmente como prender fuego o declarar una guerra. Dice mi amigo Sebastián que el ser humano es el único sobrante en este universo. Quizá sea verdad o quizá la propia virtualidad reedite fórmulas contra esta perversa opción. Hay que continuar trabajando para recuperar algo tan necesario como la fantasía.

 

 

            Ramón Llanes 13.02.2022

sábado, 12 de febrero de 2022

PASIÓN



PASIÓN.



Fíjate, hermano lobo, has cazado la pieza y has perdido la pasión; habías escrito en tus ojos solo el deseo de llegar y apresar y te quedaste en eso, luego perdiste el placer de disfrutarla. Como el lector que ignora el resultado de la historia, como el niño que no aprendió a manosear el juguete, solo a encontrarlo; como la luna que acaba el ciclo sin interesarse por las ráfagas de luz que se dejara en las oscuridades o como el hombre que llega, a veces, sin saber para qué. Pérdida de la pasión, moda nueva, de arraigo actual, de aceptación general, ansiedad sin pasión.

No discuto, hermano lobo, tu hambre, discrepo de tus deseos, del ansia para después del deseo, del gozo que no te produce la victoria, de la emoción que no le pones a la batalla; discrepo de tu manera de no lamer tus zarpas al recibir el trofeo. Imagino que posees tantos que ya no te halagan o imagino que no te altera el entusiasmo una meta más, pero discrepo, te sobra ansiedad, te falta pasión. Para correr, para la estrategia del combate, para la mirada; tu alma, imagino, necesitará el alimento de todas las sustancias que espiritualizan tu rol en el contenido de esta selva donde te dieron luz y cuerpo para vivir.

Es tu mundo un cuadernillo de letras sin calidad; hambre y pocas cosas, que limitan el sentimiento a ello; y hasta tu loba te escasea en detalles, la seducción, la preñez, la parida, la nacencia; le quitas la pasión y se queda en animalada, en inconsciencia. Y no me discutas, hermano lobo, casi te diré que no estoy ahora para sermones de santos, ni dogmas, ni monsergas; no olvides la pasión, y punto.




Ramón Llanes

A PROPÓSITO DE LA MUERTE

A PROPÓSITO DE LA MUERTE



Los últimos días dieron mucho que hablar sobre la muerte; una mujer y un hombre, -ambos sometidos a esa debla opresiva del poder-, dejaron la vida y ocuparon su lugar en la inexistencia como cualquier otro humano. Las mentes aún vivas del patio han calculado en poco tiempo las bondades y maldades de esos dos seres mencionados, las tintas desfiguraron el papel con estridencias y las redes ardieron aprovechando la noticia; la muerte consintió esa manera de juzgar tan propia de una sociedad con valores en decadencia. Hablaron mucho de ellos, en exceso, demasiado, en positivo y en negativo, con rabia y con alegría, con llanto y con aplauso, parece que todo cabía en las cajas de esos dos muertos.

El ciudadano veintinueve millones y pico se dolió cuando la muerte llegó a Pilar, Agustina, Jacinto, Eladia, José o Manolita, se dolió con todo el recuerdo en las estrías más puras porque estas fueron muertes anónimas y humildes de seres inmensamente grandes y no cabían en sus cajas tantos halagos y ni siquiera se ocurriera a alguien mentar reproche o desvalor y ni siquiera se produjeran insultos porque los seres hechos en el calor del hogar limpio ocupan espacios distintos y órbitas astrales que les protegen de estas ingratas menudencias. Por esos dioses nuestros nos duele la muerte.


Ramón Llanes.

AL OTRO LADO DEL AIRE


AL OTRO LADO DEL AIRE.


Al otro lado del aire

descolgaremos la memoria

para que cada susurro sea un huracán,

cada beso mil propósitos,

la luz un medio de alcanzarte

y, en vida,

con los ojos prestados de inocencia,

ocupemos la paz, toda la paz,

la eternidad deseada de la paz

y nadie será cómplice de cansancios.


Allá, contigo en los solsticios,

el aire pondrá remedio a los atardeceres

en que nunca nos tuvimos,

a las escarchas que nos dejaba la noche,

al castigo de redimir siempre culpas de otros,

el aire rocía

un sahumerio de mitos

que te llegará certificado

a cualquier lugar donde te escondan,

el cartero te dará noticias de mi,

apenas esté lejana la palabra que me alivie.


Al otro lado del aire

las miradas no tienen distancia,

el pensamiento es único, para dos,

el fuego y la pasión van a lo mismo,

la voz, una melodía sin descansos.

Así seremos, al otro lado del aire,

a donde siempre quiero que vengas.




RAMÓN LLANES

jueves, 10 de febrero de 2022

VERSOS

VERSOS 


“Créditos personales al dos por ciento” 

decía con letras grandes el cartel 

y nos vestimos de hombres 

y entramos en aquella plataforma de vanidades, 

nos preguntaron, 

enseñamos las credenciales 

a modo de escrituras encontradas en algún basurero, 

nos creyeron importantes, 

nos hicieron reverencias, 

nos subieron al despacho de las vidrieras, 

nos obligaron a abrir una vida más 

y nos concedieron un crédito infinito de millones. 

Sonreímos y despreciamos la cuantía, 

nosotros solo necesitábamos cenar aquella noche. 

Salimos corriendo escaleras abajo para evitar contagio, 

los pobres llevamos siempre la conciencia bien tranquila.


Ramón Llanes. (De La Casa del Mar)

miércoles, 9 de febrero de 2022

EL DENTISTA

  · 

Compartido con: Público
EL DENTISTA.
Simulaba leer la revista del corazón de la mesilla de la sala de espera pero permanecía atento a cualquier desvelo del personal y controlaba las maniobras, -por otro lado naturales-, que se sucedían en la consulta. Dos semanas antes se jugaba la vida en un sangriento safari en África trayéndose como recuerdo un rasguño de leona y no pocas heridas en manos y cuerpo, previo pago de una cantidad suculenta como precio de su puesto en la citada cacería. Sus trofeos siempre se contaban en prensa por la importancia del personaje, jefe del departamento equis, del ministerio equis, en contacto directo con el equis ministro de turno. Y gozaba de su ganada fama de valiente con una pasmosa vanidad. Solo bastaba una simple pregunta por la cicatriz del pómulo para soltar una rienda de historias con fusil y machete que dejaba sin aliento a la concurrencia. Larga y detallada, hasta el más mínimo matiz recobraba una grandiosidad en sus palabras.
Aquel día, bien acompañado, doctor eminente, cita para las seis, puntual y miedoso asomó curiosidad a los devaneos amorosos de la prensa rosa para distraerse del suplicio que le esperaba y ni eso le pudo saciar las ansias de dolor que trajo a las seis menos veinte a la consulta del dentista. Repasar también su dilatada vida de fornido militar en el frente de Gandesa, sus misiones secretísimas en combate, su escondida amante desde los treinta y dos años, su imperturbable carácter en sus negociaciones con los sindicalistas. Un hombre hecho al valor, criado en las adversidades y proclive al rechazo de toda amargura. Eso mismo le había llevado a ocupar el cargo.
Ahora era distinto, no tenía razones para demostrar valores ni para ganarse merecimientos ante sus superiores. Eran solo él y un dentista bajito con bigote y cara de buena persona. La enfermera le invita amablemente a entrar y con la misma parsimonia de un condenado a muerte ocupa el sillón del martirio no sin antes atraer la atención del doctor fijándose en una lámina que en la pared representaba un acoso de perros a un jabalí en plena furia de ambos, quizá para dar a entender su aprecio a la violencia y su indiferencia ante el ritual que se estaba preparando. Se sentó y lo demás queda en un olvido de archivo.
Su próxima aventura africana, cuatro días después del incidente del dentista, se desarrolló en las mismas condiciones de codicia y agresividad altamente conocidas en estos menesteres y volvieron a casa los trofeos conseguidos para poblar más las chimeneas del palacete, pero la muela dichosa ocupaba su lugar en la delicada dentadura doliendo constantemente hasta que al señor equis del ministerio equis se le ocurriera perder los tantos miedos frente al dentista.
Ramón Llanes.

martes, 8 de febrero de 2022

NOSOTROS Y EL MAR

 NOSOTROS Y EL MAR

 

                Qué habrá sido de la última ola, de su último refugio en la orilla quieta; qué de los pájaros que le bucearon alimentos y se durmieron en el aire esperando los vórtices y las algas. El mar simula momento a momento que nos olvida y permanece en una atención insistente, se asombra de las insolencias nuestras, anega la tierra cuando le viene en gana, se quita el humedal y la caspa, se intenta disolver en minúsculas gotas para ofrecernos su mejor patria; la levedad de nuestra mirada le hace añicos los recuerdos, habrá pensado que somos los gigantes que lo mueven y que nos debe sumisión.

                Está el mar en nuestro lado izquierdo, observándonos, calentándonos los inviernos fríos, está sobrado de benevolencia y sin cansancio. Tenerle cerca es un colirio para el estado sensorial de nuestras células. No se irá, le ataron las manos, le prensaron los pies a nosotros, le llenaron de gérmenes de vida; ni sabemos cuál será su fracaso ni conocemos sus metas, que a solo de un sorbo, en la puerta de nuestro hálito, para el deleite estival, para cuando la nostalgia nos alisa, para todo, el mar está a la espera. Qué espuma habrá inventado para hoy de toda su gama de creaciones o qué magma espiritual tendrá en las manos grandes para nosotros; lascivia natural y anhelos echados, músicas de la Pampa, aires del Sur, traerá al ocaso para la oferta ritual de los días céfiros. Tenemos la suerte de tenerle, nosotros que somos ficción en su mundo y le golpeamos la cara cuando nos responde.

                Ayer le amó la calma, en las levas fue mensaje de afecto que envió a las playas; ayer las cosas del tiempo le dejaron vivir y los hábitos de los días le dedicaron cantos de bienvenida, como si se hubiera ido un rato y viniera, ayer, a confiarnos un nuevo paisaje. El mar, ¿no parece una especie de nosotros, a veces hostigado, a veces tierno y siempre en la esperanza?. O acaso un referente. El mar, tal vez la incógnita emoción.

 

                Ramón Llanes. 

SIN OLVIDARTE

 SIN OLVIDARTE

 

 

         Este aire mañanero trenza los tímpanos cuando silba en las estrías de los árboles y forma un remolino de perturbación lánguido, las cosas se mueven desde un escaparate que corre desapercibido, ¿oyes?; no eres consciente del recuerdo, pasa por aquí la vida sin olvidarte.

         Son graznidos de la emulsión mundana o socorros solicitados al vacío, la mueca de un conflicto armado que desespera a los hombres de mejor voluntad; el terremoto del hambre asola los miedos porque nadie supera el envite; aumenta demasiado la pobreza y se confirma el desaliento, la pared aguanta lo justo, no más; un cataclismo de soberbia se entrena a diario en la liturgia del poder mientras pasa por aquí la vida sin olvidarte.

         Nieva incomprensión aún en verano, suena la tormenta, rompen los fríos esta conformidad aún en verano, tiembla el pulso del cirujano, se quema el campo por descuido; se invierte la carga de la prueba y condenan al inocente, aún en verano, pierde un menor la inocencia por la culpa de un mayor malvado, mientras pasa por aquí la vida sin olvidarte.

         Ya no queda tiempo para rezos ni pasión para otra aventura, los sueños tienen un límite en la almohada y se rompen las siglas del sentimiento por la canción constante de la distancia; queda humo en la atmósfera, no se curan las ovejas, no madura la lealtad y es otoño en cualquier alma, mientras pasa por mí la vida sin olvidarte.

 

 

 

         Ramón Llanes 

QUÉ AVENTURA

 ¡QUÉ AVENTURA!

 

 

 

            No te resulta difícil entender la sugestión emocional de la aventura, no te has perdido en los márgenes, has llegado al primer afecto; quizá estés en la alegoría de tu tiempo alegrando tus músculos o compaginando salud con metafísica pura, quizá nos encontremos en el primer escalón del entusiasmo. Nos vimos emparejando palabras al tropel, tú escribías de la noche y te salió un alba pálido con agujeros en los colores primeros de aquella amanecida de excelencia.

            Has oído la primera canción, -otra vez-, porque te trae un recuerdo inaudito y te acerca a una nostalgia buscada, has puesto los sentimientos desbrozados en el cubil de tu ensoñación, te has vuelto romántico, has pensado descubrir qué se esconde detrás de tu insomnio, qué rara cuerda te ata a la melancolía y cuántos son los mundos que quieres admitir en tu voluntad. Y esta ha sido tu apasionante aventura de hoy, lo ínfimo de pensar en tí, lo grande de acercarte a tí, lo extraordinario de cobijarte en tus vericuetos de hombre y en tu verdad intacta. Y te ha quedado tiempo para otra aventura. Has pensado que lo hecho ya tuvo su alma y te empujas al próximo trazo, ese que despertará la pasión en la aventura del vivir.

            Habrás pensado en  los clásicos, te irás en el rastreo del conocimiento acercando a los poetas que nos enseñaron a comprender las caricias y a recitarlas, te irás a la virtuosidad de los dioses que engrandecieron la mitología y escribirás tu odisea, tu eneida nueva, escribirás del pronóstico que sabes y de las cárceles que te indignaron; te irás sabiendo que cada instante es una aventura y que te empeñas en construirlas a tu único placer, aunque nadie la entienda, aunque se difumine en la próxima luz, te irás al cómputo versificado de tí mismo a rellenar endecasílabos con los sueños y entablar amistad íntima con la diversidad de las pasiones, siempre tus pasiones, tus pasiones de aventuras pequeñas que se fortalecen en el diseño y se magnifican en la escena.

            Qué aventura más sabia que saberte, encontrarás en las silentes líneas del pensamiento y qué te hará germinar más corpulencia amorosa para tu forja humana. Es la aventura, me dices, la glosa frenética que te conduce a los momentos útiles de tu espiritualidad y tus sensualidades, es la aventura una clave que te conmina a digerir el alimento del alma. Has premiado mi tarde de recreo con tus agallas de aventura, sin apenas moverte del alba encontrado, ¡qué aventura!.

 

 

            Ramón Llanes

lunes, 7 de febrero de 2022

CIGUEÑAS

  

 

CIGUEÑAS.

 

 

Ya no se van las cigüeñas en otoño para volver al campanario por San Blas, se quedan mudas en el confort de las primeras horas del invierno soportando el templo frío y las peinadas acacias chorreando hojillas por los suelos. Qué les habrá inducido a permanecer, quién hostigaría antaño la presencia para que emigraran a cúpulas más templadas. Qué pensarán ahora las cigüeñas, que a tanto les notamos, que a tanto les percibimos, envueltas, a veces, solo por el pararrayos torcido, por la espadaña descalada, por el rumor.

Las cigüeñas son de nosotros en el aire y en los charcos, nacen y se reproducen a cuenta de nuestra inagotable naturaleza y viven a pulso de equilibrista en la continuación de la altura a la que nunca llegamos y nos ayudan a mirar hacia arriba; y nos observan y sueñan que somos suyos, y nos redimen de la distracción en las homilías de mayo y en los egregios libros que las nombran. Las cigüeñas han montado su guardia y su cuartel en esta esquina del sur por temor a la pérdida de la alta alcoba, sudan y se mecen entre ramas secas y, al igual anuncian que erramos o caemos. Por eso son del tiempo nuestro las cigüeñas, solapadas y contrarias a los remolinos y al espasmo.

Están contemplando cementos y céspedes y solo vinieron a procrear, a dominar naturalmente el medio al que se deben  y después una más allá que no pasará de una mirada traviesa, una mancha blanca en la puerta de la iglesia, un levantar alas y muchas dormidas a pie cojito, sin tambalear ni cimbrearse a costa del de la depresión o el mal humor.

Cuando se vayan otra vez las cigüeñas en otoño y los campanarios se duerman de aburridos a nadie despertará la campana y a solo esquila de luto tocará en los ocasos. Líricamente el tejado necesita a la cigüeña como ella al tejado, emocionalmente también se atraen, nada les impide seguir acompañándose pero nunca descifra el lugar escogido, será su único misterio. Mas la cigüeña colabora en el equilibrio de la naturaleza nuestra, a veces en exceso, y agota de ratoncillos y roedores los poblados estercoleros que se prodigan. Quizá por ayudar, permanecen atentas a la función de equilibrar y nadie lo agradece.

Otra vez que se vayan las cigüeñas en otoño, dejará de ser otoño, o las estaciones se habrán prolongado, como dicen, y los campos tendrán paciencia para más crianzas y sonará una melodía de ausencias de blanco y negro, de zancudos y picos largos y los púlpitos sobrarán de mudez y los crepúsculos serán de color rojo amarillo sin figura ni elegancia.

Para cuando otra vez se vayan las cigüeñas nos gustará no vivirlo aunque el tiempo nos haya favorecido en madurez y los campanarios altos y los arbotantes se conviertan en canción de musa y en equilibristas de los ocasos.

 

 

 

 

                                                    Ramón Llanes. 

jueves, 3 de febrero de 2022

RETAHÍLAS

 

RETAHÍLAS.

Alguien se mece en la guita de lo imposible, ; otro asume la idea de la playa en un fin de semana caluroso, el conductor derrapa en una curva tonta, el pueblo celebra el pregón? que dará paso a sus fiestas de romería, la gata parió detrás del cobertizo cuatro preciosos gatos blancos, en la tele comentan la programación? de otra guerra, dos novios se besan en el portal, un cernícalo anda metido en menesteres de nidos, la tarde del sábado invita al paseo, la huída tiende a ser cada vez más un sueño para los presos.

Si te asomas al pozo y gritas un nombre de mujer, te lo devuelve; no es el pozo, es solo el eco; el dolor es la reliquia de los débiles, ha subido el precio de la gasolina, dos vecinas se insultaron por un perro, hay dos enamorados más en este mundo de insatisfechos (Ana y Pedro que se han conocido en el autobús), el sol no cambia de postura y calienta, alguien se aferra a su cultura de internauta y no suelta prenda, se rompió el automático de la lavadora y son doscientos  más en los gastos de este mes, los partidos políticos siempre están preparando su ajuar para las bodas electorales, al equipo de perdedores le faltan buenos defensas, la crisis del chocolate tiene preocupados a los niños, un pedal pertenece a una bicicleta, las mujeres han dejado de vestirse con pieles porque no hace frío, el voto que ahora se lleva se escribe con b, los mosquitos han jurado no venir al estío, las curanderas solo cobran la voluntad, está de moda perder peso, los niños guardan todavía un arsenal de caramelos de los Reyes Magos.

Le habían dicho que molestaba el tubo de escape de su moto y disfrutaba, comió tanto que maldijo al cocinero, los toros huyen por fin de los capotes, todas las gentes van vestidas de verde, se acabaron las bolsas de hielo, los árboles empiezan a dar sombra, la noche ha perdido el miedo, los vecinos de abajo roncan, se ha jubilado el cartero que traía las cartas mejores, mayo no tiene estación? término, alguien mastica un pictolín, los odios eternos se han mirado por vez primera, nadie soporta tanto calor pero se quejaban del frío.

Ya no venden noticias buenas en los telediarios de la noche, la prisa aprieta pero  no ahoga, !qué horror el crimen de los pastores!, la luna avisa que pronto será llena, el pudor interviene en los soldados nunca en el armamento, qué pasión? la tuya haciéndome el amor!, congreso de químicos en la margen derecha de la contaminada ría.

Un cometa errante cae a la tierra por casualidad, las metáforas no se borran, con lápices de colores se pintan fotos de blanco y negro, al ligón? no le salió bien el plan de anoche, hace falta que vuelvan a bajar los intereses?, ha tocado la primitiva en el barrio, ensayan los músicos en el templete, la magia de las flores.

Existen burros, tormentos, asesinatos, amores, felicidades y olvidos en la cuna que alienta el nacimiento, en algunas ciudades de costa anidan los flamencos en tranquilidad, la vida se hace cada vez más organizada, los terremotos son menos frecuentes, no será malo superar el miedo escénico a partir de ahora mismo, la represalia se agudiza por su ausencia, los niños han dejado el patio, la hora de la clase también caduca, los tiempos no producen acidez , un profesor de pelo rizado, el tercer culpable sigue en libertad, solo me quedaba este folio.

 

 

 

                                                            Ramón Llanes.