RAMÓN LLANES

BLOG DE ARTE Y LITERATURA

sábado, 1 de noviembre de 2025

BERRUGENTO

 BERRUGENTO

Berrugento es un vocablo no recogido como tal en el diccionario pero sí muy utilizado entre personas en algunos lugares del sur, así como “rugento” que en otras zonas tiene su buen uso; su pronunciación correcta es “herrugento” definido como algo que tiene herrumbre, oxidación o degradación, sobre todo metales o hierros. Sus sinónimos son óxido, orín, robín, roña, verdín y moho y tal vez algunos otros que nos llevan a esta consideración del concepto para determinar la amplitud del léxico. Refiero que la parte más occidental del Andévalo se arregla con berrugento para definir un hierro oxidado y en la otra parte, Cuenca Minera, se entienden con rugento. Pues hoy se rescatan del posible olvido, sirva para ello esta reflexión lingüística. Ahí queda.
Ramón Llanes. 1.11.2025

TENER RAZÓN

 TENER RAZÓN

No solo en el debate sino en cualquier conversación, discusión o conflicto verbal, aquello de tener razón se ha convertido en un símbolo de la verdad, algo así como que la posesión de la razón acarrea la posesión de la verdad más inmensa, algo así como que el razonamiento conlleva la más íntegra parte de verdad. Ahí se conminan los humanos, a enfrascarse en palabrerías con la sola intención de tener una pizca de razón, eso es importante; y quien pierde la razón parece que embarga su criterio, que desiste de entablar la próxima conversación por miedo a perder la razón.
No deja de ser ambiente inculto y desprovisto de la mínima atención a los respetos por todas las opciones y por todos los contertulios, aunque nunca hayan tenido razón. La verdad es un bien jurídico muy repartido y la razón también, nadie las posee en abundancia, ni siquiera las ideologías o los credos. La verdad también es unipersonal, se hace en uno mismo y en tal modo vive, se reproduce y muere, como los seres vivos. Y la verdad también es engaño, que se usa por otros para producir un mal o para convencer.
En esto de la razón y de la verdad no muestra el intelecto proyección de acierto, sus materiales para la configuración de cada verdad están constreñidos a lo científico, a lo empírico, y desde tales premisas se alcanzan los mayores logros. Entonces la verdad evoluciona con el tiempo, aquello que fue verdad hace cien años ya no lo es o viceversa. Han dejado de tener adeptos las verdades absolutas y salvando a la muerte, se mueven en ambigüedades que no tienen consistencia. Es verdad que vivimos, es verdad que somos parte de un universo, es verdad que podemos amarnos, todo tiene su discusión y sus contrariedades; cada cual emplea la parte de cerebro que mejor le viene en gana o cada cual se ajusta a la norma que más le favorece.
Para hablar de la verdad no es necesario entrar en razones.