RAMÓN LLANES

BLOG DE ARTE Y LITERATURA

lunes, 23 de julio de 2012

EN LA PAZ DE UNA TARDE QUIETA


SON DE LOS HOMBRES


Harán que gima,
la pausa ha roto la escalera de color
de una apuesta,
ellos se jugaban la vida,
acaso tú jugabas a esconderte.

Se nubló de rompeolas
la tarde, nadie salvó aquel llanto.

Los sueños miraban despavoridos
a los lados del fuego,
los pájaros eran los hombres
cuando huían;
quedaron, además, con memoria cruel
en los bolsillos.

Mas esta noche volverán a dormir
con la conciencia tranquila
y el pulso quieto.



Ramón Llanes

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