RAMÓN LLANES

BLOG DE ARTE Y LITERATURA

viernes, 10 de junio de 2022

EL VOTO PERDIDO

EL VOTO PERDIDO


Pensé evitar la urna, no acercarme ni mirarla, permanecer en mi lugar de ocio dominguero, mis tablas oliendo a madera noble, mis dos amigos lijando antes de pasar a la pintura, mis mañanas entrecortadas entre calor y paisaje, las causas de vivir puestas en el soporte del banco para apretar las ganas y todo el caudal de entretenimiento pasando por mi memoria a la vez que la responsabilidad de cumplir con mi deber como ciudadano -cuando ni siquiera me consideran ciudadano-, pensé no recorrer el tramo que separa mi casa de la urna, lo pensé muchas veces.
Todo está pensado cuando se trata del poder, quienes legislan sobre elecciones saben hacerlo mejor que quienes legislan sobre educación o cultura por ejemplo, que por cierto son los mismos, pero valga la alusión para huir de absurdas redundancias. El voto perdido también tiene saco, también cuenta y se suma al partido o partidos que hayan obtenido más simpatizantes. No es un castigo, como debería parecer, es un truco para aprovechar como positiva la rebeldía de quien se niegue a votar. Tiene su guasa pero creo que es así o parecido.
Como no pretendo ser inusual ni quiero atentar contra el posible sueño de algún buen candidato, dejaré por un momento la tarea y pondré rumbo al suplicio de la urna para emitir mi opinión con mi ley en mano y quizá restregarme luego de rabia por haber cumplido y no alcanzar mi voto suficiente consenso como para que mi predilecto candidato alcanzara la necesaria altura en el mundo tan extraño del hemiciclo. Volverán a quedar mis dudas sobre el sistema, volverá a mi la continua fórmula de incertidumbre que aqueja desde hace tiempo mi probada armonía y volverán a saltarme enfados por las espaldas. Quizá no baste solo con votar, ¿o sí?.



Ramón Llanes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario