RAMÓN LLANES

BLOG DE ARTE Y LITERATURA

jueves, 3 de febrero de 2022

MISIONEROS

                                   

                                        

                                     MISIONEROS

 

 

No bastan voluntades crecidas, misericordias eclesiásticas, consejos obispales ni reflexiones continuadas con silicios y oraciones. La lejanía es nebulosa insuperable si las distancias se tratan con falta de respeto y más las consecuencias de la huida.A veces huele a huida, misiones se encuentran en cada barriada, en cualquier portal, en casi todas las casas.¿ A qué cuestiones responde la huida?, ¿ huir de qué y de quiénes?. Son problemas de la propia conciencia que las admite o las rechaza a su puro gusto, contagiadas por un placer de heroicidad inconmensurable , indescriptible. Preguntemos a ellos que dejaron pared y amigos y desafiaron cantos de sirenas con los sobornos de su lindo bienestar en Occidente, preguntemos a quienes les recibieron con llantos y mocos en las perdidas zonas de las miserias adonde el viento se lo piensa para llegar.

 

Y ellos plenipotenciarios de la pasión y mecenas de si mismos, con espíritu a prueba de tentaciones, conscientes de las necesidades de la sociedad, se han hecho al gusto de las carencias y se preocupan de gastar tiempo y vida a una dedicación poco rentable. Se ajustarán a la entrega como misión y de ella harán oficio y pensamiento colaborando con el ideal de una filosofía que contiene solo las dos premisas de “ a Dios y al prójimo como a tí mismo” para fundamentar tantas renuncias y que a la vista de los demás sean suficientes y justificativas que si no las críticas se comerían las razones.El valor de la entrega, el otro antes que yo, la colectividad, los desamparados, los desheredados de todas las sociedades, los pobres de corazón y de asistencias, los maltratados, toda esa especie de molestos  para los poderes son protagonistas en la puesta en escena de los ínclitos y arriesgados misioneros.

 

Quedan por esos mundos dando vueltas a las esperanzas y contrarrestando la falta de libertad con un trabajo ímprobo y malentendido, escaso de eco, solo valorable  desde la fe. Quedan, por bien para todos, escondidos por selvas anónimas sin esperar que una mano grande les rescate, sin entender que aquí las cosas tengan tintes tan grotescos e incluso sin plantearse la idoneidad de su misión porque a veces se les lleva culturas que perjudican. Entonces surge la duda sobre el cometido. ¿ Para qué me necesitan?, ¿para qué necesitan lo que les traigo?. Menos mal que  se enganchan a la tierra y a las miserias y destierran moldes de comodidad. En todo caso me quedo y me enriquezco. Tú no eres la misión, son ellos; tú eres el misionero, se te presuponen la valentía, la fuerza, el mensaje y la ejemplaridad, quédate.

 

A ellos,  pastel  de santidad y dulces de ángeles, si tienen. Conseguirán ganar un cielo que es para todos pero habrán epilogado la sangre con una señal de cruz y testimoniado el sentido de un Cristo viñador, hasta enloquecer por llegar a las cosas pequeñas desde la humildad.Cada día será un triunfo nuevo, una meta cubierta, una consigna más. Clérigo , seglar o monja echan bondades por cualquier hemisferio  haciendo un dios solidario de carne de hombre incluso con vanidades y errores de hombre pero con amparo divino.A ellos, con la envidia del no poder llegar, prestamos esta atención provinciana como si de un empuje o apoyo se tratara, como una oración periodística.

 

 

 

 

                                                                             Ramón Llanes        

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