RAMÓN LLANES

BLOG DE ARTE Y LITERATURA

miércoles, 9 de enero de 2013

DIARIO DE COMEDIANTE


Consumidores comediantes

Figuradamente unos aplauden, otros bailan; unos cantan, otros jalean; unos corren, otros observan; unos trabajan, otros miran; consumidores de la energía solo los que están en la onda activa, comediantes, todos; comediantes de la inercia, del desequilibrio, consumidores del derroche, del esbozo, de lo vendible; comediantes conscientes del papel con glosa última de interés general que culmina en un entretenimiento cuanto menos y cuanto más en un aporte escénico. En la consumación de los bienes consumibles se parte de posturas distintas, se trata de la posesión cuanto mejor o de la destrucción cuanto peor.
Los comediantes no representan la comedia de los demás ni siquiera la suya propia, ni todo es comedia en sí; la comedia pura es la figuración literal del consumismo, se dan las notas de desequilibrio, locura transitoria colectiva, ansiedad y manías. Y jamás cierra el telón, salvo excepciones. En los comediantes premia la pulcritud de un títere o drama que relega la vida a un segundo plano cuando el teatro es la realidad, ocurre que la comparación con los consumidores en semejante azogue escapa de cánones. Es que prosiga la idea de conspirar para que sea comedia consumida, comediantes de masas; para que se escinda el compromiso de seguir, figuradamente, contemplando el consumo desmedido como la peor de las reales comedias de la historia.



Ramón Llanes.

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