ODA A LA CERVEZA
Rubia enloquecida que enloqueces,
sabor de mis tardes y mis días,
amor que siempre permaneces
volcán que mantienes mi alegría
y alivio que mi alma te agradece.
Tú que dejas un sol en mis entrañas
cada vez que te acercas a mi boca,
por ser fiel, porque no engañas,
porque sin tí la vida sería más loca
vente a vivir conmigo, dulce caña.
Ramón Llanes
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