DESDE EL SILENCIO AL ALMA
(A modo de Prólogo)
A veces acuden los hados a la inspiración con signos o estímulos de personas concretas y es así como se transforman en el alma en un modo más tangible y es así como surge su vigencia emocional en el poema; en este poemario se da con notada frecuencia este fenómeno literario que viene a confirmar que el poeta es pasión ante todo, que el fondo supervisa los estigmas del sentimiento para un más nítido clamor de atracción hacia el lector. La autora aquí se ha vestido primero con esa pasión, ha formado un elenco de necesidades y agradecimientos para resolver a su manera los versos que pretende soltar al aire, para que ellos luego mendiguen las alturas y recojan sus frutos de llantos, sonrisas, miradas, alegrías y confortabilidad.
Cómo entender las sugerencias del silencio o cómo involucrar al silencio en la gresca de la vida de cualquier ser humano es la misión inequívoca de esta poeta de raza que permanece en sus actitudes líricas desde tiempo atrás, siempre personificando el elogio, siempre versificando la emoción. Su resultado es el reconocimiento de esta identidad crecida en el más sencillo de sus adentros y estimado cuando en su voz cursa la rapsodia el momento de expresarlos a la atención de quienes escuchan su poema recitado y experimentan el calor del mensaje, ya sea en su fondo o en su forma.
Los versos que el lector manoseará en esta larga canción de silencios le sabrán mucho al agrado que ha puesto en ello la mujer poeta que como una institutriz pretende enseñar los resquicios recónditos del alma a cuantos deseen pringarse en la promiscua sensación de crecer en los mismos silencio que ella lo hace y con la misma armonía que los versos pueden ofrecerle.
Con el poemario no se acaban los versos, perseguirán al lector en el duermevela y la ensoñación, son para tal fin creados, seguirán dignificando con honor las posiciones de la vida.
Ramón Llanes.
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