RAMÓN LLANES

BLOG DE ARTE Y LITERATURA

viernes, 7 de enero de 2011

TU NOMBRE


TU NOMBRE



Con el sigilo de las letras, tu nombre es Carlos, te llaman siempre por estos días desde la tierra que se bordea de monte bajo y nidales; pero también tu nombre es Juana y con respeto te solicita el tiempo para que andes la simulación de tu gloria por esos témpanos de agua que ha dejado el invierno al socaire de tu Andévalo; quizá sea también tu nombre Antonio y ahora se te acerquen las ganas nuevas de posar la fe en los rincones de la plaza porque en todos los lugares saben que eres de La Puebla y te embarga la emoción por los costados; no he dejado de pensar que tu nombre es María, que te cuentas los pasos hasta la ermita, que te sabes de memoria los riscos y las solanas; porque tu nombre es, como el de tu abuela, Concha y las raíces no se te olvidan y vas y vienes, tocas con el recuerdo el flautín de la danza y el son de las rosas de miel, porque te dicen las piernas que es primavera para lo que tú sabes.
Todos los nombres, la estirpe larga tiene todos los nombres, porque el pan ha llenado las bocas de todos los nombres. Las calles son de todos los nombres, los corrales saben a todo y también a la dinastía de la familia que rezuma el olor a los nombres que adornan la historia. El pueblo tiene en su haber una letanía de nombres que, al fin y al cabo, son hombres, son mujeres, son habitantes, pasajeros, indultados por el bien nacer y hechos a las paces solidarias que en torno a una devoción, se viven.
Porque ahora me entretengo en esto de escribir, lo hago pendiente de cualquier nombre que se me viene a las entrañas y los admiro todos y los designo a todos como parte de una parte de mi parte más noble. Quisiera que fuera así cuando tú me tuvieras en la mente, porque es seguro que las estirpes se unen por un lazo espiritual tan invisible como cierto. Y tú eres de aquí y yo soy de allí y los dos somos de los lugares adonde se nos requiere y desde donde se nos llama.
Quede, hermano, tu nombre apegado al mío como si te llamaras Pedro, como si te pusieran Ana, para ennoblecernos en esto tan sencillo que es entendernos a través de nuestras propias pasiones que son las mismas.

Ramón Llanes. 22-3-2010.

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