RAMÓN LLANES

BLOG DE ARTE Y LITERATURA

viernes, 31 de julio de 2015

FÁBULA DEL VACÍO


FÁBULA DEL VACÍO
Ramón Llanes
Editorial Niebla

SON SUS PALABRAS

Un libro de versos es un manojo de esencias, una historia de trazos gruesos, ocres, grises, amarillos, tallada en la fragua del sentir. El poeta decanta sensaciones, las traduce a signos, las plasma en el pliego y deja su fragancia para pasto ajeno. Los versos son gritos del alma, catarsis, alivio del dique invisible. Quien los lee recala en la fábula del vacío entre lo que dicen y lo que callan. El libro es lugar de sombras donde no está quien no es llamado, cuenco de beber ecos, murmullos del universo del poeta,  umbral de su laberinto. Pan de nube, mancha de ausencias, roce de la campana del tiempo para soñar que tañe, es su credencial para llenar la vida de miradas de los que nunca se marcharon. Si ya es suerte vivir, más lo es si se crean versos como los que trae este hermoso libro, rebeldes a la complacencia de la mesa camilla, con vocación de ser de todos. Un libro así se escribe en paralelo con el infinito mientras llueve ternura y se esparce la melancolía. Los versos preguntan carne adentro a quién culpar de un desaire, de una soledad, de atar vidas a la levedad del agua, a números que no están en la cubeta del sorteo. El tiemble de los nudillos en la puerta del alba es como reinventarse al amar. Fugaz razón la del consuelo, precio de tristezas, biznaga de envidias por estrenar. La tierra huele a rabia. La luna y el escaparate matizan el deseo. La uva y el membrillo forman con la guitarra el trío de cada tarde, y el sol que calentó a Orfeo seguirá entibiando lo que surja de los surcos. El agua que se escapa se libra de la oscuridad hasta que la voz de la lluvia asoma. No se llega tarde cuando se sigue de pie para hacer versos. Esculpir en hielo esta batalla merece la bonhomía perseguida. Este es el timón que encara la liturgia de la bienvenida. El gran premio. Apenas hay una letra propia en este intento de prólogo. Todas son fruto del pulso de su autor para crecer como palabras. El corazón se las dicta. Él, atiende. Misterio es la Poesía: la de Ramón Llanes, además, cuenta con el honor de escribirse con mayúscula.

© Manuel Garrido Palacios
Academia Norteamericana de la Lengua Española. Nueva York.
Correspondiente de la R.A.E.

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