RAMÓN LLANES

BLOG DE ARTE Y LITERATURA

lunes, 13 de julio de 2015

TAREAS DE VERANO


TAREAS DE VERANO


Hay un proyecto común para el verano: el descanso; todo lo demás forma parte del núcleo, del ciclo o de la edad. Del núcleo por la necesidad que las circunstancias plantean que a veces son ineludibles de salvar, todo aquello de pintar la casa, ordenar el trastero, buscar novia, enamorarse, un sinfín de acicates de estío que claman a la voluntad y la convencen. El ciclo depende de la situación en la cual se encuentre cada uno, que si estabilizado, que si pendiente de un viaje, que si un trabajo, que si las deudas, otro sinfín de aconteceres que vienen a determinarnos las ideas y cambiar las formas. De la edad es sabido lo poco seductores que son los viajes, lo mal que se lleva el cuerpo en tardes de calor por esos mundos sin estar en casa, de lo malhumorado que se pone el personal cuando se requiere ocupar la noche para algo distinto del sueño.
Los proyectos no son empíricos y los resultados no se someten a criterio o examen de seres superiores para valorar las conductas; como seres libres, solo sometidos al vaivén de los caprichos y de la lista de deberes, existe un enorme margen de alteraciones e inventos de última hora que caben perfectamente en el juego de las hipótesis sin importar la edad, el núcleo o los ciclos; quienes escriben los proyectos tienen poder para cambiarlos, borrarlos o convertirlos en dilemas, en premisas, en sofismas o en trueque, todo vale para compensar el mal trago de la memoria, que siempre estará exigiendo el cumplimiento de lo establecido.
Los consejos se echan en saco roto y acaba el verano con la misma cara de rebelde que había comenzado, sin ordenar el armario, sin enamorarse, sin descansar lo suficiente y sin apenas haber logrado modificar las reglas ni los hábitos ya consolidados durante tiempo atrás. Animales de costumbre o simplemente poca gana de jaleo -dando a entender que dejarse llevar es costumbre y que cualquier movimiento es un jaleo-, para romper esquemas sin pudor. Un calco de nosotros mismos.



Ramón Llanes. 13 julio 2015.
en DIARIODEHUELVA.ES

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