RAMÓN LLANES

BLOG DE ARTE Y LITERATURA

martes, 22 de agosto de 2017

EL ENCUENTRO


El encuentro


Ayer apenas éramos extraños y hoy me produce comodidad haberte conocido. Aquella circunstancia no buscada y tan casual, aquella tarde a las seis, aquella plaza con luz, aquellas primeras palabras sobre la política del sentimiento, tus ojos puestos en todas las cosas, los com- pañeros hablando de desencantos, el tiempo, tan dócil; lo recuerdo como una grata sorpresa, como si me tocara encontrarte, como si estuvieras allí porque yo llegaría.
Ahora, cada vez que comprendo tu nombre y escribo tu sonrisa, me secciona la complacencia del alma una doble sonoridad de música nueva que impulsa un timón sin destino porque son los espacios quienes acuden abiertos a la complicidad nuestra, etérea y fértil desde la primera señal. Ni siquiera llamarle amistad, solo encuentro y tal vez serendipia afectuosa que vibra desde la primera atención. Sin conocer de ti más allá del nombre y sabiendo solo de tu físico, habiendo intercambiado pen- samientos y risas, siendo seres de distinta procedencia, con deberes sociales distintos y con edades desiguales, nos mantuvimos erectos en el agrado, gustándonos en el trato y considerando que algo común unía toda la amalgama de distinciones.
Al cerrar la página de aquella tarde, doblegué el sentido que para otro asunto tenía y me encaminé, escritura arriba, a dedicarte las primeras salvas, no huyendo del tiempo ni aclamando las ligerezas de la segunda emoción, solo derritiendo las sobredosis del mejor sentido a la conformidad. Nada más de ti he conocido para no llamarte, como dije, a la esclavitud de la amistad; solo ahí, en todas las puertas encendidas pero sin limitación de la conciencia, sin arraigo, sin voluntad; solo el pulso determinando el deseo, las cosas en sus sitios, los destinos en su crianza y las vidas en sus loterías. Saber solo tu nombre, no más que conocerte por la sonrisa, es el trance que guardaré de aquel encuentro de las seis en la plaza con luz, una tarde de la vida.




21 Enero 2015 
Ramón Llanes. (EL CAJÓN DEL SASTRE).

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