LOS REYES DE THARSIS

Los reyes de Tharsis.

Este pequeño poblado llamado Tharsis, que ni siquiera aún se ha merecido ser municipio, este retén de millones de toneladas de pirita ferro cobriza y de oro, este arsenal de seres humanos crecidos en lo más profundo de la profundidad y hechos al dolor con la dignidad de los dioses, este lugar emblemático de la antigüedad de donde posiblemente se llevara el oro al Jesús recién nacido, este privilegio de la historia tiene más de cinco mil años y tiene un alma cansada de tantas desesperanzas, de tantos olvidos.

Ahora les digo a mis Reyes de Tharsis que no han sido generosos con mi pueblo, que nos cerraron los ojos de las minas que eran el bienestar, luego nos taparon la boca con la desidia y el mandato y ahora nos inventan leyes desiguales que nos prohíben desarrollarnos con autonomía. Y les digo a mis Reyes que se ocupen de nosotros, que los mineros han dejado piel y tesón en cada piedra, que las galerías se han quedado grabadas de la sangre que dejaron, que la valentía no se ha perdido, que tiene más que probada su garantía como comunidad humana trabajadora y que los que mandan –que no sé ni me importa quiénes son– no pueden tener capacidad para desmerecer a la historia y taponar los sueños de dos mil quinientos ciudadanos de primera clase.

Ramón Llanes.

2.1.14