¿ME SALVARÉ?
-Yo que ando al trapo de la vida, conspirando por amarla, delirando con su frío por los terrenos inhóspitos de la impaciencia, a la busca de la caza siempre, sin dormitar a tiempo ni fortalecer en forma gimnástica mis músculos caídos; yo que me turbo al inicio de una competición por renunciar a su práctica, que me siento a esperar la tarde en una contemplación inocua cual feligrés caduco de credo caduco y caduca pasión, que no indago la generosidad que otorga la posesión de un “corpore sano” y su paveo en los círculos costumbristas a donde nunca me convenzo entrar, yo que recorro azoteas solo desde la lírica y que por la lírica me desvelo; yo, desdeñante de modernuras de físicas adecuadas, ejercicio diario, pelo al raso, trapío con ajuste a la piel dorada, toma de sol en dosis crecidas, desdeñante de todo pulso al boquerío y footing dominguero; acaso yo, imposible gregario de la pandemia de ser más alto, más guapo y menos fofo; yo, loco por comer versos y juntar bocas, acaso yo, tan poco común en este espacio ¿me salvaré de pérdida de vivir?, -pensó el lobo.
Ramón Llanes. 17 agosto 2018.
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