RAMÓN LLANES

BLOG DE ARTE Y LITERATURA

sábado, 7 de mayo de 2011

RELATO DE UN RESFRIADO

RELATO DE UN RESFRIADO


Es posible que vuelva a caer, podría aventurarlo sin temor al error; ¡son tantas veces!. Mismo ayer hacía las gárgaras prescritas, tomaba la miel, ponía en la boca la luciérnaga del flutox y corría hacia el desierto de los catarros para encontrar el mío, que siempre estaba, presente como la luz. Allí consentí el propósito de llamar a Miguel, rogarle curación so pena de impedirme callar durante los tiempos romeros que se avecinaban; supo escucharme en exceso, me inyectó comprensión vírica y me lanzó a la farmacia más cercana a olfatear medicamentos que me llegaran hasta las trancas, hasta disimular el virus que me impide hablar, reir, cantar o ser feliz.
Las cosas son de otra forma, amigo Miguel, de otra forma más liviana. En la tarde pasada volví a las cuerdas, templé los tonos, alcé la voz y todo me respondió con las medias puestas, como si quisiera anunciarme ¡bajito, bajito!, que aquello aún persistía en el enjambre interno de mi garganta. No desesperé y atendí el consejo de cautela. Hoy se hace camino el mediodía y es obligado ponerle banda sonora al paisaje y allí he de estar. No sé si la voz calentará los campos, sé que más de cien veces entonaré la canción que alegra el espíritu de estos humanos tan míos. Y sé que en muchas de las notas te mandaré un recuerdo agradecido, para que rememores tu última vez, la del caballo de Isabelo y el mucho trajín de caseta en caseta. Tienes pasiones, amigo, y ello te identifica; por eso y por otras complicidades estarás en mi eco.

Ramón Llanes. 7-5-2011

No hay comentarios:

Publicar un comentario