RAMÓN LLANES

BLOG DE ARTE Y LITERATURA

domingo, 22 de marzo de 2015

EN MEMORIA DE ISABELO SORIA


EN MEMORIA DE ISABELO SORIA


La soledad de la muerte no evitará la bondad de Isabelo ni siquiera serán borradas sus huellas amables por el rastro del olvido. Ha llegado este trance agónico para que su cuerpo abrace con delicadeza su tierra amada y para que su familia le dedique la memoria completa, el dolor eterno y las limpias lágrimas. El lugar es suyo, como ha sido suya la existencia, como han sido suyos los latidos nobles de la mina a la que dedicó vivencia y arrojos. Un compendio de minero fiel y constante, un hombre apegado al emblema cálido de sus seres queridos que han sido todos los habitantes de esta verdad viva que es el filón nuestro de la subsistencia.
A pena tocarán las campanas de la iglesia y a pena sonará el aire por su calle camino al alto de la posada, hacia las cortas que le tuvieron en el tajo, hacia los diques, los cabezos, las veladas, hacia todos sus sitios resonarán con fuerza y ternura las campanas del pueblo. Y Tharsis llorará su desencanto, estará triste, le acompañá hasta el misterio de la última morada y allí pondrá flores de pirita y oro para su adoración.
El hombre Isabelo Soria ha dejado la vida y se ha ido a lo ignoto de la muerte, quizá con la misma valentía que la viviera. Su alma quedará impregnada en nuestro paisaje y su nombre estará escrito en nuestras piedras. Que la paz le acompañe.


Ramón Llanes 22.03.2015.

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