RAMÓN LLANES

BLOG DE ARTE Y LITERATURA

lunes, 5 de octubre de 2015

ABIERTO POR OBRAS

  Entrar en el oficio de observador asigna muchas ventajas y algunos extraños inconvenientes y si después de observar se intenta componer un análisis de lo visto, oído o leído y emitir una opinión sobre ello, admito que arrastra espasmos y turbulencias cuando por todo lo anterior pasa el inexorable tiempo haciendo sus diabluras, filigranas o descubrimientos. Pasa el tiempo y pone firme a las mentiras, a las promesas, a las ideologías e incluso a la verdad mal dicha. Apunto esto para referir algo que más que ponerle ojos de atención entró por la puerta abierta del subconsciente como noticia sin alertas ni publicidad o quizá dependiendo de ellas.
 
Voy al caso sin presumir de especial aptitud para estar pendiente de cuanto sucede en el entorno que me toca; remuevan las hojas amarillentas de la prensa desde hace veinte años, por ejemplo, lean las páginas principales y comiencen a sumar año tras año, mes a mes y acaso semana a semana todos los proyectos superanunciados –durante esos veinte años- que aseguraban la creación de miles de empleos, ya fuera a través de Estado, Comunidad Autónoma, Diputación, Mancomunidad de municipios o mismamente Municipio, repasen esas promesas y hagan una sencilla operación de suma para llegar a formar una lista grande de empleos a crear que echaría por tierra toda la teoría de la ingeniería de la ficción. Al día de hoy, con tanto exceso de empleo, estaríamos solicitando mano de obra en todos los lugares cercanos a nuestra geografía, el desempleo sería una pandemia superada y los de menos de esa edad no sabrían responder si fueran preguntados por dicha lacra.
 
Los diarios siguen allí, guardados, amarillentos, encendiendo las mentiras y desbancando el proselitismo de los prometedores. El mundo no se convirtió en un lugar luminoso abierto por obras y las consecuencias del embuste o farol o chulería, acucian a los seres consentidos, la realidad de ahora en nada se parece a los sueños que nos hicieron veinte años atrás, el mundo está manco del alma y ciego de vida, pareciendo que además de pasarnos por encima el tiempo nos haya pasado la indignidad.
 
Ramón Llanes en DIGITALEXTREMADURA.COM. 5.octubre 2015

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