TRAGICOMEDIA EN UN ACTO
Fuime resuelto a agarrar
la suerte por los pelos y obligarla a prestarme la debida atención,
alegando mi posición generosa con la vida, mi fidelidad con el
euromillón de martes y viernes y mi amigable relación personal con
Curro y con Antonio, dos personajes influyentes en esto de las
loterías. Quien me precedía en la compra pidió tachar el número
90 en el papel expreso donde se insertan los números; a indicación
de Curro -el 90 no se puede elegir porque no está, solo llega hasta
el 50, (le advirtió)- la señora espetó y casi insultó al sistema,
con frases como, es mi número preferido, siempre he ganado en el
bingo con él, mi marido murió a los 90 y etc, etc, aceptó la
insinuación de Curro: “tache usted noventa veces el uno”, lo
hizo y se fue tan feliz y satisfecha con una gran sonrisa por haberse
rebelado contra algo y haber sido atendida.
MORALEJA: La vida.
Ramón Llanes. 15
setiembre 2016.
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