"Escribir ya es importante si quieres transmitir una idea"
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La plataforma Poetas de Huelva por la Paz fue concebida por él
para llevar a la provincia un mensaje de cultura contra la violencia
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Está convencido del poder de la palabra en el pueblo
Siempre
fue poeta pero ahora lo vive con más intensidad. Ramón Llanes está
retirado de la vida laboral, pero no todo lo da la disponibilidad de
tiempo. Se ha contagiado del que cree un "momento dulce" para la poesía
en Huelva, con una fertilidad editorial nunca conocida antes, en la que
se ha apoyado para desarrollar uno de sus más queridos proyectos: la
plataforma Poetas de Huelva por la Paz, que reúne a decenas de personas
de la provincia para reivindicar el fin de los conflictos con sus
versos. Pero esta iniciativa es mucho más que poesía y compromiso
social. Mana directamente de las raíces, de una reivindicación de la
cultura popular, de la sabiduría de la gente, de comarcas como la suya,
el Andévalo, y de pueblos como su querido Tharsis, en los que se afana
por alentar el pensamiento entre los vecinos que ayude a sacarlos del
ostracismo. Esta semana la Asociación Tres de Marzo, de antiguos alumnos
de la Universidad de Huelva, le ha concedido el premio de la Cultura
2017.
-¿De dónde sale la idea de crear esta plataforma y llevar su mensaje por toda la provincia?
-Llega como consecuencia de todos los atentados de
finales de 2015. Soy de la idea de que todo ser humano debe tener
conciencia y una actitud positiva frente a todos los conflictos. Todo un
compromiso de verdad con la paz, con la realidad, que, en definitiva,
es un compromiso con la vida. Y pensamos que era una idea genial hacerlo
a través de la palabra. Llevamos la paz y la poesía a los pueblos de
forma totalmente altruista. En principio sólo éramos ocho o diez poetas
pero se fue uniendo gente, pero gente no elitista. Gente que escribe,
que tiene algo que decir en favor de la paz o en favor de la poesía,
gente que tiene una intuición. Ya hemos pasado por unos 60 pueblos y por
lugares como la cárcel, colegios, centros de mayores... Hemos tenido
actos con 200 personas escuchando poesía, poesía de paz. Eso fortalece
el alma, fortalece también la literatura, la convivencia y el espíritu,
en general, de todos.
-Dice que el grupo no es elitista.
-Captamos
personas del pueblo a las que les gusta escribir o les gusta hacer una
reflexión sobre la paz. Y como todo es altruista y no hay dinero de por
medio, es como muy agradable, muy fácil.
-Se han convertido en un cuerpo de paz, en un cuerpo de cultura.
-También
porque no sólo se habla en esos momentos de paz o de poesía, se habla
de muchísimas cosas. Una vez que terminamos el acto, estamos con la
gente, con aquel que tiene algo guardado, que nunca lo sacó y quiere
leerlo. En eso está la idea de no elitismo, de que todo el que quiera
decir algo, lo diga, sin entrar a valorar la calidad del poeta o la
calidad del texto. Se trata de un movimiento de vida. La vida tiene que
moverse, tiene que estar en continua evolución, con las ideas cociéndose
en los peroles de las mentes continuamente.
-En el prólogo de la antología que han publicado
habla de guerras en un sentido amplio: de las íntimas, las cercanas, las
personales....
-Una disputa familiar es una pequeña guerra. Hay que
tenerlo en cuenta. Y contra eso también queremos trabajar. No quiero
decir luchar, porque combatir la guerra es una contradicción. Somos
trabajadores de la poesía y de la paz.
-Porque para conseguir grandes logros, antes hay que empezar por el propio entorno.
-Y
las personas que están en esto creen en ello. No van a leer un poema y
punto. El lunes pasado dijo una persona que desde que pertenece a esta
plataforma es mejor persona. Y hay algo que digo también en todos los
actos, que pueden durar una hora u hora y media: en ese tiempo hemos
sembrado paz través de la palabra, y en ese momento seguro que no hay
ningún conflicto interior.
-Este proyecto tiene mucho de la tradición oral antigua.
-¿Sabes de dónde viene la idea? Me viene de los
teatros de La Barraca, de García Lorca. Lo recordé un día y me dije,
¿por qué no? Lorca y Pepe Caballero hicieron La Barraca. Y Pepe hizo
después en Huelva La Tarumba, que seguía esa misma idea. De ahí salió
todo.
-¿Por qué ha perdido tanto peso la cultura estos años ?
-Quedaría muy bien que dijera que porque siempre hubo
falta de apoyo institucional, pero no es solamente eso. Creadores ha
habido siempre pero ha faltado imaginación para poner en valor la
cultura, y la literatura en particular. Ciertamente para las
instituciones ha tenido siempre un papel secundario pero a nosotros los
creadores nos ha faltado siempre un poco de imaginación, de empuje y de
agallas. Y esta idea surge para poner agallas, porque las guerras se
tendrán que acabar en el mundo en algún momento, sin hablar de otro tipo
de conflictos. ¿Que es una utopía? Pues sí, pero las utopías están
precisamente para alcanzarlas.
-¿Se le llama utopía para justificar el inmovilismo en la sociedad?
-Eso es. No me muevo porque es imposible. Pero si no sembramos un árbol, no tendremos árboles dentro de cuarenta años.
-El proyecto se ha reflejado en un libro colectivo con 75 autores.
-Es
un manifiesto, realmente, al que pueden acudir quienes no nos han
escuchado en los pueblos. Podemos felicitarnos porque estamos en un
momento en el que se lee muchísima más poesía que en otro momento
anterior. Se dice que no son buenos tiempos para la lírica, pero ahora
mismo estamos en un momento dulce porque tenemos un elemento importante:
la puesta en valor de la editorial. Está publicando gente que hace 20
años no lo hubiera podido hacer, quizá por falta de calidad, digamos.
Pero hemos pasado del elitismo al pensamiento; simplemente al
pensamiento llano, sin entrar a determinar si unos escriben mejor o
peor. Escribir ya es importante si tienes la intención de transmitir un
pensamiento, una idea.
-Se está publicando más que nunca y se está creando una industria editorial en Huelva.
-El año pasado en la Feria del Libro se presentaron
47 obras de autores onubenses. Eso era ciencia ficción hace 20 años. Y
este año la oferta de presentaciones de libros va a ser muchísimo mayor.
Estamos tocando prácticamente a presentación de libro diario en Huelva.
El momento es idóneo por una serie de editores que han surgido ahora,
encabezados por Rafa Pérez, de la editorial Niebla. Hay que nombrarlo
porque es como un maná caído del cielo en el momento adecuado, a la hora
correcta. Rafa aporta criterios nuevos, establece un diseño distinto de
la publicación y está en la misma onda que nosotros respecto a la
calidad: se olvida del elitismo para publicar incluso en contra de su
propio interés como empresario. En tres años, Niebla lleva ciento y pico
de publicaciones, y después han surgido Tranvía, Versátiles, Pábilo...
Esto es agradable porque es importante que la ciudad se vaya moviendo en
torno a la cultura.
-Hay más movimiento en general.
-Exposiciones de pintura, de fotografía, movimientos
que intentan recuperar los edificios de Huelva capital, que son
culturales también. Y los movimientos gastronómicos. Eso es cultura y es
activismo, en la órbita de algo que siempre va a tener unas
consecuencias positivas para la ciudad.
-Poetas de Huelva por la Paz es una muestra del caracter integrador que puede tener la cultura.
-Ese
proceso de integración se produce y con unas consecuencias muy
positivas. Quién sabe si cuando escuches un recital no se te queda una
determinada frase en favor de la paz y dices que vas a poner en práctica
ese mensaje. Y lo más grato es el entusiasmo. La sonrisa de la gente
cuando acaba el acto, te dan un abrazo y te dicen lo importante que es
lo que estás haciendo.
-¿Ese activismo que se ve en la cultura es lo que le falta a Huelva?
-Huelva, como decía un amigo mío, está todavía sin
terminar. Todavía tenemos que ir terminándola nosotros. La recuperación
de los edificios es muy importante y parece que ya estamos cerquita de
conseguirlo porque hay un grupo de gente muy luchadora interesada en su
consecución. Pero fíjate que recuperar a todos esos poetas que estaban
escondidos es también como recuperar edificios antiguos que están
olvidados o que están sin uso. Eso es lo que yo quiero. Aquí hay
personas mayores, muy mayores, que nunca habían tenido la posibilidad de
recitar un poema suyo ante un público, y la plataforma le ofrece esa
posibilidad y de que posiblemente algún mensaje de los que van en su
poema pueda ser captado por alguien.
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