BOCETO DEL ENCANTO. (I)
Acaso partir marque rumbo
y la efemérides consienta cerrar la pestaña
del desvelo. Soñar para inclinar el encanto
sueltas en los párpados. Vivir en geometría
opuesta, en reinos inacabados. Basta
que jueguen a desembarcar del tren
los carboncillos de la estima y basta
para el hombre que no fui, el manubrio
encontrado en una puerta,
basta encantarme con pies en chinela,
con odas y cantatas, con márgenes
que abran un carmín. Será pastel de encanto
entrar a los pensamientos, donde me insertas
el nombre sin caer en los lodos, sin dejarme
para el baño, sin renunciarme en la cena.
Más encanto conviene el partir del sueño
prescrito desde la paz de la añoranza.
Y más, no sé, acaso un bolero de pasión.
Rllanes.
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