RAMÓN LLANES

BLOG DE ARTE Y LITERATURA

martes, 10 de junio de 2025

ROCIEROS

   ROCIEROS

  

            Ya vas cumpliendo tu sueño. Has montado en la carreta, el aire te echa soplos en las sienes, entonas aquella vieja sevillana que aprendiste, te has puesto traje corto y sombrero, tienes, se te nota, un semblante distinto como nuevo o sacado de tus entrañas. Te he visto, todos te hemos visto paseando tu elegancia por entre los adoquines. Vas realzando la belleza y brindo por ti  con esta copa de amistad que no tenemos o que sí tenemos.

            Te he visto también a ti, romero de caballo y espuelas. Vas alegre desde la sonrisa y engalanas el pastel de las calles, me gusta tu grupa llena de colores, te llevas a los caminos de arena el compromiso de la fe y la diversión. Ayer me dijiste que amas a tus gentes, a tus compañeros de casa por unos días, que amas a los que se entienden, como tú, en la copla y el cansancio, me dijiste. Te miro y me pareces otro y brindo por ti con el abrazo que quizá nunca nos dimos.

            Y a ti peregrino de vara y zapatillas que enlazas el día con las estrellas de la noche y bebes de la ansiedad en un sendero que no tiene fin. A ti, gitana de ocasión que te has puesto más preciosa que nunca y te distingues en la sencillez de la luz con castañuelas de risas, y te enredas con la flor y tus miradas se pierden entre los volantes y tu voluntad se hace creencia entre los salmos que te inspiran el ambiente.

            También a ti, rociero de miradas, te he visto soportando el pesar de la espera en los nidos de la ausencia porque no te vas. Te he visto inquieto y sobrecogido por los lances del gentío cuando todo se dirige a la ermita y tú te quedas con un premio de consolación que es tu pensamiento. También por ti brindo a copa llena por las veces que llegaste.

            A un sueño sin hacer y sin memoria, rociero de nunca, precusor de otras estampas, a ti que no vas, que no sientes, que nunca serás casco, cante, convivencia o romero. También a ti te he visto en las ropas del camino, vagar sin entender. Y también por ti brindo con las manos abiertas porque todos somos un poco de todo y tú no eres la excepción.

            Reza, rociero, o canta o llora o grita, por quienes llegan y por quienes se quedan. Reza si puedes, si sabes, si amas, con la oración de los peregrinos que siempre tienen una razón. Y haz el camino a tu forma, verás que parece la vida.

 

 


                                                             Ramón Llanes 














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